Films in Progress: Hector Gálvez, director de “NN”
La película está basada en un suceso real, ¿qué te movilizó ese hecho puntual?
Una amiga que era fotógrafa forense me contó hace unos cuatro años, que en una exhumación realizada en Lima encontraron los restos de un varón; este no tenía ningún rasgo o documento identificatorio, salvo la fotografía de una chica hallada en el bolsillo de su camisa. Yo había trabajado realizando registros y un documental sobre un proceso de exhumación, entonces creo que todas esas imágenes, relatos y testimonios que ví y escuche, fueron detonados con esta imagen de la fotografía borrosa y me dieron pie para empezar a ficcionar y escribir el guión.
¿De qué temas te interesaba hablar con esta historia?
Una jurado de un concurso de producción donde “NN” tuvo la suerte de ganar, y a la cual me la encontré meses después me dijo: “Tu película es una historia de fantasmas”. Me gustó la frase porque creo que eso resume un poco todo el universo de la película. No estoy hablando de estos fantasmas que asustan, sino, en este caso, de un equipo de antropólogos forenses que tienen que convivir con sus propios fantasmas internos y de una mujer que carga con los de la memoria y el olvido. Mientras escribía entrevisté a antropólogos forenses peruanos, leí ensayos y crónicas sobre equipos similares en otros países y todos comparten rasgos en común: Saben que el trabajo afecta sus familias, sus vidas, pero siguen ahí conviviendo con la muerta a diario, trabajando con gente que ha tenido una muerte trágica. Como me decía uno de los antropólogos forenses: “Yo soy víctima de las víctimas anónimas”.
La historia tiene como trasfondo la etapa más violenta de Perú, ¿cómo se inserta lo político, lo social y lo histórico en esta película?
Pretendo hablar del duelo y el sufrimiento individual, y si bien la historia se inicia con una exhumación de una persona desaparecida en los años de la violencia, nunca se habla de ninguna masacre en particular, ni quienes fueron los actores, ni siquiera se hace mención a un lugar específico del país. Lo que busco es centrarme en las personas, quiero que esta historia sea como una elegía.
Al comenzar a armar el camino de financiación y producción de esta película, ¿te resultó sencillo al tener el antecedente de tu opera prima “Paraíso?
No podría decir que sencillo, pero creo que ayudó el haber tenido a “Paraíso” como una carta de presentación; tanto para el fondo peruano, como para afianzar la confianza con mis co-productores alemanes: Gudula Meinzolt y Paulo Carvalho de Autentika Films. Ellos estuvieron desde mi ópera prima y con su asesoría venimos buscando el mejor camino para “NN”.
“NN” es una coproducción con Colombia, Alemania y Francia. ¿Se tornó indispensable la coproducción para financiarla, considerando las escasas ayudas nacionales?
Yo creo que cada película tiene su camino para poder realizarse. Desde un inicio sabía que “NN”, por el tipo de historia, demandaría más recursos que “Paraíso” y por eso apuntamos a la mayor cantidad de fondos y felizmente tuvimos la suerte de ganar algunos como Ibermedia, WCF y Cinema du monde.
¿Qué se gana y qué se pierde con la coproducción?
Desde que tuve la primera idea de la película, vi también que podría tener una coproducción iberoamericana sin que esta se viera muy forzada o “puesta”. Dentro de los equipos de antropólogos forenses es muy común que haya integrantes de otros países, así que incluí desde el tratamiento a una antropóloga colombiana, país que lamentablemente tiene una situación histórica similar. Con esto fuimos a la búsqueda de un co-productor colombiano y tuve la suerte de conocer en Cartagena a Jorge Botero de Séptima Films, quien viene aportado mucho al proyecto. Así que junto con la gente de Autentika Films (Alemania) y MPM Films (Francia) vamos llevando bien el proyecto. Hasta este momento no siento que nada de la co-producción esté afectadando a la película, todo lo contrario, hemos ganado un poco más de recursos para la realización y tendremos mejores condiciones para la post-producción de imagen y sonido.