Adelfa Martínez, Directora de Cinematografía del Ministerio de Cultura de Colombia

El inicio de cada edición del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), es una nueva ocasión para tomarle el pulso al cine colombiano. Ya se ha cumplido una década de la Ley de Cine que fue clave para impulsar la producción nacional, lo cual ha diversificado y acrecentado la oferta, y la ha convertido en una de las cinematografías más pujantes de Latinoamérica. Pero el desarrollo de la industria trae nuevos desafíos e iniciativas que buscan atender toda la demanda del sector. Dialogamos con Adelfa Martínez, Directora de Cinematografía del Ministerio de Cultura de Colombia.

Colombia en los últimos años ha desarrollado políticas muy interesantes de fomento a su producción y recientemente de atracción a la producción extranjera. ¿Cuáles han sido los resultados de estas iniciativas?

Sin duda podemos decir que estamos pasando por uno de los mejores momentos de la historia del cine colombiano. Por fin tenemos unos recursos propios para el fomento de la producción cinematográfica. En los once años que tiene la Ley de Cine, el recaudo total del FDC fue de 66 millones de dólares, y el total de inversiones y donaciones certificadas para proyectos que se beneficiaron de estímulos tributarios alcanzó los 75 millones de dólares. Esto ha hecho que definitivamente la producción en Colombia crezca, se fortalezca, se creen empresas productoras, empresas de servicios cinematográficos, y con todos estos resultados exitosos hemos logrado que gobierno haya hecho una apuesta muy importante a una nueva ley, que se llama Ley Filmación Colombia, con la cual estamos promoviendo el territorio colombiano como escenario de rodaje de películas internacionales.

Son uno de los pocos países latinoamericanos que dan un incentivo para atraer rodajes extranjeros. Generalmente se dice que el incentivo hace la diferencia. ¿Cómo ha funcionado en este caso?

Tenemos resultados muy importantes. En tan sólo año y medio de puesta en marcha la ley, hemos tenido siete películas aprobadas que han generado alrededor de 998 puestos de trabajo y que han invertido en el país 17 millones de dólares. Esto se debe a que la herramienta que estamos fomentando con esta ley es el cash rebate, que es una figura muy interesante porque le estamos pudiendo devolver efectivo a los productores: el 40% de su inversión de gastos en Colombia asociados a contratación de personal técnico y empresas prestadoras de servicios, y el 20% de devolución a los gastos asociados a logística, como hospedaje, alimentación y transporte. Estamos súper complacidos con los resultados de esta ley. La Comisión Fílmica Colombiana está posicionándose y asistiendo a todos los mercados y festivales. Se está generando mucho interés en los productores extranjeros. Este es un estímulo que te hace mucho más competitivo a la hora de que un productor extranjero decida cuál es el territorio donde podría rodar su película.

En lo que respecta al cine nacional, ¿cuál es el análisis que haces de la producción actual?

En 2014 llegamos a un número de estrenos histórico, estrenamos 28 películas colombianas, que dan cuenta de la diversidad temática. Ya es muy difícil encasillar al cine colombiano en un cine que sólo habla sobre el conflicto armado o el narcotráfico. Por supuesto estos son temas que se tienen que seguir trabajando y tratando, que hacen parte de la realidad, pero es bueno tener esa diversidad. Nosotros tenemos una diversidad donde se están contemplando muchas otras historias del país, que se están contando con la mirada de muchos nuevos realizadores y con nuevas empresas productoras. Eso evidencia que el sector se está desarrollando, está creciendo y que toda la apuesta está dando resultados.

¿Cuáles son las previsiones para este 2015? ¿La producción seguirá en aumento?

Para 2015 se conoce que hay 65 películas que podrían estar listas. Tenemos confirmadas 16 películas que van a ser exhibidas comercialmente, pero ese número seguramente será superior. Esto es algo que nos entusiasma pero también nos preocupa por el tema de la distribución y de la cantidad de pantallas con las que contamos para que este cine pueda salir. Tenemos salas de cine en solo el 4.5% de los municipios del país, y de ese número más del 60% está concentrado en cuatro ciudades capitales. El resto del país no tiene acceso al cine en general y al cine colombiano en particular.

Teniendo en cuenta esta falta de acceso, ¿qué iniciativas han tomado desde el Ministerio de Cultura?

Nosotros estamos trabajando en un programa que se llama Colombia de película. Desde el Ministerio de Cultura estamos adquiriendo los derechos de las películas para fortalecer todos esos espacios en regiones que están trabajando formación de públicos, como casas de la cultura, universidades, cineclubes. Hemos salido con cuatro proyecciones de Colombia de película, y tenemos un componente muy interesante que se llama Cine accesible, que está orientado al público con discapacidad visual o auditiva. Esto ha tenido muy buen recepción en el país.

“Estamos pasando por uno de los mejores momentos de la historia del cine colombiano”.