El Festival Internacional de Cine de Miami anunció el pasado sábado 11 de marzo los premios de su 34º edición, que se celebró entre el 3 y el 12 en la ciudad estadounidense.
La gran ganadora de la noche fue la chilena “Vida de familia” de Cristián Jiménez y Alicia Scherson, producida por Peso Pluma y estrenada en Chile el pasado 26 de enero bajo la distribución de Market Cine. El filme, basado en un cuento de Alejandro Zambra, se alzó en Miami con el Knight Competition Award.
Para Chile también fue el primer premio de la Jordan Ressler Screenwriting Competition. Tomás Alzamora, director y guionista de su ópera prima “La mentirita blanca”, una comedia sobre noticias falsas que tuvo en Miami su estreno mundial, se llevó el galardón al mejor guion. La primera edición del Zeno Mountain Award para películas que intentan derribar barreras de incomprensión con personas con discapacidades también terminó en manos chilenas: fue para el documental de Maite Alberdi “Los niños” (Chile/Colombia/Francia/Países Bajos), un retrato sobre la vida de cuatro jóvenes con síndrome de down.
El equipo de EQUECO, colectivo de arte que realizó “La mentirita blanca”, dialogó con LatAm Cinema sobre el buen momento del cine de su país. “Hay una industria que está desarrollándose muy bien, que goza de buena salud. Hay que reconocer el trabajo que han hecho los Larraín y Sebastián Lelio en Alemania para posicionaral cine chileno fuera de Chile. Hay buenos embajadores de nuestro cine” opina el actor protagonista Rodrigo Salinas. Tomás Alzamora agrega: “Esos grandes embajadores nos motivan, son seres inspiradores que están llegando a los Oscar o haciendo películas con grandes presupuestos, y así nos hacen creer que se puede, que no estamos tan locos”.
“También existe una cuestión generacional. Estos referentes que hicieron su camino solos tuvieron que trabajar con un fantasma gigante de 40 años de dictadura en los cuales la cultura desapareció. Cargar con ese peso y renovar el panorama es un mérito gigante. Los que venimos después no tenemos tanto ese fantasma, entonces somos creativamente más libres", señala el productor de la película, Pablo Calisto. "Ya hay en la industria trabajando tres generaciones: nosotros, que venimos súper frescos; súper jóvenes, y ellos que tenían que hacerse cargo de ciertos temas. Y eso genera que haya propuestas más diversas. Hoy vas al extranjero y el cine chileno se valora, está en una posición privilegiada” concluye.
El Premio del Público al mejor largometraje del festival fue para la venezolana “La Soledad”, ópera prima del director y productor Jorge Thielen Armand. La mezcla entre documental y ficción de este filme producido por La Faena, Alfarería Cinematográfica y Ardimages UK atrapó tanto al público que se programó una segunda función luego de su estreno en el festival.
Otros reconocimientos para Latinoamérica fueron el premio a mejor director de la Knight Competition para el uruguayo radicado en Argentina Daniel Hendler por “El candidato” y el premio a la mejor interpretación para Lola Amores y Eduardo Martínez de la coproducción entre Colombia, Cuba y Francia “Santa y Andrés” dirigida por Carlos Lechuga.
Por su parte, el premio del work in progress Encuentros fue compartido entre la argentina “Tigre”, dirigida por Silvina Schnicer y Ulises Porra Guardiola y producida por Pucará Cine y la brasileña “Camocim”, con dirección de Quentin Delaroche y producción de Ponte Produções.