“Juan de los muertos”, la primera película cubana sobre zombis, nació como una broma. “Un día estaba conversando con mi productor (Inti Herrera) y veo a alguien en la calle que parecía un zombi. Y le dije en broma que podríamos hacer una película de zombis con gente así y no necesitaríamos maquillaje”, recuerda su director y guionista Alejandro Brugués. Esa observación rápidamente se convirtió en un proyecto, el que concretaría un sueño de infancia.
Lanzada con gran suceso tres semanas atrás en Cuba, donde en diciembre pasado –durante el Festival de La Habana- se debieron programar 8 funciones para saciar la demanda del público, “Juan de los muertos” participó en Cine Ceará en calidad de exhibición especial. Su proyección reafirmó la empatía que genera con los espectadores, como evidencian los seis premios del público que cosechó en festivales internacionales.
Crítica social disfrazada de cine de género, la película sigue el corolario del inicio de una epidemia que convierte a los habitantes de La Habana en zombis, cincuenta años después de la revolución. En este contexto, Juan monta una empresa para eliminar zombis, convirtiéndose en un improbable héroe.
“Juan de los muertos”, que tiene como protagonistas a Alexis Días de Villegas y Jorge Molina, es una producción independiente coproducida por Producciones La 5ta Avenida (Cuba) y La Zanfoña Producciones (España), que ha contado con la participación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficas (ICAIC), Canal Sur, Televisión Española, y la colaboración de la Junta de Andalucía, Ibermedia, Cinergia y la Universidad de Guadalajara. Ya fue vendida a más de 12 mercados por Latinofusión.
“Juan de los muertos” es una película de género, de zombis, con un subtexto crítico que habla de Cuba. ¿Te interesa el cine de género para abordar cuestiones que con este formato tienen una llegada más eficaz al público?
La película tiene una crítica social hacia un grupo de la sociedad, los zombis, los que no hacen nada. Pero es una película muy patriótica. Una cosa es Cuba, y otra cosa es la revolución y el sistema. A mí me parece que “Juan de los muertos” es una película sobre el amor que uno le tiene a Cuba. Nada que ver con la revolución y el sistema. A mí me interesa hablar de muchas cosas y tal vez es más fácil colarla con una película así. Pero hacerlo es más difícil. Tienes que trabajar un subtexto, y esa sutileza es mucho más desgastadora. Pero es el tipo de películas que me gusta desde niño. Yo crecí viendo “La guerra de las galaxias”, “Tiburón”, “Los Goonies”.
Rodar una película de estas características supuso un enorme despliegue de producción y un buen número de efectos especiales, ¿cómo fue el rodaje y el trabajo con los actores para aunarlo con el aspecto técnico?
Fue una locura. Desde que estábamos en pre fuimos viendo cómo la cosa iba creciendo. Igualmente, creo que lo más lindo que tiene son los personajes, no el tamaño. La verdad que lo que más disfrutamos eran los momentos de los personajes. Sí había un despliegue grande, pero por lo general cuando tienes ese despliegue en un rodaje lo disfrutas menos. Todo es rápido y tiene que salir bien. En cambio, cuando estás metido con los actores en un cuarto y ellos se saben lo suyo, es maravilloso. Con los actores estuvimos haciendo ensayo todos los días durante tres meses en la pre. A veces leíamos el guión y otras simplemente hablamos sobre los personajes y sus gustos, para que los actores fueran acercándose a los personajes.
¿Cómo te la propusiste visualmente? ¿Con qué referencias trabajaste?
Yo quería que tuviera un look específico porque el tono de la película no se parece a nada. Tiene la cosa política, el humor, los zombis, un tono especial. Yo quería hacer algo también con la estética pero al final la vida te pone los pies sobre la tierra. Cuando le dije al director de foto mi propuesta, me dijo: “No lo vamos a poder hacer en este tiempo”. Entonces propuso hacer cámara en mano. Al final eso te hace sentir que estás ahí en la calle con los personajes. Pero en principio no fue intencional. Había referencias. Hay un homenaje a Sergio Leone en el final, que está filmado como “El bueno, el malo y el feo”. La verdad que la parte visual me cuesta mucho trabajo. Yo estudié guión. Soy más de contarte la historia, y cuando llega la hora de la parte visual paso mucho trabajo. Encima se me ocurren planos que luego me dicen: “¿Y cómo coño vamos a hacer esto?”. Por eso lo que hago es buscar gente que sabe mucho más que yo.
¿Cuál es tu visión sobre el cine de género en Latinoamérica?
Falta totalmente el cine de género. Yo creo que el cine latinoamericano está marcado por los festivales, europeos además. Los cineastas latinoamericanas están haciendo lo que los europeos quieren ver de nosotros. Una película como “Juan de los muertos” yo no me la imagino en un festival como Cannes. En cambio, si yo agarro actores de la calle, lo hago cámara en mano, luz natural y lo hago en blanco y negro, estoy seguro que va para allá. Mi opinión es que Latinoamérica tiene potencial para hacer el mejor cine de género del mundo. Yo creo en un cine latinoamericano de género que siga hablando de nuestra historia, con un subtexto muy rico. Argentina tiene el tema de los desaparecidos, Colombia lo de las guerrillas, Brasil y México la violencia. Hay historias y hay talento. ¿Qué pasa? A la gente que da el dinero no le interesa porque no creen que es lo que debe estar saliendo de Latinoamérica. Entonces yo me he tomado como misión reunir a quienes están haciendo cine de género en Latinoamérica, apoyarnos para ayudar a empujar los proyectos de uno y de otro, para tratar de que se haga más y mejor cine de género en Latinoamérica.
Hablando de proyectos, ¿cuáles son los tuyos?
Tengo tres proyectos: uno de aventuras, otro de terror y otro de suspenso. No puedo hablar sobre ellos pero sí adelanto que no va a tener subtexto social porque te desgasta. La próxima la voy a hacer para darme el gusto.
“Juan de los muertos” es una película totalmente independiente que sin embargo contó con apoyo del ICAIC. ¿Crees que existe una apertura o un cambio en este sentido?
Yo creo que “Juan…” fue la tormenta perfecta de circunstancias. Literalmente, todas las piezas cayeron en su lugar. Nos dieron los permisos, salieron los dineros de donde debían salir pero no había margen de error: eran 44 días de rodaje, no 45, no podías retrasarte; tenías 80% de exterior día, entonces no podía llover porque no teníamos cover set, y no llovió, llovió los días que teníamos interior. Una cosa increíble. Pero hasta que yo no vea una tendencia, “Juan…” me parece algo aislado. Una película puede ser una excepción, si todo el resto empieza a hacer lo mismo, ahí sí estamos hablando de una tendencia y un movimiento, entonces sí estamos hablando de una apertura y un cambio. Yo hasta ahora, aunque me gustaría creer en eso, lo estoy viendo como un golpe de suerte.
¿No existe un movimiento de cine independiente en Cuba?
Hay mucha gente haciendo cine independiente pero no es un movimiento. Los cubanos somos muy desorganizados. No nos reunimos a conversar, a dar ideas, intercambiar, etc. Entonces somos un bulto de gente haciendo películas independientes. Muchas no se deberían hacer. La vida va a poner a todos en su lugar. Pero pienso que poco a poco nos vamos a ir organizando y se va a hacer muy buen cine en Cuba en el futuro. El cine cubano va a recuperar esa gloria pasada. Pero hay que darle unos años.
Cynthia García Calvo