Si en 2015 el cine chileno dejó su huella en la Berlinale con los nuevos trabajos de consagrados realizadores como Pablo Larraín y Patricio Guzmán, ganadores de sendos Osos de Plata con “El club” y “El botón de nácar” respectivamente, en esta 66° Berlinale fueron los nuevos directores los grandes protagonistas. Pepa San Martín, Roberto Doveris y Alex Anwandter tuvieron su estreno internacional con sus primeras películas, logrando diferentes premios en secciones paralelas del certamen.
“Rara” es la ópera prima de San Martín y recibió el Gran Premio del jurado internacional de la sección Generation Kplus. El galardón extiende el romance de la directora con el festival, ya que en 2011 fue premiada con su cortometraje “La ducha”. Las relaciones entre mujeres son el hilo conductor de su filmografía, pero en su primer largo modifica el punto de vista para transformarlo en un coming of age, donde una niña enfrenta su adolescencia en el medio de una batalla entre sus padres, luego de que su madre forma pareja con una mujer y su padre rehizo su vida con una nueva esposa.
Inicialmente, cuando se comenzó a desarrollar cuatro años atrás, San Martín se propuso contar la historia de una jueza chilena que perdió la custodia de sus hijos tras conocerse públicamente su homosexualidad. Pero la historia fue mutando hasta dar protagonismo a la adolescente.
“Creo que fue una fortuna haber decidido ir por esa visión. Me interesó la mirada de la niña porque quería trabajar desde el momento en que el ser humano adquiere los prejuicios. Nosotros no nacimos con prejuicios. Esa es una herencia. Y creo que los adultos no somos conscientes de esa herencia que estamos dando. Es súper interesante esto, porque prácticamente no existen películas que tomen el punto de vista de alguien que está creciendo de esa forma. Más en una sociedad chilena donde hay tanto prejuicio”, comenta San Martín a LatAm cinema.
“Rara” llegó a su estreno mundial en la Berlinale tras generar un importante impacto en Cine en Construcción de San Sebastián, donde fue disputada por varios agentes de venta hasta quedar en manos de Latido Films. Pero en su encuentro con el público, el film adquirió un nuevo valor que incluso sorprendió a su propia creadora.
“Aquí en Berlín hemos descubierto que esta es una película transversal. Puede estar en un festival gay, porque obviamente es una película que trata una temática gay; pero también es una película para niños. Y también es una película que entretiene a los adultos. En la premiere mundial tuvimos un cuarenta por ciento de público infantil y fue muy bien recibida. Luego la exhibimos a un público adulto y tuvo un aplauso impresionante. Reflexionando, la definí como cine familiar con contenido o cine político para niños”, cuenta.
Participando de Generation 14plus, la ópera prima de Doveris, “Las plantas”, tuvo su estreno internacional tras participar de la competencia oficial de la más reciente edición del Festival de Valdivia, llevándose el Gran premio del jurado internacional y una mención especial del jurado joven en Berlín. La cantante argentina Violeta Castillo, a la que el director describe como una mezcla de “fortaleza y fragilidad”, debuta como actriz como absoluta protagonista de esta historia sobre una adolescente que explora los límites de la sexualidad, mientras cuida de su hermano en estado vegetativo.
“Creo que ‘Las Plantas’ es como una respuesta posible al interrogante: ¿cómo se puede manifestar un punto de vista femenino o incluso feminista en el cine?”, explica Doveris, para quien el tema del género y el punto de vista femenino establecen las bases de su obra. En su primer largo, desplaza a la mujer del rol de objeto de deseo para que sea el cuerpo masculino el que se exponga sin tapujos. “Efectivamente, a la gente en Berlín le ha parecido muy interesante que el desnudo en la película está directamente relacionado con el desnudo masculino. Con un desnudo masculino no censurado. Frontal. Sin esquivarlo. Ir directo a lo que usualmente no vemos, que son los genitales. Llama la atención, que el objeto de deseo sea el cuerpo masculino y no sea el femenino”.
En su debut, Doveris describe a los adolescentes santiaguinos y no teme asumir riesgos. Juega con los géneros y escapa de forma consciente de la estructura narrativa para preocuparse por la forma. “A mí no me interesa el conflicto. No me interesa la evolución de los personajes ni los cierres. No me interesa esa estructura. Decidimos ponerle animación y hacer fragmentos de la película que eran más bien videoclips. También optamos por explorar el mundo de los sueños, que es un mundo que en general las películas dramáticas solo se lo permiten cuando tiene un sentido y ayuda a avanzar la trama. Era arriesgado pero cuando ya cruzaste la línea y estás en el otro lado, te puedes permitir todos los riesgos”, afirma.
Como parte de Panorama tuvo su estreno mundial el drama “Nunca vas a estar solo”, debut como realizador de Anwandter, uno de los cantantes pop más reconocidos de Chile, que obtuvo el Premio Especial del Jurado del Teddy Award. Si bien en su país natal ha sido fácilmente catalogada como la película sobre Daniel Zamudio, el director se inspira en la violenta agresión sufrida por el joven para narrar una historia que busca generar una reflexión sobre la sociedad chilena.
Descrita por Anwandter como un melodrama, la película se concentra en el corolario de la brutal golpiza padecida por un adolescente gay, siguiendo las acciones que emprende su padre. “La construcción principal del guion estaba centrada alrededor del padre. La aparición del chico es para que contextualicemos el ataque, pero también para cargar emocionalmente las temáticas con las cuales se va a tener que encontrar el padre una vez que su hijo sufre la agresión. El padre tenía que servir como vehículo de identificación para el público. Fue muy difícil de escribir porque probablemente se autodenomina como normal, heterosexual, vagamente neoliberal...inconsciente de su propia lugar en la cadena alimenticia de la sociedad chilena. Es de esas personas que defienden las reglas que benefician a élites, a las cuales él no pertenece. Pero a la vez debía generar empatía”, explica Anwandter.
Padre e hijo -interpretados por Sergio Hernández y Andrew Bargsted- son también la representación de dos generaciones contrapuestas. “Me interesaba analizar la sociedad a través de este personaje-símbolo que es el de Sergio. Pero no se trataba de echar culpas específicas, sino de generar un espacio de reflexión. El personaje de Sergio pertenece a una generación que sobrevivió a la dictadura, lo cual involucró transar cotidianamente con un montón de cosas, vivir con miedo. En cambio los más jóvenes, que nacieron postdictadura, están lejos de esa carga”, compara.
Tanto “Rara” como “Nunca vas a estar solo” toman como inspiración el poder de lo real. Lo mismo que “Aquí no ha pasado”, de Alejandro Fernández Almendras, la restante película chilena seleccionada este año, que llegó a la Berlinale tras su estreno mundial en Sundance. En este film, Almendras habla sobre cómo funciona la justicia con los privilegiados, tomando el caso real de Martín Larraín, hijo de un influyente político que fue absuelto tras atropellar a un hombre y huir sin auxiliar a la víctima fatal.
“Que tres de las cuatro películas chilenas de este año se inspiren en casos reales no es una coincidencia”, opina San Martín, reflexionando: “De alguna forma estamos volviendo a tomar el cine como un arma política y eso me parece súper interesante. Venir a mostrarle al mundo qué nos están pasando, qué cosas nos preocupan”.