CategoríasDos de los grandes problemas que afronta el cine latinoamericano en muchos países de la región son la distribución y la imposibilidad de acceder a salas de circuitos comerciales. Ante esta inquietud, los directores y productores bolivianos Álvaro Olmos y Ariel Soto tuvieron la idea de crear, inicialmente, una plataforma para el género audiovisual de no ficción. Sin embargo, la idea se fue transformando y se convirtió en lo que ahora se denomina como BoliviaCine, un servicio de streaming que pone a disposición del público latinoamericano una selección de la filmografía que ofrece el país andino-amazónico.
En declaraciones a LatAm cinema, Olmos explica que el servicio iniciará con alrededor de 50 películas, entre documentales, ficción y cortometrajes. La plataforma empezará a trabajar, según estiman sus creadores, durante la primera quincena de febrero. A medida que el tiempo de funcionamiento del servicio vaya avanzando, se irán añadiendo más títulos, que ya están comprometidos, introduciendo novedades cada mes. El también director de “Wiñay” sostiene que el modelo de funcionamiento del servicio para acceder a los títulos es de compra online sin descarga, o el alquiler del mismo que estará disponible para su visionado por 48 horas. Las películas estarán disponibles en el portal de Boliviacine a un precio de tres y cinco dólares, aproximadamente, para su alquiler y compra, respectivamente.
“Cada película tiene un costo. Si quieres ver 10 películas, tienes que pagar por las 10. Este es un modelo de negocio por el lanzamiento, en el futuro obviamente pretendemos que esto evolucione. BoliviaCine se va a poder ver en cualquier dispositivo, mediante un buscador conectado al Internet. Todavía no hemos desarrollado la aplicación, pero ese es el siguiente paso”, afirma Olmos.
El servicio de BoliviaCine inició como un emprendimiento ejecutado con inversión propia de ambos realizadores. Posteriormente, la plataforma despegó en su etapa de desarrollo con el fondo estatal de Intervenciones Urbanas, una iniciativa del Ministerio de Planificación para el Desarrollo de Bolivia. Soto dice a LatAm cinema que la “gran virtud” de los títulos que se tendrán disponibles en BoliviaCine, es que no solamente van desde un aspecto generacional de sus realizadores, sino que también son películas que han tenido un impacto importante en salas nacionales, proyectan nuevas miradas y han sido parte de festivales cinematográficos importantes.
“El catálogo de Bolivia Cine abarca la cinematografía del cine boliviano de las ultimas tres décadas, representada por realizadores ya establecidos como Paolo Agazzi, Juan Carlos Valdivia, Marcos Loayza y entre los realizadores del último tiempo tanto en ficción como en documental, contamos con películas de Martín Boulocq, Rodrigo Bellot, Álvaro Olmos, Eddy Vásquez, Denise Arancibia, Mauricio Ovando, entre varios otros”, agrega Soto.
Con su lanzamiento, BoliviaCine se sumaría a otros proyectos regionales similares, como Onda Media (Chile), Cine.AR (Argentina), PeliDom (República Dominicana), además de Retina Latina y FilminLatino. Soto cree que la idea de lanzar una plataforma de streaming por cada país de la región puede ser un modelo sustentable y factible, ya que se tiene como ejemplo a varios referentes en Latinoamérica. “Potenciar la distribución de películas nacionales desde el streaming es una necesidad imperiosa. De cualquier manera, creo que será importante en el futuro contar con el apoyo de instituciones nacionales o gestar alianzas con el sector privado para poder afianzarnos. Esto es algo que lo estamos considerando”, añade el también productor.
Uno de los grandes retos a los que tendrá que enfrentarse este emprendimiento es la piratería, una práctica muy común y generalizada en Bolivia, algo sobre lo que Soto se muestra muy consciente, ya que afirma que el país no cuenta con políticas serias al respecto. Señala que la apuesta es generar nuevos públicos e invitar al ya existente a poner a su alcance aquellas películas que de otra manera sería imposible encontrarlas. “Creo que BoliviaCine responde a las nuevas prácticas de consumo del audiovisual que se desarrollan con el Internet. La posibilidad que da la plataforma de tener a disposición del público una diversidad de producciones en cualquier momento y desde cualquier dispositivo puede marcar la diferencia de cómo ver y apreciar nuestras producciones”, finaliza Soto.
