CategoríasDiez proyectos de largometraje han sido seleccionados para la novena edición de La Fabrique cinéma, programa profesional para nuevos talentos que organiza el Institut Français en el marco del Festival de Cannes. La selección de este año incluye tres títulos latinoamericanos: el brasileño “Amanda e Caio”, el largometraje peruano de animación “Nuna” y el cubano “Obra de choque”.
“Amanda e Caio” es segundo largometraje del cineasta paulista Daniel Ribeiro (“Hoje eu quero voltar sozinho”). Se trata de un coming of age que retrata la conflictiva cotidianeidad de una pareja de jóvenes en una gran ciudad. Producida por Lacuna Filmes, el filme tiene un presupuesto estimado de 1,1 millones de euros, el cual ya está financiado en un 80%.
“La participación en La Fabrique nos da una gran visibilidad internacional única -tanto para el proyecto como para Lacuna- en el mayor mercado de cine del mundo. Se trata de una plataforma efectiva de networking que permite entrar en contacto con los principales fondos e inversores internacionales, con potenciales coproductores, así como con curadores de festivales importantes”, comenta Diana Almeida, de Lacuna Filmes.
Según la productora, la lentitud en la toma de decisiones, la complejidad burocrática y la falta de constancia de las políticas sectoriales son los principales desafíos que enfrenta la producción actual en Brasil. “El tema más importante que tenemos por delante es la incertidumbre que existe respecto al futuro del Fondo Sectorial del Audiovisual. Esta situación está agravada por la inseguridad institucional que vive el país como resultado del golpe de estado ocurrido en 2016 y del régimen de excepción vigente, que no tiene ni a la cultura ni al audiovisual entre sus prioridades”, explica.
“Nuna”, debut en largo del peruano Jimy Carhuas, es el primer largometraje animado latinoamericano que participa en el programa francés. Producida por el estudio peruano Origami Studio con el apoyo del Ministerio de Cultura, la película cuenta con un 10% de financiación cubierta del total de su presupuesto, que asciende a 5 millones de euros. Se trata de un filme que combina las técnicas 2D y CGI para narrar una historia protagonizada por la cosmovisión andina y ambientada en una ciudad de los Andes, en la que es invierno permanentemente y los niños están desapareciendo.
“Viajamos con la intención de levantar capital para terminar con la producción de la película con la mejor calidad posible. Hemos avanzado mucho, pero falta aún más. Buscamos inversión extranjera, coproductores o interesados en comprar la exclusividad de la distribución para algunas regiones o países”, comenta el productor Diego López-Mobilia sobre sus objetivos en Cannes.
Por su parte, “Obra de choque” es la ópera prima del realizador cubano Marcos Díaz Sosa. En estado de desarrollo, el cineasta propone una parodia ambientada en la Cuba de los 80 que combina elementos del realismo dramático soviético y los musicales norteamericanos para comparar la noción de “hogar” de la ciudadanía con la que impone el gobierno. Es una producción de la cubana Marinca Films en coproducción con la también cubana Producciones de la 5ta Avenida y la argentina Gema Films que cuenta con un presupuesto estimado de 500 mil euros, de los cuales están financiados un 60% a través del apoyo, entre otros, de Tribeca Latin Fund y Programa Ibermedia.
“Nuestro objetivo en La Fabrique es presentar el proyecto y sus avances a fondos internacionales y productores para buscar financiamiento para el filme. También encontrarnos con agentes de venta, programadores y distribuidores para que se vayan familiarizando con nuestro trabajo”, señala la productora de la película María Carla del Río.
Esta es la primera vez que el programa francés selecciona un proyecto cubano y su participación significa un impulso a la producción independiente de ese país. “En Cuba no existe un fondo nacional, como existen en muchos países de América y Europa, y eso hace el camino de la financiación mucho más largo y difícil”, comenta del Río y añade: “También existen otras limitantes como la falta de internet, que limita la comunicación e investigación de los productores, y que ponen a prueba la voluntad de trabajo y paciencia de cualquier persona”.
Los proyectos contarán con las asesorías del realizador filipino Brillante Mendoza, mentor en esta edición del programa.
Con la colaboración de Gerardo Michelin.
