Con un plan de rodaje que atraviesa Filipinas, Montevideo, y un crucero por Buenos Aires, Ushuaia y Valparaíso, entre otras locaciones; el joven director uruguayo Alex Piperno inició la filmación de la que será su primera película de largometraje, “Chico ventana también quisiera ser un submarino”, un filme fantástico producido por Uruguay con Argentina, Brasil y Holanda.
La película está protagonizado por el joven marinero Chico ventana, quien a bordo de un crucero que recorre el sur de América Latina, descubre un pasillo que conduce misteriosamente a un apartamento en Montevideo. Allí vive Elsa, con quien comenzará una relación por la que Chico ventana se mudará a la ciudad. Mientras tanto, en los alrededores de un pequeño pueblo rural en Filipinas, un grupo de campesinos parece haber encontrado una vieja caseta en el valle, a la que le atribuyen causas sobrenaturales, y se organizan para custodiarla. Uno de ellos, Jung, logra atravesar la puerta sorteando la vigilancia. Elsa y Jung compartirán celda en el crucero y serán entregados por la tripulación en el puerto de Ushuaia. A la vez, a través de una grieta de origen desconocido, empezará a ingresar agua al barco.
En el elenco protagónico, Piperno congrega a dos actores no profesionales: el argentino Daniel Quiroga (que tuvo un papel pequeño en “El movimiento”) y la escritora y guionista uruguaya Inés Bortagaray. “Como espectador, me cuesta mucho no vincular la imagen de un actor con la de sí mismo y la de sus trabajos anteriores. A la vez, pienso que, en muchos casos, la formación del actor tiene como contraparte una pérdida de inocencia en el uso del cuerpo. Todo esto hace que vea oficio allí donde preferiría ver una verdad desplegándose delante de mis ojos. Ante un actor no profesional, la cámara registra expresiones y movimientos desprovistos de intenciones y eso es algo que me llena de emoción y que, en definitiva, le sirve al tipo de cine que hago”, sostiene Piperno en declaraciones a LatAm cinema.
Con cierto tono de tragicomedia absurda, la película se estructura en dos relatos que dialogan entre sí. “La separación de la película en dos partes responde al abordaje de las puertas fantásticas como una totalidad abierta y no como una eventualidad en la que se viera envuelto un solo personaje. Me entusiasma construir un sistema en el que distintos personajes puedan entrar por distintas vías y convertirse así en comentario de los sucesos del otro, así como la parte de Filipinas es un comentario sobre la parte de Montevideo”, explica el cineasta, a quien el cotidiano transitar en el barco que cruza el Río de la Plata lo inspiró para realizar este filme.
Las películas de Tsai Ming Liang hasta “No quiero dormir solo” y de Robert Bresson, especialmente “El dinero”, son las principales referencias para Piperno en la que será su ópera prima en largo. En relación a la elección del país del Sudeste Asiático como universo, el cineasta señala que es un resultado del proceso de escritura. “Desde hace algunos meses estamos en contacto con asesores de cultura local y hemos reescrito la película a partir de la realidad del pueblo en donde vamos a filmar. Estas limitaciones o desplazamientos que por azar modifican radicalmente el guión son para mí la base de la escritura y se incorporan a aquello que la película debe poner en relación. En el surgimiento de estas nuevas relaciones reside el hecho poético”, afirma.
La película, cuyo estreno está previsto para mediados de 2018, supondrá el debut en largo del cineasta, productor y poeta uruguayo afincado en Buenos Aires, quien ha sido reconocido internacionalmente por sus cortometrajes, entre los que destaca “La inviolabilidad del domicilio se basa en el hombre que aparece empuñando un hacha en la puerta de su casa”, seleccionado en La Semana de la Crítica del Festival de Cannes. Asimismo, Piperno coprodujo junto a la austríaca Nabis Filmgrooup el largometraje “Parabellum” de Lukas V. Rinner, que tuvo su estreno en el Festival de Rotterdam.
“Chico ventana también quisiera ser un submarino” es una producción de la uruguaya La Pobladora Cine (compañía de Piperno) en coproducción con la argentina Pelícano, la brasileña Desvia y la holandesa Baldr con la distribuidora uruguaya Buen Cine como productora asociada. Cuenta con un presupuesto aproximado de 800 mil dólares y el apoyo de ICAU, Hubert Bals Fund, programa Ibermedia, ANCINE, Intendencia de Montevideo, INCAA y fondo de coproducción NFF+HBF. El estreno está previsto para mediados de 2018.
El proyecto ha transitado una larga etapa de desarrollo, siendo seleccionado en varios laboratorios, incluyendo la Script Station de Berlinale Talents, BrLab, Taller Latinoamericano de Guion del Festival de La Habana y BAL BAFICI, donde fue reconocido por el Premio Binger de Desarrollo. También participó en el Foro de Coproducción del Festival de San Sebastián.