Con una fórmula que combina charlas informativas, consultorías individuales, estudio de casos y pitchings, el BrLab reafirma su vocación latinoamericanista en su quinta edición, que se extiende hasta el próximo 7 de noviembre en la ciudad de São Paulo. Dirigido a proyectos en etapas primarias de desarrollo, la plataforma obra también como uno de los principales puntos de encuentro entre productores y realizadores de Brasil y del resto del continente, una apuesta que tras cinco años de trabajo ha comenzado a dar sus frutos.
“El BrLab nació en un momento en el que muy pocos percibían la importancia de la integración audiovisual entre Brasil con el resto de América Latina. Sin embargo, Brasil cuenta hoy con fondos bilaterales con Argentina, Uruguay y Chile y la Agencia Nacional do Cinema Brasileiro acaba de presentar una línea de apoyo a la coproducción de películas latinoamericanas con participación minoritaria brasileña”, explica sobre la evolución de la plataforma su director, Rafael Sampaio.
Concebido como un espacio de industria que busca aportar a los productores brasileños –y en particular a los paulistas- herramientas para una mejor integración, así como estimular la coproducción con los países de la región iberoamericana, este evento pionero en Brasil cuenta con una agenda intensa que se centra tanto en el guion como en la producción.
Las doce duplas de directores-productores seleccionadas para esta nueva edición tienen la posibilidad de analizar las fortalezas y debilidades de sus proyectos, con un equipo de consultores internacionales conformado por las productoras Agustina Chiarino, Fernanda de Capua y Fernanda del Nido; el guionista y decano de guion de la EICTV Eliseo Altunaga; el consultor de guiones Miguel Machalsky; la cineasta y promotora cultural Paula Astorga, y la directora y escritora brasileña Juliana Rojas.
Pero la propuesta del BrLab va más allá del análisis de los proyectos e incluye una serie de conferencias dirigidas a estudiar temas tan diversos como las oportunidades en el mercado VOD, la importancia de los fondos internacionales, el papel de la prensa especializada, la presentación de proyectos y los marcos legales en materia de coproducción, entre otros.
La propuesta también incluye el estudio de caso de películas de dos coproducciones: la argentina “Paulina (La patota)” de Santiago Mitre y la colombiana “La tierra y la sombra” de César Augusto Acevedo, ambas premiadas en la última edición del Festival de Cannes.
En sus cinco años de existencia, 63 proyectos de 14 países han pasado por el BrLab y la organización estima que entre 2017 y 2018 un total de 32 películas que participaron del laboratorio estarán finalizadas.
A pesar de estas cifras alentadoras, los desafíos del laboratorio continúan siendo los mismos desde su lanzamiento. “Nuestro reto más grande es definitivamente conseguir la financiación del proyecto”, comenta Sampaio. “La situación de los laboratorios de desarrollo es muy delicada en Latinoamérica desde que el Programa Ibermedia ha dejado de apoyarnos, así que estamos trabajando para conseguir fondos que nos permitan darle continuidad al proyecto. En nuestros inicios, el laboratorio era visto como una utopía. Hoy el BrLab es una realidad y los resultados confirman que la integración y la coproducción es el camino a seguir por el cine latinoamericano. Paradójicamente, la única utopía que mantenemos hoy es la de conseguir una financiación estable que nos permita mantener el programa en pie”, concluye.