A pesar de la escasa presencia en las competencias oficiales, con tan solo una película en la Sección Oficial y otra en Un Certain Regard, el cine latinoamericano ha recogido siete premios en la edición 72 del Festival de Cannes, que concluyó el pasado 23 de mayo.
"Nuestras madres" del belga-guatemalteco César Díaz, una coproducción entre Guatemala, Bélgica y Francia seleccionada en la sección paralela Semana de la Crítica, obtuvo la prestigiosa Caméra d’Or, galardón que reconoce a la mejor ópera prima de las competencias oficiales y paralelas. Además de la Caméra d’Or, “Nuestras madres” fue reconocida con los premios que otorga la sociedad de autores francesa (SACD) y el Grand Rail d'Or.
Esta es la cuarta vez en los últimos diez años que la Cámara de oro termina en Latinoamérica luego de que fuese recogido por el filme mexicano “Año bisiesto” de Michael Rowe en 2010, el argentino “Las acacias” de Pablo Giorgelli en 2011 y el colombiano “La tierra y la sombra” de César Augusto Acevedo en 2015.
Por su parte, las dos películas brasileñas en las competencias oficiales también volvieron a casa con sendos reconocimientos: “Bacurau”, dirigida por Juliano Dornelles y Kleber Mendonça Filho, recibió el Premio del Jurado ex aequo con “Les Misérables” de Ladj Ly, mientras que "A Vida Invisível De Eurídice Gusmão", sexto largometraje de Karim Aïnouz, se quedó con el Premio Un Certain Regard.
La presencia latinoamericana en el palmarés de Cannes se completó con “La cordillera de los sueños”, nuevo filme del documentalista chileno Patricio Guzmán exhibido fuera de competición, que fue reconocido con el premio Ojo de Oro al mejor documental, y “Monstruo Dios”, de la argentina Agustina San Martín, que recibió una mención especial en la competición oficial de cortometrajes.
En Cannes, el cine latinoamericano también marcó presencia más allá de las pantallas con varias reivindicaciones políticas. El sábado 18 “Que sea ley”, el documental argentino sobre la legalización del aborto dirigido por Juan Solanas y exhibido en las funciones especiales, tiñó de verde la alfombra roja con integrantes de la delegación argentina y representantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito luciendo el tradicional pañuelo verde en la premiere de la película.
La delegación colombiana, encabezada por los directores Ciro Guerra y Franco Lolli, denunció, a su vez, el crimen de Mauricio Lezama, cineasta y gestor cultural que se encontraba preparando un filme sobre la vida del líder social Mayo Villareal.
También se hizo oír el director brasileño Kleber Mendonça Filho junto al elenco de “Bacurau”, que denunció la intención del gobierno de Bolsonaro de “destruir la cultura y el arte en general en Brasil”.