La Mostra de Venecia, el festival internacional de cine más antiguo del mundo y uno de los más importantes de Europa cerró el pasado 10 de septiembre su edición número 73, en la que el cine latinoamericano volvió a ocupar un lugar destacado en su palmarés un año después de que el venezolano Lorenzo Vigas lograra el León de Oro a la mejor película con su ópera prima “Desde allá”.
En esta nueva edición, el argentino Oscar Martínez se convirtió en el primer actor latinoamericano en llevarse la Copa Volpi por su actuación en “El ciudadano ilustre” de sus compatriotas Gastón Duprat y Mariano Cohn. La película narra, en un tono de tragicomedia, la historia de un escritor ganador del premio Nobel que regresa a su pueblo natal.
Por su parte, el mexicano Amat Escalante compartió el León de Plata al mejor director con el ruso Andrei Konchalovsky por su largometraje “La región salvaje”, un duro film sobre violencia y machismo en el México actual.
En la competencia Horizontes, la paraguaya “La voz perdida” de Marcelo Martinessi se alzó con el premio al mejor cortometraje. La película recuerda el enfrentamiento entre campesinos y policías ocurrido en 2012 en Curuguaty que dejó un saldo de 17 muertos y derivó en la destitución del entonces presidente de Paraguay Fernando Lugo.
Los espectadores del festival confirmaron la buena aceptación que las producciones latinoamericanas están teniendo en competencias internacionales: el colombiano Juan Sebastián Mesa se llevó el premio del público en la Semana de la Crítica con su ópera prima “Los nadie”, un crudo retrato en blanco y negro sobre la juventud en Medellín filmado en siete días y con un presupuesto de tan sólo dos mil dólares.