El cine mexicano se queda con los principales galardones de la primera edición de los Premios Fénix

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El cine mexicano destacó en la primera edición del Premio Fénix, reconocimiento anual con el que la asociación Cinema23 celebra el trabajo de los profesionales de la industria del cine hecho en Iberoamérica, con el objetivo de dar visibilidad internacional, fortalecer vínculos entre las cinematografías de la región y cautivar a un público más amplio.

La gala de entrega tuvo lugar el pasado 30 de octubre en la capital mexicana y reconoció a directores, artistas y demás profesionales de la industria en 12 categorías y 4 premios especiales.

La mexicana “Heli”, de Amat Escalante, se quedó con el premio a la mejor dirección y al mejor guión, mientras que “La jaula de oro”, de Diego Quemada-Diez, fue reconocida como mejor largometraje de ficción, mejor edición y mejor sonido.

Los Fénix a las mejores actuaciones fueron para Lealdra Leal (“O lobo atrás da porta”, de Fernando Coimbra, Brasil), y Viggo Mortensen (“Jauja”, de Lisandro Alonso, Argentina).

También se reconoció a Jordi Morató con el premio al Mejor largometraje documental (“Sobre la Marxa”, España); Julián Apezteguia (Mejor fotografía por “El ardor”, de Pablo Fendrik); José Luis Arrizabalaga y Arturo García (Mejor diseño de arte por “Las brujas de Zugarramurdi”, de Alex de la Iglesia); y a Joan Valent (Mejor música por “Las brujas de Zugarramurdi”).
Además, se entregaron cuatro premios especiales: Premio Fénix a la Trayectoria al director mexicano Arturo Ripstein; Premio de los Exhibidores a Eugenio Derbez por “No se aceptan devoluciones”; Premio al Trabajo Crítico a José Carlos Avellar; y el Premio al Festival Iberoamericano al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.