El Instituto de Cine Mexicano (IMCINE) presentó la décimo segunda edición de su Anuario Estadístico, una publicación indispensable para conocer la situación del cine mexicano en términos de producción, exhibición, distribución, difusión, fomento e integración.
Una de las principales conclusiones de esta edición, que analiza los datos de 2021, es la reactivación del sector. Según el informe, a lo largo del año se estrenaron 70 películas mexicanas, un 24% del total de lanzamientos en el país. Se produjeron un total de 259 largometrajes, lo que supone un incremento del 133% frente a 2020 y el número más alto en los últimos cinco años. Casi la mitad de los largometrajes (116) fueron óperas primas, mientras que solo 66 fueron películas de directoras o directores con tres o más películas, un dato que se puede interpretar positivamente en términos de talentos emergentes o cómo una dificultad de los cineastas para consolidar sus carreras. El 37% del total fueron largometrajes documentales y solo el 2% fueron películas de animación. En términos de paridad, sólo el 25% fue dirigido por mujeres y el 43% estuvo liderado por una productora. En 2021, más de 12 mil de personas trabajaron en el sector cinematográfico, 54% de las cuales se desempeñaron en empleos directos, y el 44% fueron mujeres, aunque el informe no especifica la ocupación de cargos jerárquicos en términos de género.
La asistencia a salas de cine aumentó con respecto al 2020, pero todavía se sitúa en cifras muy por debajo de 2019. No obstante, no son cifras comparables ya que las salas estuvieron cerradas durante varios meses o con aforos limitados. En términos de públicos, la asistencia a películas mexicanas se redujo hasta los 4,9 millones de espectadores, muy por debajo de los 35,2 millones de 2019 e incluso de los 7,6 millones de 2020. En cuanto a la cuota de mercado, el cine mexicano se redujo a un 4% (frente al 10% de 2019), mientras que el cine estadounidense acaparó el 91,45% y el cine latinoamericano apenas alcanzó el 0,24 %. Ninguna película mexicana se situó en el top 10, que estuvo copado en su totalidad por producciones estadounidenses. El filme mexicano más taquillero fue “El mesero”, que se ubicó undécimo en el ranking con un millón de espectadores, muy por debajo de los 2,3 millones de la siguiente.
El parque exhibidor mexicano se encuentra altamente concentrado en dos grandes cadenas que copan el 95% de la cuota de mercado: Cinépolis el 75,15% y Cinemex el 19,84%. El 5% restante se divide en cines independientes mexicanos y algunas compañías internacionales. En el caso de los espacios alternativos de exhibición, solo el 6% que registró funciones durante 2021 indicó no haber tenido afectaciones por la pandemia.
En términos de servicios de streaming, existen 33 plataformas disponibles en México, 43% más que en 2020. Netflix invirtió 300 millones de dólares en producción de contenidos en México en 2021, mientras que otras compañías de streaming como HBO MAX, Disney+, Paramount Plus, Amazon Prime Video, Claro video, Blim y Star+ comenzaron a incursionar en la producción de títulos originales para México; esto se reflejó en un aumento del 13% en la oferta de producciones nacionales en catálogo con respecto al año anterior.
El número de cortometrajes registrados en 2021 aumentó un 19% interanual con 842 cortos producidos, de los cuales 58% fueron en imagen real, 32% documental, 8% animación y 2% experimental. Estos números auguran un futuro prometedor para la producción de cine nacional que está en línea con el aumento de óperas primas de largometraje.
En términos de financiación pública, el 56% de los largometrajes fueron producidos con el apoyo de fondos estatales, poniendo en evidencia la relevancia de estos instrumentos de financiación para el cine nacional; el Anuario incluye un útil listado de las líneas de financiación disponibles tanto a nivel nacional como local. Medio centenar de las producciones fueron realizadas bajo esquemas de coproducción; entre los países socios más habituales destacan Estados Unidos (18 títulos), España (8), y Argentina y Francia con 6 cada uno. En términos de presupuesto público, el 42% de los fondos disponibles se centraron en producción, el 14% en desarrollo, el 23% en escritura de guion y apenas el 7% en distribución y exhibición.
Por primera vez, el Anuario dedica un capítulo a la diversidad en el período entre 2017 y 2021. En esos años, se produjeron una treintena de películas comunitarias, se incluyeron 24 lenguas originarias en los diálogos (maya, zapoteco y tsotsil las más frecuentes) y más de un centenar de películas fueron realizadas por cineastas indígenas o afrodescendientes, o con una temática relacionada con los pueblos originarios. Este año, además, el informe incluye algunos textos especializados en torno a temas de interés, como cine comunitario, accesibilidad audiovisual, producciones para audiencias infantiles o cine mexicano LGBTIQ+.
El informe también incluye datos de la Cuenta Satélite de la Cultura de México. Según esa publicación, el PIB de la cultura representó el 2,9% del total del país en 2020. El sector medios audiovisuales generó unos 180 mil puestos de trabajo, de los cuales el 34,1% se concentraron en el ámbito de internet, el 16,8% en televisión y el 13,4% en el sector del cine.