Entre el 24 y el 31 de octubre se llevará a cabo la 11ª edición del Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC), que exhibirá en distintas sedes de San José 12 títulos incluidos en la Competencia Centroamericana y Caribeña de Largometraje, y 12 cortos costarricenses que compiten por el premio al mejor cortometraje nacional.
El equipo programador de esta edición apostó por una selección representativa de varios países de la región. En la Competencia Centroamericana y Caribeña de Largometraje participan la dominicana “La hembrita” de Laura Amelia Guzmán, la nicaragüense “La hija de todas las rabias” de Laura Baumeister, la puertorriqueña “La pecera” de Gorimar Marrero, la panameña “Las hijas” de Kattia Zúñiga y las cubanas “Vicenta B.” de Carlos Lechuga, “Llamadas desde Moscú” de Luis Alejandro Yero y “El caso Padilla” de Pavel Giroud. Varios de estos filmes son coproducidos junto a países de Latinoamérica y Europa. Completan la selección cinco coproducciones costarricenses: “Baladi Aldaia” de Ishtar Yasin, coproducida junto a Chile, Irak y Egipto; “Domingo y la niebla” de Ariel Escalante, coproducida con Qatar; “Guián” de Nicole Chi, coproducida con Estados Unidos; “Órbita” de Clea Eppelin, coproducida junto a Chile; y “Tengo sueños eléctricos” de Valentina Maurel, coproducida junto a Bélgica y Francia.
Las obras que conforman la programación se exhibirán además en distintas zonas de Costa Rica a través de la etapa itinerante del festival, que traslada su programación a zonas donde no existen salas de exhibición, fomentando la formación de audiencias. “Nuestro lema para esta edición es “Cine en todas partes”. Reforzamos la etapa itinerante con visitas a comunidades, donde compartimos proyecciones y talleres con estudiantes y familias, a la par que nos conectamos con distintos espacios culturales del país. Esto nos ha permitido realizar exposiciones, talleres y charlas que enriquecen la experiencia del cine contemporáneo para nuestras audiencias”, explica a LatAm cinema Fernando Chaves Espinach, director artístico del CRFIC.
En su década de historia, el CRFIC se ha posicionado no sólo como una plataforma del cine independiente de Centroamérica, sino también como un espacio de industria fundamental para los proyectos de dicha región, aunque este año las actividades de industria no coinciden con el desarrollo del festival: “En los últimos años hemos realizado el CRFIC en junio. Este año, por distintos procesos administrativos del Ministerio de Cultura y Juventud, que produce y financia el festival, debimos aplazarlo a octubre. El Centro de Cine, en alianza con Tres Puertos (Chile), realizó actividades del área de Industria en junio y el próximo año se retomará el festival en junio y, en conjunto, la crucial sección de Industria”, explica Chaves Espinach, quien opina que, en tiempos complejos en lo relativo a política, economía y migración, “un festival puede y debe ser un espacio de defensa de la libertad artística y de expresión, del arte y de sus trabajadores”.
“Hemos sido y seguiremos siendo un festival para Centroamérica. Los talleres en línea y presenciales tienen espacios para ticos y vecinos; nuestra programación busca incluir sus obras y algunos apoyos de industria también los abarcan. De modo que esperamos que se entienda internacionalmente que si alguien quiere tomarle el pulso al cine de Centroamérica, puede confiar en que el CRFIC le dará una buena introducción”, concluye el director artístico del certamen.