DocsMX analiza las claves creativas e institucionales del crecimiento del documental colombiano

Festivales - México

“Somos uno de los países más fáciles de coproducir” afirmó esta semana la directora de la Comisión Fílmica y Promoción de Proimágenes Colombia, Silvia Echeverri, durante un panel dedicado a su país, como parte del foco que le realiza el 12º Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DocsMX).

Colombia no exige convenios binacionales y sólo solicita que el 20% del total del presupuesto sea nacional, así como los equipos técnicos y artísticos. “Incluso el director puede no ser colombiano y en esos casos también analizamos la situación puntual” acotó la jerarca. Para avanzar en esta dirección la coproducción ya tiene que estar confirmada y debe contarse con un aval del Ministerio de Cultura.

Con los aportes de los exhibidores, distribuidores y productores se financia este Fondo, que Proimágenes lo devuelve al sector mediante convocatorias públicas. A este instrumento se le suman los estímulos tributarios que tienen los inversores y donantes de películas, a quienes les devuelven alrededor del 50% de la inversión vía impuestos. “Esto hace que el riesgo de la inversión disminuya, porque sabemos de lo difícil que es recuperar las inversiones en taquilla, y es de esta forma que Colombia ha logrado darle el dinamismo necesario a la industria nacional para salir del amateurismo que tenía nuestro cine hasta 1998, cuando se fundó nuestra corporación” detalló la directora.

El Fondo de desarrollo dinemagráfico (FDC) suele financiar alrededor de seis documentales al año y en 2016 entregó en torno a 567 mil dólares a proyectos documentales: diez en desarrollo con 10 mil cada uno, cuatro para producción con 66 mil dólares, dos para postproducción con 27 mil dólares cada uno y ocho cortos con 19 mil dólares por filme.

Otro de los panelistas, el director colombiano Simón Hernández (“Pizarro”) advirtió que pese a estas mejorías, la exhibición es el reto mayor hoy. “Sin dudas que el Fondo es maravilloso y que abrió un camino que estaba trabado, pero ahora el dilema es la distribución”. En este sentido los documentalistas independientes se están organizando de forma horizontal en una nueva asociación: DoCo. “Nuestro desafío pasa ser cómo generar alianzas y redes de salas, siguiendo ejemplos como Argentina, que desde el ámbito público revitalizó sus circuitos de exhibición y distribución” valoró Hernández.  

Asimismo, destacó experiencias como las de Natalia Orozco, que sin recursos para invertir en campañas y apoyada en la “creatividad de la militancia” para las redes sociales, logró una taquilla de 9 mil espectadores para “El silencio de los fusiles” en su primer fin de semana en salas comerciales, cuando el objetivo eran mil. “También fue gracias al apoyo del FICCI, que demostró que un festival también se puede abrir con un documental” acotó la directora presente en la sala y en referencia a la última edición. “Sin dudas que Colombia debe apostar más a esto, especialmente en nuestro género” le respondió su colega.

Sobre ese último punto, Echeverri agregó que además del “increíble FICCI por su talla mundial y porque abre espacios de industria y formación, hay muchísimos festivales que crecen cada año y que son la alternativa a la exhibición comercial como el BIFF, BOGO, Cali, Barranquilla, o Bucaramanga, entre otros”.

Boris Guevara, quien fue el encargado de la estrategia comunicacional de las FARC-EP durante los diálogos de paz en La Habana, reclamó la necesidad de contar historias propias. “El 90% de los jóvenes que ahora somos parte de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, tenemos entre 17 y 35 años, y no hemos tenido la oportunidad de contar nuestras historias. Queremos mostrarle al mundo que hay otras historias de la Colombia profunda, tenemos una historia que se ha contado poco y que dista de las que se pueden escribir en un escritorio desde la ciudad. Hasta podemos hacer películas de ciencia ficción, que son casi como de James Bond: los infiltrados de la guerrilla en la base del ejército colombiano, por ejemplo” remató.

Dentro del Foco Colombia del DocsMX, se estrenó una de estas historias que no suelen ser contadas y cuyo público debe generarse. La serie “Colombia Bio” cuenta con nueve documentales recientemente finalizados que realizaron distintos directores colombianos durante expediciones científicas que preservan e investigan la biodiversidad que tienen las regiones en flora y fauna.

“Combinamos el arte del cine con la ciencia, como forma de acercar este tema a nuevas audiencias” explicó a LatAm cinema el productor de la serie, Juan López. Cada capítulo estará disponible en tres formatos: para televisión (en una alianza entre la pública Señal Colombia y los medios privados), en una versión web y como películas para festivales de cine documental. “Queríamos estar en el DocsMX porque nos interesan estos espacios donde el documental es protagonista y porque la preservación de la biodiversidad tiene los mismos problemas desde México hasta el sur del continente” agregó López.