• Dennis Ruh, director del European Film Market

    Dennis Ruh (Foto © Angela Regenbrecht).

Dennis Ruh, director del European Film Market

Director del European Film Market (EFM) desde 2020, el alemán Dennis Ruh tuvo que hacer frente a todos los cambios que trajo la pandemia, algunos de los cuales han llegado para quedarse. En esta primera edición presencial tras el azote del virus, que es la tercera de Ruh al frente del mercado de industria de la Berlinale, las cosas se miran ya con renovado optimismo.

 

Formado en Alemania y España, Ruh inició su carrera en el Festival Internacional de Oldenburg, del que fue codirector. Antes de incorporarse al EFM, pasó por la productora-distribuidora Independent Partners Film y dirigió el departamento de relaciones internacionales de la plataforma alemana de promoción German Films.

¿Qué cambios ha experimentado la industria desde su nombramiento como director del EFM en 2020 y hacia dónde cree que va a evolucionar?

Yo fui nombrado justo después del EFM 2020, la última edición física antes de la pandemia, así que tuve que organizar la primera edición virtual del mercado, que fue desafiante, interesante y emocionante, todo al mismo tiempo. El cambio principal de estas últimas ediciones había comenzado a gestarse ya desde antes y, por necesidad, tuvo que acelerarse a una velocidad increíble. Estoy hablando de la creciente digitalización de nuestra vida personal y profesional, a la que la pandemia le dio un enorme impulso.

Lo primero fue recrear la estructura de la industria en el espacio virtual y desarrollar herramientas técnicas y soluciones de software. Cuando las restricciones empezaron a levantarse lentamente –y en algunas partes del mundo fue en el segundo año de pandemia–, algunos países como los latinoamericanos parecían estar muy lejos que nunca, con las prohibiciones de viajar a Europa todavía vigentes. La posibilidad de que la industria participara en el espacio virtual fue crucial para contactar socios potenciales, comprar y vender contenido, participar y obtener inspiración e ideas en los foros de industria. Pero ahora, después de dos años digitales, ya es hora de volver a la presencialidad.

Hábleme de esta vuelta, ¿alguna iniciativa nueva?

La vuelta está siendo espectacular, también en términos de representación de América Latina. Estamos muy contentos de dar la bienvenida a 20 empresas de 15 países latinoamericanos, incluyendo Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela. Diez de esas compañías asisten por primera vez al EFM bajo el primer Caribbean Umbrella Stand, integrado por profesionales de Barbados, Cuba, República Dominicana, Haití, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente, Las Granadinas y Surinam. En cuanto a los screenings, se exhibirán  31 películas y series, 24 de las cuales son estrenos y 11 forman parte del programa oficial de la Berlinale.

Otra actividad del EFM con importante participación latinoamericana son los programas “Toolbox”, concebidos específicamente para dotar a los cineastas pertenecientes a grupos marginados y subrepresentados con inteligencia de mercado, herramientas de negocio y conexiones. En esta actividad, en la que tenemos participantes de Venezuela, Brasil, Colombia y el Caribe, estamos colaborando con la asociación Nicho54 de Brasil y Proimagénes de Colombia. 

¿Qué va a quedar de todos estos cambios que forzó la pandemia? ¿Se impondrán los formatos híbridos?

El EFM 2023 vendió todos los espacios del área de exposición. Es maravilloso ver el enorme interés de nuestros expositores y participantes en volver a formar parte del mercado físico. El enorme impulso técnico que trajo la pandemia se incorporó en la infraestructura. Trabajamos mucho para recrear la estructura del mercado en el espacio virtual con stands digitales, proyecciones en línea, un programa de conferencias y oportunidades de networking. Con el regreso al mundo físico, nada de esto ha desaparecido. El resultado es una gama más amplia de posibilidades. Para los productores, las oportunidades on-line siguen siendo complementarias. Por ejemplo, las proyecciones y el VOD después del mercado. También presentamos Producers & Project Pages, una nueva herramienta con la que los productores podrán crear su propio perfil y presentar sus proyectos. La infraestructura del mercado ha sido optimizada para los participantes que no pueden asistir en persona, lo que nos permite ofrecer una experiencia de mercado de vanguardia.

Una tendencia en América Latina en distintas áreas del sector: la voluntad de unir fuerzas para obtener sinergias, para lograr juntos más de lo que se conseguiría individualmente.

Este año hay siete proyectos latinoamericanos en el Mercado de Coproducción, ¿cómo valora la presencia de la región?

En realidad, sería una pregunta para el Mercado de Coproducción de la Berlinale, una iniciativa que si bien está bajo el techo del EFM, no depende de nosotros ni financiera ni curatorialmente. Sin embargo, trabajamos juntos. Según datos de mi colega Martina Bleis, comisaria del Mercado de Coproducción de la Berlinale, este año se presentan 33 proyectos, cinco compañías, 10 series dramáticas y 11 libros. Según Martina, este es un año realmente fuerte con siete proyectos de largometraje, tres de los cuales son de Brasil, y los demás de Argentina, México, Chile y Colombia. Además,  la compañía chilena Quijote Films participa en el programa Company Matching y hay un proyecto de serie argentino seleccionado en Co-Pro Series. Si bien la región ha estado un poco menos presente en los últimos años, en esta edición podríamos hablar de un verdadero regreso.

En términos generales, ¿cómo percibe a la industria latinoamericana en este momento?

El número de películas y proyectos provenientes de América Latina sigue siendo enorme, aunque las condiciones son difíciles en algunos territorios de la región. Tengo grandes esperanzas en que los cambios políticos en Brasil tengan una influencia positiva. La restauración del Ministerio de Cultura del Brasil es el primer paso hacia la reactivación de la financiación pública, pero lógicamente, el proceso tomará su tiempo.

¿Se aprecia alguna tendencia en la región en materia de industria?

El stand caribeño y la mayor representación de los países latinoamericanos sugiere una tendencia que también es apreciable en otras áreas del sector: la voluntad de unir fuerzas para obtener sinergias, para lograr juntos más de lo que se conseguiría individualmente. Y esta tendencia puede confirmarse en los campos de producción, distribución y promoción. Este es un fenómeno mundial en la industria y está conduciendo a otro nivel de colaboración. La sostenibilidad económica es un factor prioritario a considerar a la hora de establecer un modelo de negocio que pueda funcionar en el futuro.

¿Las agencias de venta europeas siguen interesadas en la producción latinoamericana?

Las películas seleccionadas por la Berlinale en su programa oficial están bien representadas por agentes de ventas internacionales. La mexicano-danesa-francesa “Tótem”, en competencia oficial, está a cargo de Alpha Violet; “El eco” (México/Alemania) está distribuida por The Match Factory y “Adentro mío estoy bailando” (Austria/Argentina) por Films Boutique, ambas en la sección Encounters. En las otras secciones, tenemos la película argentino-francesa “El castillo”, gestionada por Luxbox, la mexicano-sueca “Heroico”, a cargo de Wild Bunch, y las brasileñas “Propriedade” e “Infantaria”, representadas por Loco Films y FiGa Films, respectivamente.

Como se puede ver, hay muchas películas coproducidas también con socios europeos, y también hay filmes pre-vendidos, como la próxima película argentino-alemana de German Kral, “Chau Buenos Aires”, que, con ventas a cargo de Beta Cinema,  refleja la larga relación de coproducción entre Alemania y Argentina. Beta ya ha manejado títulos de la región en el pasado, lo que también ocurre con el resto de agentes de ventas mencionados, lo que acredita la continuidad en las carteras de los agentes de ventas internacionales.

En cuanto a las coproducciones con Europa, ¿cree que podrían impulsarse nuevos acuerdos?

Aquí me gustaría mencionar una vez más el contexto actual de Brasil. Es necesario el restablecimiento de políticas centradas en el ámbito internacional. Los tratados bilaterales de coproducción y los esfuerzos en la promoción internacional siguen siendo esenciales para el reconocimiento internacional de las producciones locales. Muchos tratados ya están en vigor y deben promoverse.