Diego Briceño y Katia Paradis, miembros de la Fondation AlterCiné
Creada por Brazilian Content, Cinema do Brasil y Projeto Paradiso, Show me the Fund busca conectar a los productores audiovisuales con fondos de financiación de todo el mundo. El proyecto parte de una investigación realizada en 2020 por LatAm cinema en la que se seleccionaron 50 oportunidades de financiación abiertas a productores de toda Latinoamérica. En 2021, el proyecto se convirtió en una plataforma digital que apuesta por la democratización de la información para el desarrollo del audiovisual en Brasil y el resto de la región. Ese mismo año, lanzamos Focus on Funds con el objetivo de ahondar en la información ofrecida en Show me the Fund. Esta entrevista ha sido incluida en la revista digital Nº49 de LatAm cinema.
Creada en 2001 en memoria del cineasta canadiense Yvan Patry, la Fondation AlterCiné busca apoyar la realización de documentales que cuestionan la realidad, enriquecen nuestra comprensión del mundo, y propician la reflexión sobre la necesidad y las posibilidades de transformarlo desde una perspectiva de paz, justicia, igualdad y pluralismo. Con este objetivo, la Fundación ofrece becas anuales de 10.000 o 5.000 dólares canadienses (unos 7.800 y 3.900 dólares americanos, respectivamente) a jóvenes cineastas de África, Asia y América Latina.
En sus 21 ediciones, el fondo ha recibido cerca de 2.000 proyectos documentales de 75 países, y ha otorgado ayudas a un centenar de cineastas, de los cuales 49 son mujeres. Los brasileños “Germino pétalas no asfalto” de Coraci Ruiz y Julio Matos, “A queda do céu” de Eryk Rocha y Gabriela Carneiro da Cunha y “O policial e a pastora” de Alice Riff; los mexicanos “Cruz” de Teresa Camou Guerrero y “Volverte a ver” de Carolina Corral Paredes, “Migrantas” de Loreley Unamuno y Malena Bystrowicz (Argentina), y “El silencio del topo” de Anais Taracena (Guatemala), son algunos de los proyectos latinoamericanos que han recibido apoyo de AlterCiné en los últimos años.
Diego Briceño es un productor y gestor de contenidos colombiano-canadiense con más de 20 años de experiencia. Dirige Cuiba Média, es cofundador de Makila y cocreador de Cuban Hat Project. Actualmente, además de formar parte de la junta directiva de AlterCiné, trabaja como Senior of Diverse Community Content en el Canada Media Fund. La productora y directora Katia Paradis, por su parte, integra la junta directiva de AlterCiné desde 2013 y dirige la productora Yaha Films.
¿Cómo nació AlterCiné y qué cambios ha experimentado en sus más de 20 años de existencia?
AlterCiné fue creada en memoria del documentalista canadiense Yvan Patry, que un año antes de morir expresó su deseo de crear una fundación para cineastas de los países del Sur, convencido de que el cine era una herramienta inteligente para contribuir a resolver los grandes desafíos de esta región. Los fundadores, ellos mismos documentalistas, trabajaron en Ruanda y en Eritrea, pero también en México y El Salvador, donde realizaron películas en la década de los 90. Su objetivo con la Fundación era apoyar a cineastas con una mirada propia que quisieran darles voz a las víctimas y reparar injusticias. Desde entonces, AlterCiné está integrado por un puñado de personas apasionadas por el cine y el fortalecimiento de los derechos humanos, que ofrecen su tiempo para avanzar con esta misión.
¿A quién están dirigidos los fondos?
Las becas se otorgan a cineastas que han nacido y que residen en un país de América Latina, África o Asia. La convocatoria está abierta sólo a directores, no a productores. No hay restricciones en cuanto al idioma, estilo, espíritu del proyecto; la Fundación no interviene en el proceso creativo de la obra una vez los fondos son otorgados.
Buscamos proyectos documentales creativos y que asuman riesgos, proyectos con una ética irreprochable, que no tengan miedo de ir a contracorriente.
¿Qué tipo de proyectos encajan mejor en la línea editorial de AlterCiné?
Buscamos proyectos documentales creativos y que asuman riesgos, proyectos con una ética irreprochable, que no tengan miedo de ir a contracorriente y se enfoquen en temas relacionados con la defensa de los derechos humanos, en un sentido amplio, incluyendo tanto los derechos de las mujeres, derechos sociales, económicos y medioambientales como los derechos a la cultura, al arte y a la creación. Los proyectos que seleccionamos se destacan por el punto de vista único de sus realizadores y la calidad de la relación del cineasta con sus protagonistas.
¿Han detectado tendencias de algún tipo en los proyectos de ediciones anteriores?
Vemos mucha creatividad en el lenguaje cinematográfico, y propuestas que cada vez son más personales y únicas. También estamos viendo más coproducciones con otros países del Norte, pero es importante resaltar que AlterCiné solo apoya a las y los directores del Sur con proyectos en los que éstos demuestren mantener el control creativo de sus obras.
¿Cuál es la relación de AlterCiné con Latinoamérica?
La Fundación tiene una larga trayectoria apoyando las y los documentalistas latinoamericanos comprometidos con temas de derechos humanos. De hecho, fue un proyecto argentino, “Raymundo” de Ernesto Ardito y Virna Molina, el que ganó la primera beca otorgada por AlterCiné en 2001. Hasta la fecha hemos apoyado proyectos de Argentina, Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, México, Salvador y Guatemala, películas con temas muy diversos pero que tienen en común el hecho de contribuir al paisaje cinematográfico mundial con miradas propias y que quieren a la vez denunciar injusticias y mejorar el mundo en el que vivimos.
¿Qué consejo les darían a los cineastas latinoamericanos que están pensando en presentarse al Fondo?
La Fundación recibe proyectos en todas las fases de producción, desde el desarrollo hasta la postproducción. El 15 de agosto de cada año es la fecha límite para presentarse. Aconsejamos mandar la propuesta lo más desarrollada posible con un punto de vista personal, claro y único. La selección es muy competitiva, pero leemos con atención todos los proyectos que recibimos. Nos interesa conocer la visión del cineasta, su forma de tratar formal y narrativamente su tema, y también queremos que nos explique por qué es la mejor persona o grupo de personas para contarla. Por último, nos interesa saber el impacto que podría tener la película para sensibilizar un público o generar cambios en la vida de una persona, comunidad o país.