Elena Vilardell, Secretaria Técnica y Ejecutiva de Ibermedia
En sus casi 23 años de historia, Ibermedia ha transformado un sueño que prometía ser espinoso en una realidad tangible para la producción cinematográfica independiente en Iberoamérica. A eso hay que añadir los distintos programas de ayuda a la formación, el desarrollo y la coproducción que se han desplegado y han convertido el programa en una pieza clave de la industria de la región.
Desde 1998, Ibermedia ha lanzado 30 convocatorias que han resultado en casi un millar de ayudas a la coproducción de largometrajes iberoamericanos. En estos años se han estrenado algo más de 750 películas y, en total, la cifra de ayudas asciende a 113 millones de dólares.
La valenciana Elena Vilardell pilota el programa desde sus inicios como Secretaria Técnica y Ejecutiva. En LatAm cinema pensamos que era un buen momento para hablar de una coyuntura de crisis que, aunque no en la misma medida, nos afecta a todos, tanto en lo económico como en lo sociopolítico. Y por si fuera poco, una pandemia decidió azotar todos los frentes y, en concreto, el cine, acelerando procesos (sobre todo en lo tecnológico) e instalando abruptos cambios, especialmente en los canales de distribución.
A todas las transformaciones a las que se enfrenta el sector, se suma que algunos de los países integrantes del acuerdo se han retrasado en el pago de las cuotas; e incluso alguno, con cambios políticos y estructurales fuertes en tiempos recientes, ha dejado entrever posiciones dudosas respecto a su continuidad.
Lo cierto es que, con todos los problemas históricos que el programa ha atravesado en estos 23 años y la finura que ha debido ejercer para superar las diferencias administrativas y políticas entre los integrantes, Ibermedia se ha convertido en una herramienta indispensable para la fortaleza y cohesión de la industria cinematográfica en Iberoamérica. Tras 23 años, Ibermedia es hoy un milagro necesario.
Vilardell estuvo en el reciente evento de Iberseries Platino Industria en Madrid, donde mantuvimos esta conversación.
En la mesa redonda de Iberseries Platino Industria moderada por el presidente de la FIPCA (Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales), Adrián Solar, se pasó revista a los cambios implementados recientemente por Ibermedia. ¿Podrías comentarlos brevemente?
Ya hace tres años abrimos una ventana a la animación. Ahora, lo más novedoso es que hemos incluido también las series en el proceso de desarrollo. Eran dos de nuestras preocupaciones: animación y series, que estaban como “dejadas de la mano de Dios”, metidas en las otras convocatorias, y hemos querido reforzarlas. En el caso de la animación, que exige unos presupuestos mucho más elevados y unos tiempos más largos, la hemos apoyado con 30.000 dólares (no con 15.000), y hemos asignado la misma cantidad al desarrollo de series.
Con el desarrollo de series se produjo un debate muy interesante, porque hasta ese momento nosotros apoyábamos cine exclusivamente, pero apoyar el desarrollo de series significaba “abrir” el audiovisual a un mundo nuevo. Porque claro... si se abre a todo el espectro del audiovisual... se abre a todo, no solamente las series.
Debíamos hacerlo por exigencia de los tiempos y por coherencia. La CAACI, por ejemplo, ya lo incluye en sus propias siglas (Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas Iberoamericanas).
En el panel dijiste, no obstante, que quizá habían empezado un poco pronto con las series...
Claro... es que el primer año se presentaron 118 proyectos. Y en el segundo, que incluimos codesarrollo, se presentaron 44, menos de la mitad, y algunos de ellos repetían de la convocatoria anterior. Al final quedaron unos 27, 28...
Lo cierto es que las series están siendo un punto de inflexión en muchas cosas: hábitos de consumo, la tradicional cadena de producción y distribución audiovisual. ¿Qué reflexiones te suscitan estos cambios?
Yo los vivo con normalidad. Todos hemos sufrido lamentablemente la pandemia y ahí se aceleraron enormemente los cambios que señalas. La pandemia ha hecho que las tecnologías se hayan desarrollado tremendamente. Lo que ocurre es que algunas plataformas están actuando simple y llanamente como las majors americanas a mediados del pasado siglo, con sus mismos métodos. Además, antes Hollywood operaba con los directores del país, y ahora llegan a todos los lados. En estos momentos, uno de sus objetivos es quedarse con la propiedad intelectual. A esto tuvimos que reaccionar e incluir en las bases que, si una plataforma se queda con la IP, tiene que devolver inmediatamente toda la ayuda de Ibermedia.
Hay que ser valientes y buscar nuevas fórmulas complementarias de financiación.
También asistimos a una fuga de talento del cine a las series, tanto de productores como de creadores y técnicos...
Lo que a mí preocupa es que desaparezca el productor independiente, del que yo siempre he hecho una encendida defensa. Pero más allá de eso, ¿por qué no apoyar a la coproducción de series? Si hay una televisión implicada, Ibermedia no puede entrar, y menos con una plataforma, pero si hay dos o tres productores independientes, sí. Si ellos la producen y después la venden, fenomenal, no hay ningún problema.
La coproducción de series es ahora nuestra nueva apuesta, pero también viene con un problema: ¿dónde está el dinero, de dónde debe venir? Estamos todos (unos menos y otros más) atravesando una crisis, pedir ahora a los gobiernos que pongan más dinero en Ibermedia... no sé si es el mejor momento.
Yo también creo que hay que ser valientes y buscar nuevas fórmulas complementarias de financiación. Las instituciones tienen un dinero que es para inversión. Y es posible que esto abra una opción realista. Existe un capital que es de subvención... y otro que es de inversión que, con un compromiso real de los productores para que se produzca su devolución, es una posible vía. Pero dinero de subvenciones que se adjudica y puede que se devuelva o no... solicitar un aumento de este capital en estos momentos creo que es difícil. Hemos de explorar nuevas vías.
En España se aguardan los fondos europeos prometidos como agua de mayo.
Del dinero que Europa destinará al ICAA, 3,3 millones de euros van para Ibermedia y, desde la dirección general se ha mostrado interés en invertirlo en nuevas tecnologías aplicadas al audiovisual. Hay que seguir estudiándolo.
Un debate presentado en Iberseries llevaba por título “El español viaja en series”. ¿Vamos a deber a las series que, finalmente, se superen las barreras entre las diferentes variantes del español?
Y es verdad que el español viaja en series. Pero esto empezó con el cine, luego con las telenovelas y ahora con las series se ha multiplicado por mil. Y me parece estupendo. Que se hable con cualquier acento, pero hablamos el mismo idioma.
¿En qué situación se encuentra ahora Ibermedia respecto a la acción en formación?
Se encuentra bastante bien, pero aún puede y debe ser mejorada. Los talleres de Ibermedia funcionaron muy bien; el Taller de Desarrollo de Ideas en La Paz, por ejemplo, fue una maravilla. Es más, aún están trabajando juntos, y era gente de todos los países de la región. Pero creo que hace falta poner el foco en Centroamérica y Caribe. Los talleres que Ibermedia organizaba en Centroamérica y Caribe levantaron enormemente el listón. De ahí salieron proyectos como “La hija de todas las rabias" de Laura Baumeister. Pero esos talleres no se hacen más y el resultado es que no hay proyectos en la actualidad. De entrada, el contacto directo, saber con quién hablas y con quién te vas a embarcar en un proyecto es insustituible. Si hay un problema de formación, las iniciativas no cristalizan en proyectos concretos.
El nivel industrial y creativo de los diferentes países que concurren a las convocatorias, entre otras cosas precisamente por la formación, puede ser muy desigual. ¿Es complejo el proceso de selección?
Las puntuaciones las ponen los analistas. Todos los países han de sacar dos proyectos de coproducción en la primera ronda, siempre que los tengan. Yo creo que todo arranca de la formación, ese es el problema central. Por eso, insisto, creo que hay que apoyar a Centroamérica y el Caribe. Si no, países como Nicaragua y El Salvador no van a presentar proyectos. Es necesario corregirlo. Si nos fijamos en Guatemala, nos encontramos con Jayro Bustamante, pero Jayro se formó en Francia.
¿Cuáles son los datos de aplicaciones de la última convocatoria pendiente de resolución con respecto a los de las anteriores?
Este año se admitieron a trámite 137 proyectos, más o menos en línea con los últimos años. El número va poco a poco aumentando y de forma constante, que es lo importante. Lo del bajón con las series fue debido al codesarrollo, que introdujimos tanto en series como en largometrajes.