Eva Morsch Kihn, coordinadora de programación de Cinélatino Toulouse
Del 24 de marzo al 2 de abril tendrá lugar en Toulouse la edición 35 de Cinélatino, uno de los principales certámenes franceses dedicados en exclusiva al cine latinoamericano.
Además de las competencias y los panoramas, este año el certamen dedica sendos focos al cine colombiano y brasileño, y recibe la retrospectiva de la cineasta mexicana Tatiana Huezo. Por su parte, la plataforma de industria reúne a profesionales de América Latina y Francia en sus dos secciones, Cine en Construcción y Cine en Desarrollo, con el objetivo de ampliar los lazos entre nuestra región y Francia. Por primera vez en esta edición, el certamen tendrá dos profesionales en residencia - Rafael Sampaio de BrLab y la directora cubana Lisandra López Fabé- bajo el formato Studio Cinélatino, un formato que el certamen espera repetir en próximos años, y organizará una asesoría para un proyecto de documental en montaje: “Somos muchas más”.
En paralelo, también durante la semana del certamen, Cinélatino desarrolla el programa Cinema en Région, que promueve la programación de 17 películas regionales con la participación de ocho cineastas en medio centenar de salas periféricas. En el programa de este año se incluyen películas con distribución en Francia, como “Alis”, “La roya” o “Perlimps”. Precisamente el festival también promueve la distribución de largometrajes latinoamericanos en salas francesas, y con ese fin otorga un premio específico a la distribución, entre otras acciones de articulación. También, en el marco del certamen, el programa Pantalla 2023 preestrena algunas películas latinoamericanas que tendrán su distribución en los próximos meses, y son apoyadas con promoción y comunicación específica, especialmente para los cines de Cinéphilae, asociación que reúne 90 cines de arte y ensayo de las regiones de Occitanie y Nouvelle-Aquitanie.
A pocos días del inicio de su edición 35, LatAm cinema conversó sobre las novedades y perspectivas con Eva Morsch Kihn, coordinadora de programación y de la plataforma profesional del Festival.
¿Cuáles son las principales novedades de Cinélatino para esta edición?
El festival tiene una estructura muy estable, de un año al otro mantenemos el mismo esquema. Volvemos a una edición presencial, así que una de las novedades respecto al 2019 es que vamos a tener algunas películas de competencia en cinco cines de la periferia de Toulouse. Hasta ahora, las competencias de ficción tenían dos proyecciones en el centro, este año sumamos una tercera en periferia. Son salas con las que venimos colaborando desde hace muchos años, pero en otras fechas distintas al festival. Sabemos que no lo vamos a lograr en un año, que es un trabajo de medio plazo. Aunque pueda parecer un cambio menor, es una apertura muy grande para el festival, porque vamos a tener presencia sobre un perímetro mucho mayor, una dinámica festivalera fuera del centro y un crecimiento de audiencia para el cine latinoamericano.
¿Y cuáles son las novedades en el programa profesional?
Por un lado, tenemos Studio Cinélatino, un dispositivo en el que englobamos todo lo que tiene que ver con el fortalecimiento de las relaciones entre Occitania y América Latina. En ese marco, este año tenemos dos residentes: Rafael Sampaio, director de BrLab y Claxon, se queda tres meses en Toulouse con el apoyo del Ministerio de Cultura de Francia para establecer vínculos con los directores y las directoras que participan en el festival y los laboratorios de cine latinoamericano. Sampaio también ha colaborado en la curaduría de la sección “Brasil, Cinema y Política” y dará una charla para explicar las líneas editoriales de estos laboratorios. Y también vamos a acoger durante tres meses a la directora cubana Lisandra López Fabé en un programa profesional para el desarrollo de su proyecto de largo de ficción que cuenta con el apoyo de la embajada de Francia en Cuba. Por otro lado, hemos decidido apoyar a un proyecto que quedó en la shortlist de la convocatoria de documentales que hicimos con France 3 y la Región Occitanie, el mexicano “Somos muchas más” de Natalia Lacau y Julia Martínez Heimann. Hemos armado un grupo de expertos que va a dar feedback sobre el montaje, que está en curso, y sobre las posibilidades de circulación.
¿Qué destacarías con respecto a la programación?
A través del foco de este año queremos dar visibilidad a la increíble expansión del cine colombiano, que ha logrado un punto de maduración muy fuerte, con una calidad y una personalidad muy potentes, además de un equilibrio entre directores y directoras. Un barómetro que visibiliza eso es la selección dentro de los grandes festivales, como Venecia, Berlín, Cannes, San Sebastián… Es una señal visible de algo que ya sabíamos, porque la calidad no ha aparecido de repente este año, pero ahora ha logrado tener una fuerte visibilidad internacional. Algo muy importante para destacar es que la política pública ha sabido destacar la singularidad y la personalidad del talento, y acompañarlo en la profesionalización y la internacionalización. En este sentido, hay que recordar que el Fondo de Desarrollo Cinematográfico cumple 20 años. Además de películas y proyectos en el espacio de industria, vamos a realizar un encuentro dedicado a los profesionales franceses sobre cómo coproducir con Colombia. Por otro lado, coincidiendo con el festival, se van a estrenar en salas cuatro películas colombianas: “La roya”, “La jauría, “Los reyes del mundo” y “Un varón”. El otro destaque que quiero hacer es la retrospectiva de la obra de Tatiana Huezo en la sección Otra mirada. Vamos a mostrar toda su producción excepto “El eco”, pues al momento del cierre de la programación era muy pronto para confirmar la fecha en el festival. Con apenas cuatro películas, es una directora que ha logrado tener una voz muy potente en el cine latinoamericano e internacional. Ella va a estar toda la semana y también va a participar como jurado.
A través del foco de este año queremos dar visibilidad a la increíble expansión del cine colombiano, que ha logrado un punto de maduración muy fuerte, con una calidad y una personalidad muy potentes, además de un equilibrio entre directores y directoras.
¿En qué medida crees que el espacio de industria de Cinélatino puede ayudar al posicionamiento del cine latinoamericano en Francia?
Primero, es uno de los pocos espacios dedicados a cine latinoamericano, y el único de este tamaño, con varias actividades que pueden apoyar de diferentes maneras la vida de una película. Así que es un punto de encuentro muy fuerte con la industria francesa por la presencia de personas claves en Toulouse, eso permite que se conecten. También tenemos Cine en Construcción, un espacio que tiene la misma estructura desde hace 20 años, es un apoyo importante para la postproducción de las películas que buscan apoyos para finalizarse y posicionarse. Creo que la manera que tenemos es, por un lado, una estructura estable pero por otro también la flexibilidad para generar proyectos en función de lo que hace falta al momento en el cual se desarrolla el festival. Por ejemplo, como te conté tenemos Studio Cinélatino que puede tomar distintas formas. El objetivo es crear y empujar las alianzas de Occitanie con el cine latinoamericano a través de conexiones humanas continuas.
Respecto a Cine en Construcción, hace unos años hicieron esta nueva alianza con el Festival de Lima. ¿Qué balance hacen de estos años?
Se puede hacer un balance después de cinco o seis ediciones; pero todavía es pronto para hacerlo porque además nos tocó vivir este momento tan particular como el covid. Es una super experiencia el trabajo con el equipo de la DAFO y del Festival de Lima, es muy lindo trabajar con ellos. Pero no me parece posible hacer un balance todavía.
Tras varios años de trabajo con el cine latinoamericano, ¿en qué momento dirías que está hoy?
Es muy difícil responder a un nivel global porque no todos los países están en la misma situación. Por ejemplo en Brasil, por ejemplo, hubo películas, todos esos años que han circulado mucho. pero ahora estamos a la espera de que haya una política pública de apoyo para generar nuevos proyectos y películas. Pero si tenemos que hablar de manera general, hay algo que se destaca, que es la presencia más fuerte de directoras con nuevos personajes y nuevos puntos de vista. Eso me parece muy fuerte y muy presente, completamente apasionante, porque hay muchas sorpresas en estas películas. También hay presencia de directores que tienen un background o que son de los pueblos nativos y también llevan con ellos nuevos personajes, nuevas historias, nuevos puntos de vistas. La tercera cosa que destacaría es que en América Latina hay un expertise de directores y directoras para dirigir actores naturales, lo que ofrece una pluralidad de rostros, de voces, de cuerpos, de ritmos, de manera de moverse, de hablar, de mirar, que es bastante apasionante. Al mismo tiempo hay muy buenos actores y actrices profesionales espectaculares, algunos ya conocidos; pero hay otros muy buenos actores nuevos que son conocidos sólo en los países porque están en la televisión pero se internacionalizan a través del cine.
Este año está previsto que se estrenen una veintena de películas en salas francesas, ¿Cuáles consideras que son los elementos que deben conjugarse para una buena performance?
Eso sería tener una receta mágica (risas). Pero por ejemplo, “Argentina, 1985” tendría muy buena audiencia en Francia, es una lástima que no se va a estrenar aquí, pero sería la típica película política con Ricardo Darin hecha en Argentina, que puede funcionar. Este perfil de película que trata de un asunto político histórico, muy bien actuada con un actor conocido, una estructura bastante clásica funciona. Con el cine argentino hay mucho enlace y conocimiento mediático, hay muchos aficionados al cine argentino en los diarios y en las revistas de cine. También las películas cubanas funcionan muy bien en Toulouse, hay una curiosidad, y creo que en todo Francia. Por un lado gracias a su historia, que nunca tuvo interrupción, con figuras como Tomás Gutiérrez Alea, hay muy buena escuela de cine, buenos profesionales… También hay un público no especializado que se interesa por Cuba, es un país que apasiona. Las comedias políticas con trasfondo social también funcionan. Otros elementos que también dan una visibilidad y un certificado para el público es una selección en Cannes, también Venecia, Berlín o San Sebastián. Después hay películas que a pesar de que no sea un éxito con una audiencia tremenda encuentra su camino. Y lo que es muy importante es la capacidad de la película para movilizar un público escolar. Eso cuenta mucho en el posicionamiento como elemento que permite una buena performance. Estoy pensando, por ejemplo en “Mala junta” de Claudia Huaiquimilla, que es una película que ha funcionado muy bien, tuvo una audiencia increíble a nivel nacional.
¿Qué papel juega el festival como articulador para la distribución de cine latinoamericano en Francia?
Bueno, nosotros lo que queremos hacer es conectar las películas tanto que están en work in progress en Cine en Construcción como los proyectos en desarrollo o películas finalizadas con los profesionales que pueden actuar al nivel de distribución. Esto lo hacemos gracias a los premios, como el premio de Cine+ que damos a la distribución, que implica una precompra garantizada para el distribuidor francés de 15.000 euros. Y después una vez distribuida la película puede entrar en Cinélatino en Region y en todo el dispositivo escolar. Entonces un distribuidor que escoge la película que ha tenido el premio Cine+, puede saber que la programamos en Cine en Región, lo que cambia mucho la vida de la película ya que son 50 salas de la región con la presencia de una gira de un director de América Latina en pequeños pueblos o pequeñas ciudades. Por ejemplo algunos indicadores del rol que tenemos el posicionamiento en marzo de los estrenos de las películas latinoamericanas. Eso indica que cuentan con nosotros para llevar a la audiencia a las salas. El año pasado, por ejemplo, la película de Claudia Huaiquimilla que ganó el gran premio y “Camila saldrá esta noche” encontraron un distribuidor después del festival gracias a nosotros.