• Fiorella Moretti, CEO de Luxbox, una agencia boutique de cine autoral para el mercado internacional

  • Fiorella Moretti, CEO de Luxbox, una agencia boutique de cine autoral para el mercado internacional

    “Clara Sola” de Nathalie Alvarez Mesén.

  • Fiorella Moretti, CEO de Luxbox, una agencia boutique de cine autoral para el mercado internacional

    “Canción sin nombre” de Melina León.

  • Fiorella Moretti, CEO de Luxbox, una agencia boutique de cine autoral para el mercado internacional

    “El perro que no calla” de Ana Katz.

Fiorella Moretti, CEO de Luxbox, una agencia boutique de cine autoral para el mercado internacional

Desde su sede en Francia, Luxbox es una de las agencias de ventas internacionales europeas más conectadas con el cine latinoamericano. En su catálogo se incluyen títulos como “Canción sin nombre” de la peruana Melina León, “Las niñas bien” de la mexicana Alejandra Máquez, “Las herederas” del paraguayo Marcelo Martinessi, “Rojo” del argentino Benjamin Naishtat, o “Chuva é Cantoria Na Aldeia Dos Mortos” de la dupla luso-brasileña João Salaviza y Renée Nader Messorao.

En sus adquisiciones más recientes destacan filmes como “El perro que no calla” de la argentina Ana Katz, filme que resultó premiado en su estreno mundial en Sundance; o “Clara Sola”, debut en largo de la costarricense Nathalie Alvarez Mesén (Costa Rica/ Suecia/ Bélgica), cuya premiere está prevista para este año. También se incluyen en el catálogo algunas obras en etapas más tempranas, como el debut en largo de la brasileña Carolina Markowicz, “Toll”, en fase de producción; o “Martínez” de la mexicana Lorena Padilla, en la que Luxbox también participa como coproductora.

El vínculo con la región no es casual: su fundadora es la peruana Fiorella Moretti, quien antes de desembarcar en Francia trabajó en la distribución de la mexicana Mantarraya Producciones, creó el brazo de distribución ND Mantarraya junto a Jaime Romandía y Carlos Reygadas y posteriormente el sello de ventas internacionales de la compañía, NDM, cuyo catálogo hoy sigue defendiendo. En 2015 crea Luxbox junto al tunecino Hédi Zardi, desde donde también representan obras internacionales reconocidas, como “Lingua franca” de la filipina Isabel Sandoval, “Spring Blossom” de la francesa Suzanne Lindon, “Mimosas” del gallego Oliver Laxe, “Frost” del lituano Sharunas Bartas, la versión remasterizada “Sátántangó” del húngaro Bela Tarr, “Nina Wu” del birmano Midi Z o “Mediterraneo” del italo-estadounidense Jonas Carpignano. En casi todos los casos, las películas de su catálogo han iniciado sus largos recorridos internacionales en festivales de clase A.

LatAm cinema entrevistó a Fiorella Moretti, para conocer más sobre la vinculación de la compañía con el cine regional, su línea editorial y sus perspectivas para este 2021.

¿Cómo enfrenta Luxbox este 2021? ¿Qué titulares pueden compartir?

Lo enfrentamos llenos de energía, sin dejar de ser realistas! Pero estamos muy entusiasmados con los proyectos que están listos para su premier mundial este año. Son películas muy diversas, en su puesta en escena, origen y temática. Tenemos en este momento 6 películas que están aún en postproducción, entre ellas hay cuatro óperas primas y una de ellas es latinoamericana: “Anatolian Leopard” de Emre Kayis (Turquía/Polonia/ Dinamarca/ Alemania), “Between two dawns” de Selman Nacar (Turquía/ Francia/ Rumanía), “Clara Sola” de Nathalie Alvarez Mesén (Costa Rica/ Suecia/ Bélgica), “I want to talk about Duras” de Claire Simon (Francia) y “The Restless” de Joachim Lafosse (Bélgica/ Francia). Creemos más que nunca que la diversidad de puntos de vista marcará la diferencia. Tenemos en nuestras manos propuestas artísticas fuertes y necesarias. Y estamos felices de poder compartirlos para el mayor placer de todos.

¿Cuántas películas adquieren por año, y cuántas de ellas son latinoamericanas?

Solemos trabajar un máximo de ocho películas por año, pero siempre es difícil controlar el calendario exacto de cada película por lo que nos planteamos la flexibilidad de poder manejar hasta 10. No nos imponemos reglas al momento de elegir las películas. Pero junto con mi socio, Hedi Zardi, la diversidad forma parte de nuestra historia personal y creo que eso se refleja en el ADN de nuestro line up. Para nosotros es importante darle a cada película el tiempo y el espacio que se merece y necesita. Y este año en particular nos ha demostrado a todos que tomarse el tiempo es un valor seguro y esencial.

En líneas generales, ¿cuáles son las claves para trabajar con ustedes?

Nos gusta trabajar con directores que tienen una visión original del mundo, que a través de la puesta en escena proponen un punto de vista. Nos atraen las historias fuertes. Y nos encanta volver a trabajar con los directores y productores con los cuales las experiencias han sido positivas y enriquecedoras. Buscamos trabajar con quienes sepan marcar la diferencia y quienes dejarán una impresión. Ser diferente en el planteamiento del tema y audaz en la forma.

Nos atraen las historias fuertes. y nos gusta trabajar con directores que tienen una visión original del mundo, que a través de la puesta en escena proponen un punto de vista.

¿Qué tiene que tener un proyecto para que Luxbox entre como coproductora? ¿Cuál es el mejor momento para presentarles un filme en desarrollo?

El centro de Luxbox son las ventas internacionales. La coproducción es algo que hacemos excepcionalmente y que no estamos buscando desarrollar en este momento. Si aparecen proyectos con directores o productores con los que ya hemos colaborado de forma positiva por supuesto que los leemos con atención. No estamos buscando proyectos para coproducir pero si un proyecto nos entusiasma o impresiona sin duda estaremos listos para unirnos al equipo.

¿Y en el caso de películas en etapa de finalización? ¿Cuál es la mejor etapa para evaluar su representación internacional?

Nuestra relación con cada película es una historia distinta, y hemos llegado a ellas en diferentes momentos, desde el guion hasta películas ya terminadas. Lo ideal es siempre tener la oportunidad de ver la película antes de que el corte sea definitivo.

"Canción sin nombre" es un ejemplo de una película independiente que, además de ser bien recibida en festivales, hoy se puede ver en una de las principales plataformas mundiales. En este sentido, y teniendo en cuenta la expansión de las plataformas VOD y el acortamiento de las ventanas, ¿Cuál es tu análisis de tendencias de cara al 2021, y especialmente pensando en el cine latinoamericano?

Varios de nuestros títulos latinoamericanos han tenido el mismo recorrido que "Canción sin nombre". Es el caso también de "Las herederas" de Marcelo Martinessi y de "Rojo" de Benjamin Naishtat que llegaron a Netflix Latinoamérica después de un gran éxito en festivales, recibiendo premios importantísimos, y siendo estrenadas en más de 15 países. Son ejemplos de recorridos armoniosos que muestran que una película puede pasar por todas las pantallas de difusión, en el momento oportuno, respetando cada experiencia y llegando al mayor número de audiencia.

"El perro que no calla" ha sido muy bien recibida en el circuito internacional de festivales. ¿Es posible compartir ya alguno de sus próximos pasos?

Así es, estamos muy emocionados con la recepción de la película. Después de su paso por Sundance “El perro que no calla” ganó el premio Big Screen Award en Rotterdam y se ha presentado en Miami Film Festival y en San Diego Latino Film Festival. Estaremos anunciando más festivales en los próximos días, así como acuerdos de distribución. La recepción unánime de la prensa solo puede presagiar una buena carrera para la película.

Entrevista realizada por correo electrónico entre febrero y marzo del 2021.