Jaie Laplante, director ejecutivo del Festival de Cine de Miami
Próximo a celebrar su trigésimo aniversario, el Festival de Cine de Miami continúa fortaleciendo su perfil latinoamericano con el relanzamiento del programa Miami Encuentros, para proyectos en desarrollo, y la consolidación del concurso de Opera Prima Lexus para promocionar a los nuevos directores iberoamericanos. En diálogo con LatAm cinema su director, Jaie Laplante, analiza la relación del certamen con el cine latinoamericano y adelanta algunas de las novedades de su próxima edición.
El Festival de Miami celebrará en 2013 su trigésimo aniversario, ¿cuáles son las principales novedades que están preparando para esta fecha tan simbólica?
Vamos a hacer una retrospectiva de nuestros últimos 29 años. Se exhibirán 29 películas, una por día, durante los 29 días antes del comienzo del festival. Los films representarán la historia, el carácter y la personalidad del festival a lo largo de todos estos años.
Lleva casi tres años al frente del MIFF, ¿hacia dónde se dirige el certamen? ¿Cuáles son los principales cambios que podremos ver en las próximas ediciones?
En los próximos años, MIFF seguirá apostando por los mejores directores, en tanto factores de influencia generacional, dentro y fuera de las regiones de habla hispana. Muchos de los cambios estarán relacionados con el público y la forma en que interactúa con los rápidos avances tecnológicos, presentes en todos los aspectos del festival. Además, se sumarán nuevos miembros al equipo creativo, como nuestro nuevo Brand Manager y nuestro Gerente de Entretenimiento; dos nuevos cargos que ya estarán presentes en la edición de este año.
Miami es vista desde Latinoamérica como la principal puerta de entrada a los Estados Unidos. ¿Qué papel juega el festival en la promoción del cine latinoamericano en este país?
El año pasado, los doce directores de nuestra competencia iberoamericana viajaron a Miami para estar presentes en sus proyecciones: Andrés Wood, Carlos Sorin, David Trueba, Sebastián Cordero, Cristián Jiménez, Benito Zambrano, Renato Ciasca y Beto Brant, entre otros. También contamos con la presencia de grandes directores fuera de competencia como Pablo Larraín, que asistió al estreno norteamericano de los dos primeros episodios de la serie de HBO Latin America: “Prófugos”. El hecho de que el festival pueda contar con la presencia de los directores iberoamericanos genera un ambiente muy animado y hace posible que el público comparta momentos muy especiales con los cineastas.
El MIFF puso en marcha este año el Concurso de Opera Prima Iberoamericana Lexus para promocionar a los nuevos directores iberoamericanos. ¿Qué balance realiza de la primera edición de este premio?
El primer año de esta sección contó con una mezcla ecléctica de películas con ciertas características que nos interesaba mostrarle al público. Uno de los aspectos más fascinantes de la competencia fue el jurado, compuesto por tres directores hispanos de Miami que habían completado su primera película el año pasado o el anterior. Lo interesante de su criterio es que no sólo se basaba en el hecho de que ellos también tuvieran sus propias óperas primas, sino en que ellos viven en Estados Unidos y tal vez tienen una forma distinta de ver el nuevo cine iberoamericano.
Las actividades dirigidas a la industria tienen un papel cada vez más importante en los festivales. ¿Qué importancia tiene la sección de industria en el MIFF?
Pronto estaremos anunciando el regreso del programa Encuentros, lanzado en 2003. Encuentros estará celebrando su décimo aniversario, tras un año de descanso en la temporada pasada. En sus nueve ediciones anteriores, esta iniciativa ha sido un gran aporte al avance y el desarrollo de muchas películas importantes de América Latina. Estamos muy entusiasmados porque hemos reinventado el programa. Además, VeoMiami, nuestro mercado digital para obras internacionales con los derechos disponibles en Estados Unidos y territorios de América Latina, estará disponible en nuestra plataforma web para todos los compradores que asistan al Festival. Películas como “Juan de los muertos”, “Heleno”, “Las acacias” y “Un cuento chino” vendieron sus derechos teatrales en Estados Unidos en la pasada edición de MIFF, y otros títulos, como “Espacios inacabados”, también consiguieron distribución a nivel televisivo. En 2013 esperamos un interés similar o aún mayor por parte de la industria del cine.
Como director del MIFF seguramente haya visto gran parte de las películas producidas recientemente en Latinoamérica. Desde su punto de vista, ¿cuál es el cine latinoamericano que más interés despierta en Estados Unidos?
El cine latinoamericano relata historias originales y apasionantes, con raíces en un mundo recreado con gran autenticidad, estas son las películas más atractivas para la audiencia de Estados Unidos. El público estadounidense y el latinoamericano no tienen exactamente los mismos gustos; las películas que se concentran en el estado de ánimo y la textura, en lugar de hacer una clara referencia a los personajes y el diálogo, pueden tener bastante éxito en casa, pero tal vez no conecten plenamente con el público estadounidense. Creo que los cineastas latinoamericanos podrían apostar más por las técnicas de escritura de guiones americanos, sin necesidad de tratar de imitarlos. “Un cuento chino” es un gran ejemplo de esto, ya que sin sacrificar nada de la sensación del cine argentino y su historia, los personajes y el guión realizan un gran trabajo a la hora de descubrir las capas del tema principal y sus tramas secundarias. La película no va a la deriva ni resulta forzada en ningún momento. Incluso en los proyectos menos comerciales, la idea de sacar hacia fuera el estado del ser, en lugar de tratar de capturar un estado interno del ser, es un concepto valioso a tener en cuenta.