Las distribuidoras: Silvia Cruz, Vitrine Filmes España
Vitrine Filmes cumple en 2025 su 15º aniversario como referente de distribución independiente en Brasil. En estos años ha estrenado más de 150 películas brasileñas e internacionales en salas del gigante del continente que fueron vistas por más de cuatro millones de personas.
Dirigida por Silvia Cruz, Vitrine abrió en 2020 una nueva división en la ciudad vasca de San Sebastián, desde donde distribuye cine autoral e independiente en salas culturales del territorio español. Manteniendo el sello autoral, su catálogo incluye obras latinoamericanas como la brasileña “Retratos Fantasma” de Kleber Mendonça Filho, la argentina “Trenque Lauquen” de Laura Citarella y la ecuatoriana “Al oriente” de José María Avilés, que conviven junto con títulos europeos como los portugueses “Diários de Otsoga” de Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes y “Fogo fátuo” de João Pedro Rodrigues, el lituano “En la oscuridad” y los españoles “Las novias del sur” de Elena López Riera y “Fantasía” de Aitor Merino. Vitrine también participa como coproductora de algunas películas. En este momento, tiene en carpeta las argentinas “Olivia” de Sofía Petersen y “Adentro del ruido” de Martina Juncadella, entre otras películas. En los próximos meses estrenará “¡Caigan las rosas blancas!”, el nuevo filme de la argentina Albertina Carri coproducido con Brasil y España, y la panameño-colombiana “Querido Trópico” de Ana Endara. LatAm cinema conversó con Cruz sobre el trabajo de Vitrine en el mercado español.
¿Qué diferencias encuentras entre el mercado español y el mercado brasileño?
Para mí son dos las principales diferencias. Primero, en España el non-theatrical está más organizado, cada comunidad funciona con su filmoteca, cinemateca o su cine club, y hay más oportunidades para la explotación de películas como las que trabajamos -independientes, autorales-. En Brasil hay algunos espacios, pero muchos menos. Y aquí es posible que películas como, por ejemplo, “Trenque Lauquen”, de muchas horas de duración, se puedan explotar en varias ciudades, con bastantes comunidades que funcionan de manera diferente al cine comercial. La otra diferencia grande que veo entre los dos países son las ayudas para distribución. En Brasil hay poquísimas ayudas y las que hay son para películas brasileñas. En España podemos acceder como distribuidores a ayudas para pelis independientes europeas y esto creo que ha cambiado bastante el panorama, ya que influye lo que está en la cartelera. Cuando vas al cine hay películas italianas, francesas, alemanas… En Brasil, por ejemplo, no solemos ver películas de Perú, Bolivia… no hay ayudas para películas latinoamericanas y pienso que deberíamos tener. Ahora sí, por primera vez, hay en Ibermedia una línea de ayuda, pero no es algo tan común ni automático.
¿Cuáles dirías que son las claves para que una película latinoamericana encuentre distribución en España?
No creo que haya claves, o sea, hay cosas que obviamente pueden ayudar, pero que no garantizan nada. Creo que pasar por un festival clase A siempre está bien para llamar la atención y que el agente de ventas también haga una venta para otros mercados europeos, para que los distribuidores también puedan acceder a ayudas en conjunto. Y algunas veces tener una coproducción con algún país de Europa está muy bien también por el tema de las ayudas.
El gran problema del mercado brasileño en este momento tan increíble - con el Oscar, con políticas - es la exhibición.
¿Qué perfil de películas latinoamericanas les interesa estrenar en España y cuántas están trabajando por año?
Son películas independientes, de festivales, de autor. No me gustan ninguna de esas palabras, pero son las que solemos trabajar en nuestro catálogo. Yo diría que una o dos al año, ¿no? Este, tendremos “¡Caigan las rosas blancas!” y “Querido trópico”, el año pasado tuvimos “Trenque Lauquen”.
En abril estrenan “¡Caigan las rosas blancas!”, ¿cómo están diseñando la distribución?
Albertina Carri va a venir a España y vamos a hacer un recorrido por seis ciudades con charlas. En algunas de estas ciudades se harán retrospectivas de su obra, en la Filmoteca de Cataluña, por ejemplo, o en Galicia; y también haremos algunos pases de “Las hijas del fuego”, que es la película que originó “¡Caiga en las rosas blancas!”.
También están coproduciendo algunos proyectos latinoamericanos. ¿Qué perfil de películas latinoamericanas les interesa y cuándo entran en los proyectos?
Creo que no hay una regla general, depende de cómo y cuándo se dé el encuentro de la obra con nosotras. Puede ser en un work in progress o cuando está todavía en desarrollo o también, ya nos pasó, con una película que estaba casi por rodarse. Es más un cine que nos interesa y, principalmente cuando hablamos de coproducción, que es algo más largo y duradero, bastante más que una distribución, también tenemos en cuenta a las personas que están involucradas. Actualmente estamos trabajando de coproductoras en cuatro películas latinoamericanas en diferentes etapas: una en desarrollo, una que va a filmar en dos meses en Argentina, otra que ya está en postproducción…
Con relación a Brasil, son 15 años de Vitrine en la distribución, ¿cómo analizas el panorama del mercado de exhibición brasileño en la actualidad?
Bueno, el mercado de exhibición en Brasil está todavía peor que antes. En la pandemia cerraron muchas salas y no están abriendo nuevas, y, por otro lado, sigue sin haber ayudas para exhibiciones. Para mí es el gran problema del mercado brasileño en este momento tan increíble, con el Oscar, con políticas… Lo que falta sería la exhibición, sin dudas.