• Karen Castanho y Fernando Fraiha de Biônica Filmes

    Karen Castanho, Fernando Fraiha y Bianca Villa.

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    “Turma da Mônica – Lições” de Daniel Rezende.

  • Karen Castanho y Fernando Fraiha de Biônica Filmes

    “Pedágio” de Carolina Markowicz.

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    “Bem-vinda Violeta!” de Fernando Fraiha.

Karen Castanho y Fernando Fraiha de Biônica Filmes

Biônica Filmes lleva una década trabajando con un esquema que combina cine comercial y cine de autor. La productora brasileña suma tres series y 17 largometrajes, incluyendo “Bem-vinda Violeta!”, una coproducción argentino- brasileña dirigida por Fernando Fraiha y hablada en español. Tres veces logró el mayor éxito de taquilla en Brasil -con “Os homens são de Marte... e é pra lá que eu vou!” de Marcus Baldini (2014), “Turma da Mônica – Laços” (2019) y “Turma da Mônica – Lições” (2021), ambas dirigidas por Daniel Rezende-  y es una invitada habitual en los grandes festivales de cine; de hecho, en septiembre asistirá a Toronto y a San Sebastián con la última película de Carolina Markowicz, “Pedágio”. Con un modelo de trabajo y de financiación exitoso, la productora tiene entre sus proyectos “Chico Bento e a goiabeira maraviósa” de Fernando Fraiha, que se perfila como uno de los grandes éxitos del cine brasileño en 2024, así como la próxima película de Anna Muylaert, “A melhor mãe do mundo”. LatAm cinema conversó con Karen Castanho y Fernando Fraiha, socios fundadores de Biônica Filmes.

La productora cumple una década con grandes éxitos de taquilla y con participación habitual en los grandes festivales. ¿Cómo describen este momento de la productora y qué objetivos se trazan para el futuro?

Karen Castanho: Empezamos hace diez años y siempre pensamos que debíamos tener muy claro cuál era el público de nuestras películas, y qué es lo que teníamos que hacer para que la compañía fuera sustentable. Teníamos que hacer películas o series que fueran más comerciales y otras que fueran de autor. Empezamos con proyectos que eran más comerciales, series para HBO y un largometraje muy exitoso, y de a poco fuimos migrando a producir películas de autor. Estamos siempre atentos a producir, por un lado, películas de autor que van a encontrar su público en los festivales internacionales, y también películas que sean comerciales, pero inteligentes y de calidad, para una audiencia mayor.

Fernando Fraiha: Lo que nos proponemos es realizar películas de autor que se comuniquen con la gente y películas de audiencia con más profundidad. Siempre consideramos que eso era una buena idea. 

Los tiempos van cambiando, la forma de consumo y de producción se modificaron, se consolidaron las plataformas, Brasil tuvo muchos vaivenes… ¿Cómo afectaron esos cambios los objetivos que se habían planteado?

FF: En el inicio de la productora, cuando éramos básicamente tres iphones, nosotros hablábamos en broma de los objetivos para la primera década. Decíamos: vamos a intentar hacer la mayor taquilla del cine nacional, y logramos tres; vamos a intentar crear un modelo para hacer una película totalmente financiada por inversionistas, lo logramos también, y vamos a intentar tener una película en uno de los grandes cinco festivales, y por suerte también lo logramos en el último año. Para los próximos años hay otros objetivos, pero creo que también es un objetivo para los próximos diez años el nunca dejar de ser quienes somos ahora. Hay un riesgo grande cuando una productora crece y las cosas se desarrollan, que es perder la identidad. Nosotros peleamos para no perder la esencia mientras crecemos.

KC: Mencionaste el tema de las plataformas, y justamente nosotros nos enfocamos mucho en mantener la propiedad intelectual. Eso nos permitió sobrevivir en estos años de Bolsonaro porque con esos IP que eran nuestros, pudimos traer inversores privados, sin tener que hacer trabajos por cualquier precio que nos impongan las plataformas. Y lo que menciona Fer, de mantener la esencia, es porque nosotros trabajamos muy cerca con los talentos, con las personas, que son la esencia de los proyectos. Siempre tratamos todo de forma directa, así podemos garantizar la calidad de lo que hacemos. Pienso que hay objetivos que se mantienen, queremos hacer éxitos de taquilla, queremos hacer películas para festivales importantes y continuar con esa mezcla de plata pública y plata privada, porque Brasil es un país muy inestable. Y para los próximos años nos encantaría hacer un global hit. Algún contenido que funcione no solo en Brasil, sino que pueda alcanzar audiencias grandes. Es lo que tenemos en mente hoy, pero mantenemos los pies en el suelo. 

“Estamos siempre atentos a producir, por un lado, películas de autor que van a encontrar su público en los festivales internacionales, y también las películas que sean comerciales, pero inteligentes y de calidad, para una audiencia mayor”.

En Latinoamérica es muy difícil  conseguir inversión privada para las películas, ¿cómo lo han logrado ustedes?

KC: Creo que se logra con mucha confianza de los inversores. Nosotros somos muy transparentes y directos. Antes de dedicarme al cine, trabajaba en el mercado financiero y empecé a hacer fondos de inversión para cine. Al inicio, nos sirvió de impulso establecer una muy buena relación con un distribuidor. Encontramos un modelo que era más confiable y más estable, empezamos a atraer poca plata de algunos inversores para testear el modelo. Por suerte, la primera película que hicimos con inversión privada fue muy exitosa, eso nos permitió llamar nuevamente a los mismos inversores para otros proyectos.

FF: Nos tomó un montón de tiempo hacer la primera película, los tres primeros años hicimos muy pocas cosas. Pero logramos hacer algo para mostrar que hacíamos. Es increíble que las cosas hayan evolucionado tan bien, porque el cine no es fácil. 

¿El modelo que tienen es aplicable a todos sus proyectos, por diferentes que sean?

KC: En determinado momento, creamos una lógica de porfolio: los inversores invertían mucho en películas comerciales y poco en películas de autor. Así, podrían tener ganancias importantes en las películas comerciales, pero también participar en una película de autor que va a un festival importante. Entendemos que es importante para el sector no solamente traer inversores para las películas grandes, sino que también se acerquen a proyectos que no sean tan grandes pero que pueden traer ganancias de otras maneras o por el prestigio, o porque cuando combinamos las ganancias de los dos tiene un sentido económico y también un sentido artístico. Una parte de este modelo es que siempre codistribuimos la película, o sea, que participamos con el distribuidor del riesgo de la distribución. 

En el caso de las películas autorales, ¿piensan que son sustentables hoy en día?

KC: Depende de la película. No financiamos las películas de autor 100% con recursos privados, combinamos diferentes formas de financiación: ley, patrocinios, plata privada, coproducción. El riesgo de la parte privada es muy pequeño; intentamos obtener MG o ventas anticipadas para que no haya tanto riesgo. 

¿Qué tipo de proyectos los motivan en este momento?

KC: Nos entusiasma cosas que aún no vimos hechas. Buscamos también novelas que sean importantes y que puedan generar obras audiovisuales interesantes; por ejemplo, Fernando va a dirigir “Jantar secreto” de Raphael Montes. Cosas que sean IP muy importantes o muy diferentes de lo que hemos hecho. Cuando un proyecto llega, tiene que haber muchas ganas de hacerlo. 

FF: Cuando descubrimos algo nuevo es como si afectara nuestro cuerpo, de alguna manera. En el análisis intelectual muchas veces encontramos cosas que no terminamos de entender, pero de algún modo, el proyecto nos genera sensaciones, nos desafía.

 ¿Cómo ven la proyección del cine brasileño ahora que volvieron los apoyos?   

KC: Pienso que los próximos años serán muy exitosos para el cine brasileño. El próximo año tendremos películas de Walter Salles, Karim Aïnouz, Aly Muritiba, Marco Dutra, Anna Muylaert…Tendremos películas de grandes autores para el mercado internacional. Y aquí en Brasil tendremos películas comerciales muy fuertes y bien hechas, una de ellas es la que dirigió Fernando (Fraiha), “Chico Bento e a goiabeira maraviósa”. Y ahora que Ancine retomó el rumbo, pienso que el cine brasileño va a volver. También hacía mucho tiempo que no pasaba esto de estar todos juntos con el objetivo de reconstruir la financiación pública y trabajando para que el cine brasileño vuelva a ocupar los espacios que ocupó en el pasado.

¿Qué pueden adelantar de “Chico Bento e a goiabeira maraviósa”, que como han indicado, se perfila como uno de los grandes éxito del cine brasileño en 2024?

FF: Es la primera vez que hago una película comercial y todavía estoy acostumbrándome a hacer una película tan grande. Pero me encantó la experiencia de trabajar con niños. Los protagonistas son niños de 9 y 10 años. Es muy agradable trabajar con ellos.

KC: Además de ser una película para niños tiene un mensaje muy importante sobre la naturaleza y cómo debemos cuidar de nuestro planeta.