• Lyara Oliveira, presidenta de Spcine

Lyara Oliveira, presidenta de Spcine

Spcine, la entidad municipal vinculada a la Secretaría Municipal de Cultura y Economía Creativa (SMC) de la Prefeitura de São Paulo, acaba de cumplir su primera década de impulso y fomento del sector audiovisual paulista.

Entre las principales políticas llevadas adelante por Spcine, destaca la inversión en producción y distribución de películas a través de diferentes fondos. Hasta la fecha, se han apoyado 718 proyectos por un total de 106 millones de reales (18 millones de dólares) y en 2024 se destinaron otros 53 millones de reales (unos 9 millones de dólares) de la Ley Paulo Gustavo a apoyar 183 proyectos en las líneas de producción, formación, investigación, educación, festivales y eventos. 

Circuito Spcine, uno de los proyectos insignia de la institución, es una red pública de 32 salas con programación variada que busca democratizar el acceso al cine en la periferia. En el ámbito de la difusión, Spcine gestiona dos programas más: Spcine Pay, plataforma online gratuita para todo Brasil, y Cineclube Spcine, proyecto que promueve la exhibición de obras seguidas de debates y formación de agentes locales.

También cabe destacar la transversalización de las políticas afirmativas a través del  Plan de Políticas Afirmativas lanzado en 2019, que establecía como directriz legislativa que todas las acciones y programas de Spcine incorporen mecanismos de inclusión. En esta línea, en junio de 2023 lanzó la Rede Afirmativa, un programa integrado por unas 200 personas beneficiarias de alguna de las políticas afirmativas. 

A lo largo de esta década, Spcine también ha invertido esfuerzos en la formación de profesionales y la internacionalización del sector, con misiones continuas a países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Argentina, Japón, Corea del Sur y el continente africano. La institución también tiene a su cargo la São Paulo Film Commission, entidad que ha sido clave para fortalecer la infraestructura del sector y que, desde su puesta en marcha en 2016, ha asistido a más de 7500 producciones. Asimismo, en 2021 impulsó un programa de Cash Rebate cuya tercera edición se lanzará en breve. 

Lyara Oliveira preside Spcine desde febrero de 2024 tras ocupar el cargo de directora de Innovación y Políticas Audiovisuales de la institución durante tres años. Además,  trabajó como creadora, productora y gestora de proyectos en productoras independientes y canales de TV. Oliveira es doctora en Medios y Procesos Audiovisuales por la Universidad de São Paulo e integra el grupo de investigación LabArteMidia CNPq - Laboratorio de Arte, Medios y Tecnologías Digitales de la ECA-USP. LatAm cinema conversó con ella sobre los desafíos y objetivos de su gestión. 

¿Qué evaluación haces de estos 10 años de Spcine?

Spcine ha experimentado un crecimiento y una maduración significativa, en línea con el ritmo de desarrollo del sector audiovisual de São Paulo. Centrada inicialmente en iniciativas puntuales, la empresa reconoce ahora que el audiovisual ya no puede considerarse de forma aislada, sino como un ecosistema vasto y dinámico que abarca muchas facetas e interacciones.

¿Cuáles son los objetivos a corto plazo?

En los próximos años, el principal objetivo es profundizar en el conocimiento de este ecosistema, que va más allá de la producción de contenidos. Queremos entender la nueva dinámica empresarial, las empresas que están surgiendo, las innovaciones tecnológicas que están configurando el mercado y los retos que plantean las nuevas herramientas como la inteligencia artificial, que están cambiando drásticamente la forma de crear y negociar el audiovisual. La misión de Spcine es proponer políticas públicas integrales y actualizadas que respondan a las necesidades actuales y proyecten un futuro aun más prometedor para el sector, fortaleciendo toda la cadena de producción audiovisual. Nuestro compromiso es que Spcine no sólo siga el ritmo de estas transformaciones, sino que se posicione como referente en la implantación de soluciones que den respuesta a esta realidad en constante evolución. En los próximos años trataremos de fortalecer las asociaciones con nuevos modelos de negocio y explotar las últimas innovaciones tecnológicas para crear un entorno más colaborativo, accesible y sostenible para todos los implicados en el sector audiovisual de São Paulo. 

¿Cuáles identificas como los principales desafíos de la gestión?

Siempre que se inicia un nuevo ciclo de gestión, hay muchos cambios, incluso en nuestro caso, con la continuidad del alcalde Ricardo Nunes. Siempre que hay un cambio de administración, el gran desafío es mantener las acciones, los programas y las inversiones para que los programas no se retrasen o dejen de existir.

“Intentamos que las políticas públicas respondan a las demandas del mundo contemporáneo. Eso significa que siempre estamos revisando, entendiendo, analizando y mirando los datos para seguir haciendo políticas públicas eficaces”.

El Circuito Spcine tiene un alcance muy amplio. ¿Qué lectura tienen de su funcionamiento? ¿Qué nuevos objetivos se marcan?

El circuito SPCINE es sin duda uno de nuestros programas más importantes, sobre todo por proporcionar capilaridad a las acciones de difusión. El año pasado, conseguimos ampliar el circuito en 12 salas y hoy tenemos 32, 28 de ellas gratuitas y en zonas periféricas de la ciudad de São Paulo, donde la proximidad a las salas del circuito comercial es muy difícil.  De esta forma, hemos conseguido crear una programación audiovisual que llega a diferentes partes de la ciudad. Las acciones del circuito Spcine son estratégicas para que los contenido,s tanto del gran cine internacional como del cine independiente brasileño, así como las muestras y festivales que tienen lugar en la ciudad, lleguen a todos los públicos. De cara al futuro, el gran reto es aumentar la movilización del público a las salas. Queremos invertir cada vez más en comunicación local, para que la población entienda el cine como un hábito, un lugar al que puede ir todas las semanas. Este es también nuestro principal reto. Al mismo tiempo, seguimos articulando e intentando hacer viable esta tercera etapa de expansión del circuito, para abarcar aun más lugares y espacios de la ciudad que puedan beneficiarse de las acciones del Circuito Spcine. 

En términos de medidas afirmativas, ¿qué balance hacen y qué retos identifican para el futuro próximo? 

Todas las acciones y programas de Spcine están siempre vinculados a las cuestiones contemporáneas. Eso significa que siempre estamos revisando, entendiendo, analizando y mirando los datos para seguir haciendo políticas públicas eficaces. En cuanto a la red de acción afirmativa, entendemos que sigue siendo importante, sobre todo en este momento en el que hay muchos cuestionamientos sobre la acción afirmativa. Lo que hemos observado es que incluso las instituciones o las personas que cuestionan la acción afirmativa, lo que cuestionan es su eficacia o su alcance; en general, no están totalmente en contra de la acción afirmativa. Entonces, lo que tenemos que seguir haciendo es modular nuestras acciones de acuerdo con lo que entendemos que son las situaciones de los momentos, las situaciones de las épocas, haciendo un análisis histórico, un análisis político y defendiendo aquello en lo que creemos, pero también adecuando las acciones de política pública al contexto contemporáneo.  

¿Qué lectura haces del momento que está viviendo el cine y el audiovisual? 

Afortunadamente, vivimos una situación en la que el audiovisual y el cine están en el punto de mira. Cada vez utilizamos más el audiovisual para comunicarnos: desde la comunicación interpersonal hasta el consumo de entretenimiento. Y el sector audiovisual también se ha entendido como un sector económicamente muy importante. Así que lo que vemos, por ejemplo, aquí en Brasil y en otras partes del mundo, son instituciones que se fortalecen cuando se centran en el sector audiovisual. Así lo hemos visto internamente aquí en Brasil, donde están surgiendo empresas audiovisuales y programas específicos dentro de los gobiernos locales y regionales destinados a la producción audiovisual. Y el gobierno federal también está interesado en que la industria audiovisual genere puestos de trabajo e ingresos y se convierta en una industria económicamente sostenible, además de ecológicamente sostenible. 

En Ventana Sur firmaron un acuerdo con Montevideo Audiovisual. ¿Tienen intención de seguir ampliando alianzas internacionales con instituciones homólogas? 

Esta situación que vemos que se da en Brasil también se da en diferentes partes del mundo. Así que Spcine está intentando conectar con estas instituciones, estas nuevas entidades, estos nuevos programas que están surgiendo. El reto es fomentar, apoyar e incentivar la industria audiovisual paulista, pero siempre en colaboración con el gobierno estatal, el gobierno federal y otros órganos representativos, otras organizaciones y otros programas que surjan. Spcine pretende mantener y ampliar estas conexiones fuera de Brasil. Así, nuestro último acuerdo de cooperación técnica se firmó con la ciudad de Montevideo y ahora mismo estamos trabajando para hacerlo realidad, para transformar ese acuerdo político que se firmó a finales del año pasado en acciones concretas. Estamos buscando este espacio de enlace con otras instituciones de todo el mundo. Acabamos de volver de una misión en Berlín, estuvimos en el European Film Market con una agenda institucional centrada en el diálogo con otros organismos gubernamentales enfocados en la economía creativa y el audiovisual.

¿Qué significa para ti la función pública? 

Estar hoy en la Administración Pública es un gran honor para mí. Es un lugar de trabajo complejo, donde tenemos que tratar con muchas capas de todo el trabajo que aquí se realiza. Tenemos el trabajo técnico, el trabajo operativo, pero también tenemos la conexión con la sociedad, los vínculos políticos. Cuando hablamos de servicio público, estamos hablando de esta complejidad de acciones que hay que entender en toda su complejidad. Al mismo tiempo, el rendimiento del trabajo en el Servicio Público es muy fructífero. Cuando realmente conseguimos poner en marcha un programa en el que creemos, por el que hemos trabajado durante mucho tiempo, el retorno es enorme. Porque, en general, se trata de programas y acciones que realmente cambian la vida de las personas, que influyen en las empresas, en la economía y en la sostenibilidad de las acciones. Estar en el Servicio Público es una gran responsabilidad, pero también un gran placer, muy gratificante, cuando vemos que los programas por los que trabajamos tan duro ven la luz y marcan la diferencia.