Las comisionadas: Marianna Vargas Gurilieva, directora de la Dirección General de Cine de República Dominicana
El Oso de Plata a la Mejor Dirección para Nelson Carlo de los Santos en el Festival de Berlín por “Pepe” marcó un antes y un después en la cinematografía de República Dominicana. Los logros cinematográficos recientes del país caribeño incluyen también títulos como “La bachata de Biónico” (Mentes Fritas Film Production) de Yoel Morales, que tuvo su estreno mundial en el Festival South by Southwest SXSW en marzo de este año; “Olivia y las nubes” (Historias de Bibi, Guasabara cine, Cine Chani), primer largometraje de animación de Tomás Pichardo-Espaillat cuyo estreno mundial tuvo lugar en el 77º Festival de Locarno; y “Capitán Avispa” (Guerra Films), una animación 3D producida por el músico Juan Luis Guerra, y codirigida entre su hijo, Jean Gabriel Guerra, y Jonnathan Meléndez, que en abril marcó otro hito para la industria local tras alcanzar un récord de asistencia de 26.800 personas durante el fin de semana de su estreno en salas dominicanas. LatAm cinema dialogó con Marianna Vargas Gurilieva, directora de de la Dirección General de Cine de República Dominicana, sobre el buen momento que vive el sector en su país y las perspectivas a futuro.
¿En qué etapa se encuentra actualmente la comisión fílmica?
Si tengo que definirla en una palabra, diría "consolidación". Ya pasamos la etapa embrionaria, tenemos 14 años, somos teens. Los altos y bajos hormonales están mucho más regulados en este momento. De todas maneras, en términos de destino de rodajes, la competencia es bien difícil, sobre todo en un mundo cambiante a nivel de incentivos. No sólo tenemos competidores en Latinoamérica, en realidad hay otras locaciones con las que competimos en el mundo. Tenemos un tanque de agua con el que competimos directamente con Malta. Hay islas en el Pacífico con las que también competimos directamente porque ofrecemos el mismo tipo de locaciones: playas, jungla, montañas. Sudáfrica se ha vuelto un competidor real, más allá de cualquier incentivo que se tenga, también por un tema de disponibilidad y profesionalidad del crew y el idioma.
“La competencia es bien difícil, sobre todo en un mundo cambiante a nivel de incentivos. Sabemos que es fluctuante, no solo en Latinoamérica sino en el mundo entero”.
¿Cómo se adapta República Dominicana a los cambios del sector audiovisual ahora que las plataformas de streaming se han convertido en players clave en materia de producción?
Así como nosotros seguimos la planificación y estructuración hacia fuera, tenemos que ser coherentes hacia dentro. ¿Qué buscamos internamente? Que haya una profesionalización de nuestro equipo. Conscientes de que tenemos un equipo nacional muy joven, buscamos constantemente estar formándolo y exponiéndolo al trabajo. Por ejemplo, para Nicole Melo (coordinadora de Estrategia y Estadística en DGCINE) ir a un rodaje no es algo ajeno. Va a entre dos y cuatro por semana. Damos un seguimiento muy cercano a todo el proceso. También recibimos mucha información y la estamos constantemente procesando para ir, a su vez, identificando las necesidades que se presentan. Fue así que, desde la DGCINE y la comisión fílmica, hemos puesto el énfasis en identificar las necesidades del sector. Desde 2021 hacemos relevamientos sectoriales de capital humano para identificar las necesidades a nivel de crew y para conocer dónde están las áreas de mejora a nivel cuantitativo. Es decir, dónde hay demanda de personal no satisfecha. Ese relevamiento sigue una metodología muy específica cuyos resultados se comparten con las entidades formativas a fin de motivarlas a generar oferta académica y respuesta a esa demanda. Todos los recursos humanos que tu formes, van a insertarse porque hay una demanda. Y para asegurarnos de que haya una adecuada inserción laboral creamos el programa “Mi primer empleo en cine” en producciones nacionales, que ha servido como una especie de gimnasio para los distintos crews. A diferencia de otros países donde muchas personas tendrán oportunidad de trabajar sólo en una película al año, en República Dominicana podrán trabajar en tres, cuatro películas, lo que les dará la suficiente experiencia como para que, cuando llegue la producción internacional, hayas logrado acumular puntos. Por tanto, los desafíos pasan por seguir profesionalizando el sector.
En cuanto a asociatividad, ¿que alcance tienen actualmente los acuerdos regionales, específicamente la Latin American & Caribbean Film Commission Network (LAFCN)?
Es muy importante, sobre todo para nosotros que tenemos condición insular. Uno puede verse tentado a mantener esa mentalidad y quedarse en la isla, pero la manera como República Dominicana ha crecido y se ha convertido en la séptima economía de Latinoamérica y el Caribe es separándose un poco de eso y propiciando el comercio internacional y la asociatividad. Tenemos la dicha de pertenecer a distintos espacios, los caribeños y los latinoamericanos. La LAFCN es esencial para nosotros, con el intercambio de buenas prácticas, sobre todo, y para la búsqueda de asociatividad con otros posibles gremios y asociaciones que de una forma u otra intervienen en la producción. Hay una asociación que es solo caribeña que está un poquito menos activa, pero también se busca y se procura trabajar allí. La LAFCN está en una etapa mucho más madura, capaz de proponer acciones, fijar posiciones y propiciar el intercambio. Nos consultamos constantemente.