Rafael Sánchez, director ejecutivo de los Premios Platino
Los Premios Platino celebran su décima edición el sábado 22 de abril en Madrid. A lo largo de esta década, han contribuido al desarrollo del sector audiovisual latinoamericano, tanto en términos de profesionalización, como de financiación, distribución y difusión. Ahora, los retos de esta iniciativa organizada por EGEDA y FIPCA pasan por seguir apoyando al sector a través del fortalecimiento de la educación y el fomento de la empleabilidad y el mecenazgo en la industria.
Hace diez años, Casa de América, institución cultural icónica del universo iberoamericano en Madrid, acogía el lanzamiento de la que sería la primera edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano, cuya sede fue Panamá. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces. Para empezar, el fuerte compromiso asumido por los medios de comunicación con la cobertura de los premios, pero también el número cada vez más grande de profesionales de la industria que quieren estar presentes y la madurez de la propia organización, que cada año ha sabido dar respuesta a las necesidades de crecimiento de los Premios Platino. Sobre esto y mucho más conversó LatAm cinema en Madrid con Rafael Sánchez, director de Relaciones Institucionales y Comunicaciones de EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales) y Director Ejecutivo de Premios Forqué y Premios Platino.
En estos diez años han pasado muchas cosas, incluyendo la creación del llamado Universo Platino, integrado por las plataformas Platino Educa, Platino Empleo y Platino Crowdfunding, ¿cómo funciona cada una de ellas?
Lo que entendimos con el desarrollo de los Premios Platino es que podíamos realizar otra función muy importante para todos los productores: el desarrollo de actividades que ayuden a la creación y el desarrollo de la industria audiovisual. Fue así que decidimos crear Platino Educa, una plataforma que promueve la alfabetización audiovisual. Entendemos que deben incorporarse los elementos audiovisuales a la escuela como elementos formativos y de educación, tanto para la transmisión de valores como para la educación de los jóvenes. En cuanto a nuestra preocupación por cubrir las necesidades de empleo, hemos creado Platino Empleo, una plataforma que fomenta la contratación de personas que están buscando empleo en el audiovisual. Muchos trabajos tienen una labor temporal en el tiempo, están muy localizados o puede ocurrir que un productor deba trasladarse a otra región para poder producir. Entonces, Platino Empleo se ha convertido en una herramienta muy importante para ese productor que tiene que ir a Galicia, por ejemplo, y que requerirá allí de determinados técnicos, que cumplan determinadas condiciones, desde que hablen inglés a que se muevan en un margen salarial o que estén disponibles en fechas determinadas. Lo que hace la plataforma es un matcheo entre lo que necesita un productor y los perfiles de los que están buscando empleo. Esto agiliza enormemente los procesos de selección, manteniendo la reserva. Es la propia persona que busca empleo la que acepta la posibilidad de proseguir con el proceso de selección y eso genera, lógicamente, mucha confianza. La tercera plataforma es Platino Crowdfunding que, mediante la donación y el mecenazgo, fomenta que puedan hacerse aportaciones a determinados proyectos. En especial, en esta fase inicial observamos a esos nuevos creadores que están impulsando cortometrajes o proyectos más pequeños y que no tienen financiación y que ven la posibilidad de acceder a un número determinado de personas que, porque son muy aficionados o porque están muy comprometidos con la industria audiovisual, están dispuestos a apoyar mediante mecenazgo y donación para que esos proyectos se hagan realidad.
¿Cuáles de estas plataformas están abiertas a Latinoamérica?
Ahora mismo, Platino Empleo y Platino Educa. Platino Crowdfunding, por un tema de las plataformas de pago, está más circunscrita a España, pero estamos viendo la posibilidad de ampliarla. Nuestra vocación con los proyectos Platino es cubrir toda la comunidad iberoamericana.
¿De qué manera pueden participar los productores en estas iniciativas?
Simplemente dirigiéndose a las plataformas, cuyos departamentos de socios dan toda la información necesaria en relación con cualquiera de las tres actividades. Estamos totalmente abiertos. Los productores ya saben que si quieren algo, pueden llaman a EGEDA para hacer todas las consultas que quieran.
Lo que entendimos con el desarrollo de los Premios Platino es que podíamos realizar otra función muy importante para todos los productores: el desarrollo de actividades que ayuden a la creación y el desarrollo de la industria audiovisual.
¿Qué proyectos se han concretado con estas plataformas que valgan como ejemplos paradigmáticos?
Hace poco se ha producido el primer proyecto que entró por Platino Crowdfunding (“Eva y el abedul del Edén”, dirección y guion de Rosa Blas Traisac), una serie de pequeños cortometrajes que fue presentada en el Festival de Málaga. Hay muchos casos de éxito, lo que pasa es que Platino Crowdfunding y Platino Empleo tienen un año de vida, mientras que Platino Educa tiene unos cuantos más.
¿Qué lugar ocupa Iberseries & Platino Industria dentro del Universo Platino?
Es una asociación que nosotros creamos cuando descubrimos, hace mucho tiempo, que los productores que asistían a los Premios Platino generaban encuentros de networking en los que se consolidaban muchos proyectos de producción. Entendimos entonces que los Premios Platino tenían que desarrollar un mercado que fomentara la actividad industrial en sentido de la producción, distribución y exhibición. Iniciamos esta aventura hace tres años con mucho éxito. Intentamos plantear un concepto, mediante sesiones de pitching, conferencias, encuentros y otras herramientas, y ponerlo a disposición de los profesionales del audiovisual con el objetivo de generar esa confluencia de intereses y ayudar al desarrollo de actividades en pro de la producción audiovisual iberoamericana.
Este 2023 se celebra la décima gala de los Premios Platino, ¿qué balance rápido hace de esta primera década?
Los Premios Platino han tenido un crecimiento exponencial y lo han tenido, por varias razones. Una, por el compromiso de todos los países iberoamericanos en volcarse a este proyecto. En segundo lugar, porque era una necesidad de Iberoamérica tener un premio para potenciar sus producciones, pero también para aportar una cosa muy importante, que es el reconocimiento a su industria audiovisual.
Otro de los objetivos iniciales era dar a conocer el star system de otros mercados el iberoamericano, ¿crees que esta meta también se ha consolidado?
Así es: la industria audiovisual iberoamericana es cada vez es más valorada en Estados Unidos y en otros mercados. En la propia Europa, el hecho de la existencia de los Premios Platino, su conocimiento y difusión, pone en valor la capacidad de Iberoamérica en su conjunto.
En un ejercicio de proyección a futuro, ¿cómo imaginas que será el Universo Platino y los Premios Platino en la próxima década?
Con el Universo Platino, creo que vamos a ser capaces de ser una herramienta indispensable tanto en la financiación como en la profesionalización del sector. En cuanto a los Premios Platino, la verdad es que, viendo lo que ha pasado en estos 10 años, es difícil imaginar dónde pueden estar en 10 años más. Estamos convencidos de que el compromiso de la comunidad iberoamericana es total y creo que los premios crecerán muchísimo y que viajarán por todos los países. Ya de por sí, son un objeto de deseo en cuanto a que a muchos países de la región les gustaría tenerlos. Nuestro compromiso es que estos premios sigan teniendo la relevancia y proyección que ya tienen y que sean cada vez más conocidos, y ya no solo por el sector profesional, sino que tenemos que llegar a toda la base social, a los ciudadanos iberoamericanos, que es un universo de 500 millones de personas. ¿Y esto por qué? Porque si ellos tienen conocimiento de los Premios Platino, lo que estamos haciendo es la mejor campaña de promoción del audiovisual, el cine y las series iberoamericanas.