Primera Mirada del 8º IFF Panamá: Una radiografía de la región
Cinco películas de América Central y el Caribe participan en el work in progress Primera Mirada, que se realiza en el marco de la octava edición del Festival Internacional de Cine de Panamá, a celebrarse del 4 al 10 de abril. Como “un digno reflejo de este territorio tan especial" describe a la selección de este año Diana Sánchez, directora artística de IFF Panamá. Primera Mirada otorga un premio en efectivo de 15 mil dólares, entregado por el Banco Interamericano de Desarrollo, para apoyar la postproducción de uno de los filmes seleccionados. Adicionalmente, el ganador tendrá la posibilidad de viajar al Festival de Cannes para proyectar su película en el mayor mercado cinematográfico del mundo, el Marché du Film. LatAm cinema descubre las primeras imágenes de estas cinco películas.
“Panquiaco” es la única producción panameña seleccionada este año. El debut de Ana Elena Tejera surgió a partir de una investigación sobre los relatos orales sobre mitos indígenas previos a la colonización y figuras olvidadas por la historia. En el filme, la realizadora sigue a un indígena que habita el mundo occidental añorando su lugar, para hablar de la identidad como tema central. Coproducción entre Panamá y Portugal, ha recorrido un destacado camino internacional, participando en work in progress como ChileDoc 2018 y Primera Mirada de Ventana Sur 2018, y obteniendo el Premio Tribeca en Nuevas Miradas 2017 y el Premio DocsMX en TFI Network de Tribeca Film Institute 2018. En Panamá ha obtenido apoyo para la producción y edición de corte final del Fondo 500 años de Ciudad de Panamá 2017 y el Fondo Cine 2017. Actualmente se encuentra en edición, en búsqueda de apoyo para la postproducción de imagen y sonido, y en paralelo comenzar a definir su distribución.
Sobre vida en la frontera y migración habla “Malpaso”, nuevo filme del dominicano Héctor M. Valdez )"Al sur de la inocencia", "Melocotones"). Rodado en blanco y negro y con actores naturales, este es un proyecto de larga data para el director, quien esperó a tener la madurez suficiente para narrar esta historia que busca reflejar la vida en la frontera entre República Dominicana y Haití. Primera Mirada es el primer wip en el cual participa el proyecto, que actualmente se encuentra en su etapa de postproducción de sonido. Su estreno está previsto para el otoño de este año.
Una historia de amor con el trasfondo de la guerra aborda el otro largometraje dominicano seleccionado en esta nueva edición de Primera Mirada; “Por eso vengo al río”. Con dirección de Fernando Blanco, se trata de un documental también relacionado con la migración, que sigue la lucha de una mujer dominicana que tras treinta años de vivir entre Líbano y Siria, regresa a su país y busca lograr reunir a su familia, sobreviviente de los ataques a Alepo. Blanco trabaja desde hace cuatro años en este film que se presenta por primera vez se presenta a la industria en Panamá.
El guatemalteco “El silencio del topo” es el primer largometraje de Anaïs Taracena. Desde hace cuatro años, la joven realizadora trabaja en este documental que escarba en uno de los períodos más oscuros de la historia del país, en la violencia y represión política de la Guatemala de los años 70 y 80. Es una coproducción entre la guatemalteca Ek Balam producciones y la mexicana Cine Muciélago, que ha participado de diversos laboratorios y ha obtenido los apoyos de escritura Brouillon d’un rêve de la SCAM y el de creación del CNC, y el estímulo mexicano para desarrollos de proyectos de IMCINE.
El costarricense “Ceniza negra”, de Sofía Quirós, es el quinto largometraje que integra Primera Mirada. Se trata del filme con mayor recorrido de la selección tras haber participado en los laboratorios Talent Project Market de Guadalajara, Bolivia Lab, BaqLab y 3 Puertos Cine, y conseguido apoyo financiero para su producción de los fondos El Fauno de Costa Rica, Ibermedia, World Cinema Fund, el fondo de Centroamérica y el Caribe Cinergia, Tribeca Latin American Film Fund y Aide aux Cinémas du monde de Francia. Esta es la ópera prima de Quirós, en la cual ha trabajado en los últimos cinco años.
“Panquiaco” de Ana Elena Tejera (Panamá – Portugal)
Dirección y Guion: Ana Elena Tejera. Producción: María Isabel Burnes. Empresas Productoras: Sentido de Pertenencia, Too Much Productions, Cine Animal, Curtas Metragens.
Cebaldo, un indígena dule de Panamá, es ayudante de una pescadería de un pueblo al norte de Portugal que padece de nostalgia. En su constante soledad, recibe llamados sonoros que lo alejan de su cotidianidad, sumergiéndose en un viaje interno de regreso a su aldea en Guna Yala donde un médico botánico lo confronta con la imposibilidad de volver al pasado y así se entrega a la idea de morir en su lugar de origen.
“Panamá es un pequeño trozo de tierra rodeado por mar; es el único lugar del mundo donde dos mares pueden ser vistos desde una montaña, donde en menos de una hora se puede estar en el Océano Pacífico y en el Mar Caribe. El sentido mitológico del mar ha cambiado desde la colonización y Panamá, desde entonces, ha ido generando un conflicto de identidad por ser una ruta de tránsito comercial. A través de la película busco iniciar las reflexiones sobre este conflicto de identidad de mi país, un conflicto complejo de poner en palabras o de tener hipótesis del que apenas se habla o se reflexiona”. Ana Elena Tejera, directora y guionista.
“Malpaso” de Héctor M. Valdez (Rep. Dominicana)
Dirección: Héctor M. Valdez. Guion: Héctor M. Valdez, David Maler, José Pastor, Angel de la Cruz, José R. Alamá. Producción: José R. Alamá. Empresa productora: Bou Group.
En las afueras del mercado fronterizo de Jimani, Cándido y Braulio son criados por su abuelo. Día a día, Braulio lo ayuda a vender carbón en el mercado mientras que Cándido permanece recluido haciendo las tareas de la casa debido a su albinismo. La vida de ambos torna un giro inesperado luego de la muerte de su abuelo. Ahora Braulio tendrá que cuidar de su hermano y ambos intentarán sobrevivir el día a día. A su vez, Cándido no deja de soñar con el eventual regreso de su padre quien los abandonó al nacer.
“La vida en la frontera dominico-haitiana me llama la atención desde hace ya muchos años. Creo que hoy en día, más que nunca, es relevante contar una historia sobre la frontera debido a lo que representa, por una parte, por los movimientos migratorios, y por otra, por la cantidad de situaciones que se dan producto de la coexistencia entre dos culturas cuyo nacimiento va muy arraigado a la historia de esta isla. Se hizo énfasis en seleccionar no-actores en el elenco para ser fiel a la realidad del entorno. Con la cámara, nuestro acercamiento se hizo desde un prisma documentalista pero sin dejar de lado un lenguaje lírico que nos acerca al mundo interior de los personajes”. Héctor M. Gálvez, director y guionista.
“Por eso vengo al río” de Fernando Blanco (Rep. Dominicana)
Dirección: Fernando Blanco. Producción: Alexander De La Rosa, Fernando Blanco, William Ogando, Iván Herrera. Guion: Fernando Blanco, Ramón Alfonso Peña, Alberto Ponce. Empresa productora: F&B Films.
Verano del ’82: Sintia huye de la crisis económica de República Dominicana a Medio Oriente en busca de mejores oportunidades. Mientras trabaja, y a pesar de las barreras culturales y el idioma, conoce a Bashir, el amor de su vida; se casan y tienen un hijo, Ghassan. Envueltos en la terrible guerra civil de Siria, la familia logra sobrevivir en medio de una guerra sangrienta, aunque pagando el alto precio de la separación. Tras más de 30 años, Sintia vuelve a República Dominicana, donde intenta conseguir los papeles necesarios para que su esposo y su hijo se reúnan con ella. Sintia en Dominicana, Bashir en Siria y Ghassan en Líbano, no descansarán hasta que la familia vuelva a reunirse.
“Esta película es una obra única, con una perspectiva interesante sobre el amor de pareja y de familia, en medio de una crisis humanitaria y la sangrienta guerra civil en Siria, pero abordado desde Latinoamérica. Viajamos a cada uno de los países por los que pasaron estos personajes, para capturar la esencia de esos lugares y poder transmitirlo a la pantalla, con una propuesta de cámara en mano y un cuidadoso estilo cinematográfico. Dirigir este documental ha sido una experiencia enriquecedora para mí, como realizador y como ser humano”. Fernando Blanco, director y guionista.
"El silencio del topo" de Anaïs Taracena (Guatemala - México)
Dirección: Anaïs Taracena. Guion: Anaïs Taracena. Producción: Anaïs Taracena. Coproducción: Julio López. Empresa productora: Ek Balam Producciones. Empresa coproductora: Cine Murciélago.
En la década de los 70, un periodista se infiltra en las entrañas de uno de los gobiernos más represivos de Guatemala. Hoy, la búsqueda de esta historia nos sumerge en la memoria de un país forzado a silenciar.
“A finales del 2014, ya un poco enfermo, un periodista que iba a ser testigo en el juicio de la peor masacre urbana ocurrida en Ciudad de Guatemala durante la guerra, me pidió que lo filmara. Ese testimonio fue su último acto para poder testificar sobre lo que había visto durante el periodo que estuvo infiltrado en el gobierno. Dos semanas más tarde murió, y su muerte me despertó una búsqueda sobre su pasado que me ha llevado por los rincones ocultos de un país atravesado por la guerra. Curiosamente, la única forma de penetrar en las entrañas de la memoria es la de encarnar un ‘topo’ que escarba en la oscuridad de un pasado omnipresente en los cuerpos y las calles de la ciudad”. Anaïs Taracena, directora, guionista y productora.
"Ceniza negra" de Sofía Quirós Ubeda (Costa Rica - Argentina - Chile - Francia)
Dirección: Sofía Quirós. Guion: Sofía Quirós. Producción: Mariana Murillo, Cecilia Salim, Matías Echeverría, Millaray Cortés y Samuel Chauvin. Empresas productoras: Sputnik Films (Costa Rica), Murillo Cine (Argentina), La Post Producciones (Chile) y Promenades Films (Francia). Elenco: Smachleen Gutiérrez, Humberto Samuels, Hortensia Smith y Keha Brown.
Selva (13) vive en un pueblo costero del Caribe. Mientras crece, intenta mantener unida a su familia, pero esto se vuelva cada vez más difícil. Parece que su padre no regresará nunca, su única figura materna desaparece en una fiesta del pueblo y su abuelo delira con unas cabras que no existen mientras se deja morir. Entre paisajes imaginarios y sombras misteriosas, Selva se pregunta si debe ayudar a su abuelo a cumplir su deseo, aunque esto implique que deba atravesar sola sus últimos momentos de infancia.
“Mientras desarrollaba el guion de esta película acompañé a mi abuela a morir. Los días siguientes a su partida ella estaba presente a través de los animales, de las sombras. Entonces comprendí que ‘Ceniza negra’, más que una historia de fantasía, construye ese imaginario real que nos regala el duelo. ¿Cómo se enfrenta una niña a la muerte? ¿De dónde sale su coraje para ayudar a morir a quien más ama? Estas preguntas se hicieron más profundas luego de ver cómo mi pequeña prima crecía con una madre enferma. Viví muy de cerca el imaginario que la ha protegido durante estos años, un imaginario donde los cementerios son cotidianos y pintarse los párpados de negro nos conecta con lo invisible. De mis propios duelos y de la valentía de mi prima nació Selva: niña de fuego que con coraje se enfrenta sola a la muerte”. Sofía Quirós, directora y guionista.