Secretos familiares: diez proyectos compiten en el WIP Iberoamericano de SANFIC

"Esta es una película sobre un proceso personal que duró 14 años, lleno de búsquedas, contradicciones, miedos, apoyos y certezas. Una película que nunca hubiese querido hacer, pero que se vuelve necesaria para reparar y sanar. Durante mucho tiempo me dio vergüenza y pudor ser hijo de un criminal, pero cuando entendí que mi historia personal era más importante que mi vida privada y que se transformaba en una opción moral y política, decidí contarla. Espero que esta película colabore de alguna forma en los procesos de reconstrucción y reparación de las memorias de muchas sociedades que han sufrido traumas de violencia política y social". Pepe Rovano, director y guionista.

"Estaba a punto de convertirme en padre joven. Rodeado de miedos y dudas sobre el futuro, tenía sueños recurrentes en los que el suelo se destruía. Comencé a ver estos sentimientos materializados en la realidad del lugar donde crecí, en la abrumadora transformación de la vida de los trabajadores rurales. La tradición pastoral se superpone con extensas plantaciones de soja, cultivadas con maquinaria, pesticidas y transgénicos. Los vientos de transformación que soplan en este lugar traen también aires de una historia de guerras y disputas territoriales de una frontera que, aunque ya no exista, permanece adormecida en el imaginario social de la región". Giovani Borba, director y guionista.

"Rossana llegó un día a Bogotá con su bebé Cantave, de 5 meses. Yo me enamoré perdidamente de ella. A partir de ese momento intentamos dar forma a nuestra relación, con todas sus intensidades, por medio de la realización de una película. Escribimos y filmamos durante tres años. Todo empezó con registros de cumpleaños del bebé, fiestas de los amigos de Rossana, mañanas cualquiera donde filmaba su cotidianidad. Esos videos y lo que sucedía en nuestras vidas iban nutriendo al guión. Después de esas jornadas libres nos lanzamos a filmar lo que escribimos, buscando hacer una ficción. Queríamos mantener esa intimidad, esa luz, esa belleza que tienen esos primeros registros, pero asumiendo el reto de transformarlo en ficción". Hans Dieter Fressen, director y coguionista.

"El guion está basado en el cuento 'El hijo' de Horacio Quiroga, quien en tan solo dos páginas relata con maestría a un padre obsesionado con la posibilidad de la muerte de su hijo, miedo que termina transformándose en una profecía autocumplida.Decidimos junto a Francisco Kosterlitz comenzar a trabajar de una manera bastante libre, pensando en potenciar y ampliar los horizontes del cuento. Elegimos el corazón dramático de nuestro proyecto trabajando dos ejes temáticos fundamentales: la relación padre e hijo y la obsesión por la pérdida de un ser amado.  Lo primero que transformamos fue que la relación sea entre una hija adolescente y su padre. Nos pareció mucho menos retratado el complejo tránsito adolescente de una mujer en el medio del monte, en una zona rural donde el machismo continúa imperando, que la de un joven varón. Juana comenzó a tomar forma muy rápidamente y a adueñarse del protagonismo del relato". Martín Desalvo, director y coguionista.

“Empecé a trabajar este guión a partir de cómo en la vida moderna hay una progresiva tecnificación de la administración de los servicios de salud, sobre todo en el ámbito privado, donde se termina privando de la dignidad a las personas enfermas. El mercado moldea con metas, objetivos y resultados económicos la vida en un hospital, haciendo desaparecer la situación existencial en que están las personas que acuden a él, y olvidan que la medicina es ante todo una práctica social”. Constanza Fernández, directora y guionista.

"El deseo y la creación es la fuente de energía, vital y concentrada, que permite salir de la cárcel y transmutar el dolor producto de un escenario político en el que impera la muerte. No es casualidad que Vicente realizara performances de tragedias, ya que vivíamos en una, inevitable a nuestros ojos y por tanto con un deseo constante, una pulsión, de realizar actos de transgresión y creación para conquistar espacios de libertad íntimos y colectivos. Se suma a esto el método de 'El tiempo real', que obliga al actor a situarse al límite físico y emocional para romper el cerco y descubrir otros mundos". Matías Cardone y Julio Jorquera, directores.

"Filmamos en monoblocks existentes en la ciudad de Posadas, un lugar pluricultural donde se entremezclan diversos idiomas. No sólo trabajamos en una bisagra cultural/ idiomática, sino que incluimos miembros de dicha comunidad como parte esencial del elenco. Me concentré en las situaciones que se desprenden de ese contexto, tomando así herramientas del documental para construir esta película ficcional. Es por eso también que decidimos trabajar con una cantante como Miss Bolivia, siendo una actriz no profesional, para interpretar el rol de una música que vuelve a su ciudad después de años de ausencia. Simplicidad, verdad y detalle son los tres elementos que creo fundamentales para que este relato adquiera su real dimensión". Mara Pescio, directora y guionista.

"'Los de abajo' se enseña a sí mismo, marca el camino de lo que quiere ser. Es un proyecto que, desde sus inicios, ha tomado su tiempo para dar los pasos necesarios con templanza y seguridad, sin prisa pero sin pausa. El 2020 fue un año movidito y particularmente extraño para los bolivianos, que empezamos el año pandémico con un gobierno de facto que anuló nuestro fondo de fomento, el ministerio de cultura y el fondo del PIU. Pero no pudo con los artistas". Alejandro Quiroga Guerra, director y guionista

"Conocí a Lucía en 2010, cantando en un bar donde aún se escucha de vez en cuando el filin cubano, en la Ciudad de Santa Clara. Mi pasión por la música y el espíritu de estas canciones se convertirían en mi primera motivación. Su voz temperamental y su histrionismo me remitieron a las divas pasionales de los cabarets y bares de una época que no viví. Pensé entonces en una película con el espíritu del filin y el bolero, como un viaje a ese espacio trágico, vibrante y dramático, del corazón de nuestra Isla. Poco después conocí a Maribel, su compañera de vida y una especie de manager autodidacta. Comencé a realizar encuentros con ellas cada vez más cercanos en los que se revelaba un universo nuevo para la película". Gretel Medina Mendieta, directora y guionista.

"El duelo de mis padres me ha inspirado a tratar del tema. Perdí a mi querida hermana en 2007, cuando se suicidó. 'Vida que resta' es una ficción que resuena en mi experiencia, así como en  la de otras madres y padres que vivieron la pérdida de sus hijos. Es también una experiencia estética cinematográfica, una película intimista y, a la vez, concreta, dura y explícita. Una imagen acerca del duelo, que presenta la fuerza de Francisca y Carlos para regresar a la vida tras el dolor de la despedida". Flavio Botelho, director y coguionista.