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“La era olvidada” de César Miranda.
“Nevada” de Anna Tyurina y Matías Musa.
“Green Grass” de Ignacio Ruiz.
“La era olvidada”, “Nevada” y “Green Grass”: tres debuts latinoamericanos coproducidos con países no tradicionales
A pesar de la hegemonía de Europa como socio coproductor de América Latina, varias películas de la región han explorado vínculos de coproducción con países no tradicionales en los últimos años. Por lo general son películas independientes u óperas primas como la peruano-polaca “La era olvidada” de César Miranda, la argentino–rusa “Nevada” de Anna Tyurina y Matías Musa, y la chileno-japonesa “Green Grass” de Ignacio Ruiz.
“La era olvidada”, el debut en largometraje del realizador peruano César Miranda, fue estrenado en abril de este año en el Festival Al Este. Realizado en coproducción entre el país andino y Polonia, el film está ambientado temporalmente en el siglo XVII, pero plantea la creación de un universo alternativo en el que confluyen elementos de la cultura andina y del medioevo en Polonia.
La coproducción con Polonia tiene su germen en la etapa formativa del cineasta, que, tras estudiar guion en la EICTV, se trasladó a la Escuela de Cine de Lodz en 2004, donde se graduó en dirección. “Desde que empecé a desarrollar la idea, sabía que quería filmar en Polonia porque es un país y una realidad que conozco. Cuando estuvo listo el guion me contacté con amigos también graduados de la Escuela de Lodz, productores, directores de fotografía, actores y editores, y comenzamos a planear la realización del filme en conjunto”, cuenta Miranda a LatAm cinema. Así, la película se filmó en las ciudades polacas de Lodz y Ogrodzieniec, y en los bosques peruanos de Huayllay en Pasco, con un equipo que contó con varios profesionales de Polonia: además del coproductor Wojtek Bernacki, también es polaca una de las actrices protagónicas, Agata Turkot, así como los editores y la colorista.
Producido por la peruana El corredor de fondo, el film ganó el apoyo del fondo para desarrollo del Programa Ibermedia y el fondo para postproducción de la Dirección Nacional de la Fonografía y el Audiovisual del Perú DAFO. Tras su estreno en Al Este, el equipo prepara el lanzamiento de la película en salas de Perú y de Polonia.
A pesar de la hegemonía de Europa como socio coproductor de América Latina, varias películas de la región han explorado vínculos de coproducción con países no tradicionales en los últimos años.
También en abril, en este caso en la competencia Vanguardia y Género de BAFICI, tuvo su estreno mundial otra ópera prima realizada en una coproducción atípica: “Nevada”, una producción entre Argentina y Rusia dirigida por la guionista y realizadora rusa afincada en Buenos Aires Anna Tyurina y el argentino Matías Musa, que también son los productores a través de Capilar Films. Se trata de un drama psicológico protagonizado por Shura que, tras enterarse de que su esposo abusador recibió un diagnóstico psiquiátrico grave, intentará comenzar una nueva vida, pero una tragedia cambiará inesperadamente sus planes.
El rodaje se realizó en julio y agosto del 2018 en un pueblo de la ribera del río Volga, en el oeste de Rusia, con un elenco integrado por la reconocida actriz rusa Olga Lapshina y la actriz de títeres Tatiana Dmitrievskaya, que debuta en cine con este papel. El equipo técnico está compuesto por profesionales de Argentina, incluyendo a Elías Gismondi y Sebastián Gil Miranda en la dirección de fotografía, a Sol Janik en la dirección de arte y a Ignacio Masllorens en montaje.
Por último, la coproducción chileno-japonesa “Green Grass” tuvo su estreno mundial en el Festival de Ceará del año pasado, donde se alzó con la Mejor dirección de fotografía. Además de ser el debut en largo del director chileno Ignacio Ruiz, también es un drama fantástico e integra en su guion aspectos de ambas culturas, por lo que tiene varios puntos en común con “La era olvidada”. El filme está protagonizado por un joven empresario japonés que, tras un terremoto, despierta en una costa desconocida. Mientras intenta volver a su rutina sin darse cuenta de que en realidad está muerto, se encuentra con personajes que lo ayudarán a comprender dónde está, mientras su padre, envuelto en la soledad y el mundo de los negocios, buscará una nueva forma de avanzar.
Producido por la chilena Yeniffer Fasciani (Niebla Producciones), el proyecto inició su desarrollo en 2010 en coproducción con la japonesa Masumi Soga. Aquel año, el director conoció al actor y coproductor Masataka Ishizaki en el Festival de Cannes. “De ahí en adelante, fueron años de encontrar una historia que representará ambas culturas y visiones, partiendo de un concepto como la comunicación más allá del lenguaje”, cuenta el director a LatAm cinema. La película se financió a través de fondos públicos y empresas locales en Chile, y mediante crowdfunding, donaciones de empresas privadas, y aportes propios de los productores en Japón. El rodaje se realizó entre 2016 y 2017 entre Chile y Japón con un elenco binacional integrado por Masataka Izhizaki, Daniel Candia, Tokuma Nishioka, Ximena Rivas y Yukiyoshi Ozawa.