Medio centenar de proyectos participan en Bolivia Lab, espacio con espíritu comunitario de apoyo al cine regional

Haciendo un balance de estos 15 años, Viviana Saavedra, cofundadora y directora del Bolivia Lab, destaca “la satisfacción de haber contribuido al desarrollo y visibilidad del cine emergente de  Iberoamérica, ver proyectos desde su primera etapa de guion, alcanzar el sueño de ser películas y haber destacado en festivales y sobre todo llegar a los públicos”, y hace hincapié en el profundo espíritu de comunidad: “Hemos construido una red de colaboradores, personas, profesionales, entidades, empresas y proyectistas que son cómplices de ser esa red. Cuando lo creamos junto a Fernando, ni en el mejor sueño pensamos en cumplir 15 años, ahora son una realidad con sus constantes retos y dificultades. Empezamos con un laboratorio de desarrollo y hoy tenemos 15 secciones en tres ciudades, con más de 100 participantes por año”, señala. 

Mirando el futuro, Saavedra prevé que el espacio “siga construyendo espacios de diálogo, concertación y tejido social para fortalecer la cadena más débil, que es la distribución, y que, de alguna manera, a través de las coproducciones, los países con menor desarrollo de políticas públicas de fomento y promoción  cinematográfico se beneficien del trabajo conjunto con países con mayor trayectoria”. Sin embargo, identifica un desafío muy claro: “Nos invade el temor de no contar con un fondo que asegure la permanencia del Bolivia Lab y que, año tras año, tengamos que postular al fondo del Programa Ibermedia y no contar con un apoyo permanente de fomento, si bien Ibermedia nos ha acompañado todo este tiempo. Sin ese respaldo no habríamos podido sostenernos estos 15 años”. 

El Laboratorio de Análisis y Clínica de Proyectos Cinematográficos en Desarrollo seleccionó una veintena que recibirán tutorías personalizadas y clases magistrales: el costarricense “Susurran las raíces”, dirigido y producido por María José Merino; el peruano “Pishak, el último vuelo de los pájaros”, dirigido por Herbert Salas Portugal y producido por Eduardo Tello; el uruguayo “Adicción”, dirigido por Félix Pérez y producido por Leandro Barneche; el mexicano “El árbol de la sombra rota”, dirigido por Nicolás Baksht Somonte y producido por Anaïs Vignal; el panameño “Madre”, dirigido por Alejandra García Peña y producido por Mabel Guerra; el colombiano “Soledad”, con dirección de Raúl Gutiérrez y producción de Lida Fernanda Prada; el argentino “El sheriff”, dirigido y producido por Duilio Gatti; el guatemalteco “Se' k'o”, dirigido por Emma Carlota Cucul y producido por Ever Rodas; el paraguayo “Aché”, con dirección de Claudio Servin Rios y producción de J. Raquel Melgar; el español “La carne dócil”, dirigido por  Pedro Gusmão y producido por Mariana Mêmis Müller; los bolivianos “Qullan Thaki”, dirigido por Dennys Ramos Huanca y producido por Hugo Fernandez y “El origen de las coincidencias”, con dirección de Agmar Rivera Cuellar y producción de Luisa Garcia Delvasto, y “La reina de los 7 días”, dirigido por Diego Pino y producido por Mel Quintans.