• Mirador Público #10 - Brasil: una nueva “retomada” audiovisual

Mirador Público #10 - Brasil: una nueva “retomada” audiovisual

Desde la llegada del nuevo gobierno brasileño, encabezado por Lula da Silva, el sector audiovisual habla de una nueva “retomada audiovisual”, término acuñado a mediados de los 90 para denominar el reinicio del cine brasileño con la implementación de la Ley Rouanet y la Ley Audiovisual tras más de 20 años de dictadura. Desde enero de 2023, el ejecutivo se esfuerza por recuperar las políticas y medidas para el fomento y la protección del cine y el audiovisual brasileño, destruidas durante el período anterior. Año y medio después del cambio de gobierno, hacemos un repaso de las acciones implementadas en esta segunda “retomada”. 

Cuatro años bastaron para desmantelar buena parte de la política audiovisual construida a lo largo de las tres décadas anteriores. Durante ese período, no se aplicó la cuota de pantalla, se recortó la financiación para el Fondo Sectorial Audiovisual (FSA); no se renovaron los incentivos fiscales en tiempo y forma, se paralizó el proyecto de regulación del streaming, se eliminaron todas las medidas afirmativas que se habían implementado para fomentar un sector más igualitario y equitativo, y desapareció el impuesto CONDECINE (Contributivo para el Desarrollo de la Industria Cinematográfica Nacional) que financiaba principalmente el FSA, entre otras medidas. El sector también denunció durante ese período la existencia de un sesgo ideológico en el personal que integraba ANCINE y la persecución de las productoras por el contenido de sus proyectos. 

¿Cómo reconstruir el ecosistema audiovisual tras un período de destrucción? La cuestión presupuestaria es una de las principales y más claras medidas que el sector reclamaba tras la desfinanciación del gobierno bolsonarista. El pasado 19 de junio, en el marco del Día Nacional del Cine Brasileño, el presidente Lula da Silva anunció una inversión presupuestaria para el audiovisual brasileño de 1,6 billones de reales (unos 289 millones de dólares), la mayor inyección pública destinada al sector en la historia de Brasil. Esta inversión se destina en buena medida a reactivar la producción de películas y series con destino a las salas de cine, la televisión y el VOD. Desde el cambio de gobierno en 2023, el Ministerio de Cultura ha invertido 6,1 millones de reales (1,1 millones de dólares) en más de 100 proyectos a través de convocatorias públicas, mientras que el Fondo del Sector Audiovisual (FSA) ha impulsado 364 películas y series de 323 productoras brasileñas. El nuevo ejecutivo también ha buscado reactivar la coproducción internacional a través de un fondo dotado con 200 millones de reales (unos 36 millones de dólares), cuya convocatoria recibió casi 500 proyectos de medio centenar de países. 

En el área de la exhibición, la Agencia Nacional do Cinema - ANCINE retomó, a mediados del año pasado, una iniciativa para impulsar el parque de salas, especialmente en localidades en las que no existen. El fondo FSA/BRDE Cinema nas Cidades - Apoio aos Pequenos Exibidores 2023 apoyó los gastos de adquisición, locación y alquiler de proyectores digitales en medio centenar de complejos de hasta 10 salas. Esta medida tiene el antecedente directo del innovador programa Cinema Perto de Você, impulsado en 2012 a través de la Ley 12599.

Entre las novedades para los próximos meses, el presidente ha anunciado la reanudación del apoyo del Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) con el lanzamiento de una línea de crédito BNDES FSA Audiovisual dotada con 400 millones de reales (unos 72 millones de dólares) para financiar proyectos de infraestructura, innovación y accesibilidad, y producción y comercialización, así como la ampliación y modernización de los Estúdios Rio. 

Retomar y ensanchar los marcos regulatorios

Además de inyecciones presupuestarias, el nuevo gobierno ha vuelto a implementar marcos regulatorios orientados a proteger e impulsar el cine y el audiovisual brasileño. También en el acto del Día Nacional del Cine Brasileño, el presidente Lula firmó el Decreto 12.067 que regula la cuota de pantalla en cines hasta 2033. Recuperar la regulación de las cuotas de pantalla - establecidas por primera vez en 1932- era uno de los grandes reclamos del sector, como quedó reflejado en la Carta de Gramado 2023 firmada por las diferentes asociaciones gremiales. En dicho texto, el sector denunciaba que la producción brasileña, sin las cuotas, se había reducido del 20% a menos del 1% en los cines. El nuevo decreto, elaborado en un proceso que implicó diferentes reuniones sectoriales, obliga a las empresas exhibidoras a programar un mínimo de largometrajes brasileños que oscila entre el 7,5 y el 16% en función del número de salas de cada cine, con atención a la producción independiente. Además, los complejos de tres o más salas no podrán exhibir el mismo título en más del 50% de las funciones.

¿Cómo reconstruir el ecosistema audiovisual tras un período de destrucción? La cuestión presupuestaria es una de las principales y más claras medidas que el sector reclamaba tras la desfinanciación del gobierno bolsonarista.  

Retomar la cuota de pantalla en la televisión de pago era otra de las grandes demandas sectoriales. El 15 de enero de 2024, el nuevo gobierno sancionó el proyecto de ley 3696/2023 que recupera la obligación de la cuota de pantalla en televisión de pago hasta 2038. Con esta nueva legislación, los canales brasileños deberán exhibir al menos 12 horas diarias de contenidos nacionales realizados por alguna productora local, incluyendo tres horas en la franja de máxima audiencia Por su parte, los canales extranjeros deberán emitir un mínimo de 3,5 horas en el horario principal. De ese total, al menos 1 hora y 15 minutos debe ser obra producida por una productora independiente. Implementada por primera vez en 2011, esta ley impulsó una profunda transformación en el audiovisual brasileño. La obligatoriedad de mínimos de programación brasileña, la limitación de canales extranjeros y la implementación de fondos específicos triplicó en cinco años las horas de producción brasileña en antena y llegó a ocupar casi el 20% de la programación, con múltiples productoras trabajando en varios proyectos de ficción, documental y animación. En 2023, el sector denunciaba que la cuota se había reducido al 3,8%. 

La regulación del streaming es otro de los reclamos sectoriales insistentes tras casi 20 años del surgimiento de este  mercado en Brasil. En estos años, los gobiernos apenas han desarrollado estudios y debates para entender un panorama nuevo y dinámico de cara a su posible regulación. En este momento hay dos proyectos de ley (PL) en proceso de debate con diferencias fundamentales en los porcentajes de impuestos y cuotas, y la protección de la propiedad intelectual. 

El PL más avanzado es el 2331/2022, que ya está en proceso de aprobación en la Cámara de Diputados tras recibir media sanción en el Senado. El texto prevé el cobro de un máximo del 3% de los ingresos brutos anuales de cada streamer, incluyendo los ingresos publicitarios, con destino a la financiación de nuevas producciones brasileñas. También obliga a las plataformas a incluir un 4-5% de programación brasileña en su oferta, la mitad de la cual deberá ser de producción independiente. Por su parte, el PL 8889/17, en debate en la Cámara de Diputados, prevé hasta el 6% de impuestos para las plataformas y una cuota de obra brasileña de entre el 2% y el 20% en función de los ingresos de cada operadora. Éste es el PL que defiende tanto el sector como el Ministerio de Cultura. Y es que en el estudio publicado por ANCINE en enero de 2024, se detalla que la producción brasileña representa apenas el 8,8% de la oferta en las plataformas, con grandes diferencias entre las locales (Box Brazil Play 41,3%, Globoplay 35,2%) y las líderes del mercado (Amazon 4,4%, Netflix 3,8%, Star+ 3%, HBO Max 2,7%, Disney+ 1%). 

El nuevo gobierno brasileño también retomó las medidas afirmativas para reducir las desigualdades en el sector, una política en la que fue pionero a nivel regional con acciones concretas en 2018. En 2023 se lanzó el fondo Ruth de Souza que financió 18 proyectos dirigidos por mujeres cis o trans debutantes con dos millones de reales cada uno (unos 365 mil dólares). Este fondo incluye además cuotas para las minorías racializadas y por regiones. Las líneas de apoyo a la producción también han retomado las cuotas mínimas de apoyo a las regiones fuera del eje Río-São Paulo. 

Asimismo, el Ministerio de Cultura ha reiniciado la cooperación internacional a través de alianzas bilaterales y multilaterales. Desde 2023 se han firmado nuevos protocolos con Sudáfrica y China, y se han activado los fondos de coproducción con Portugal y Uruguay. A finales de 2023 se firmó un nuevo acuerdo bilateral entre Argentina y Brasil, pero el fondo de impulso a la producción entre ambos países no será reactivado en el contexto político de desmantelamiento que vive Argentina, que espera su propia “retomada”.  

Acerca de la autora: Marta García es Licenciada en Comunicación Audiovisual, Magister en gestión cultural con especialización en relaciones culturales internacionales, migraciones y desarrollo local. Se desempeña en el sector cinematográfico desde 2008, habiendo trabajado en los ámbitos público y privado como programadora de festivales y espacios, periodista, analista y gestora cultural para la circulación de obras en territorio y a nivel internacional.