La producción chilena “Una mujer fantástica”, de Sebastián Lelio, ofrece en competencia de la Berlinale una historia desafiante de dualidades, empatías profundas y complejas con el espectador, y “politonal, multiexperiencial y multiemocional”, como sugiere su director. El filme de Lelio y “Joaquim” (Marcelo Gomes, Brasil-Portugal) son las dos películas latinoamericanas en la competencia principal de la presente edición del certamen alemán.
Tras la premiere el domingo 12, la opinión general en la prensa especializada consideraban el film de Lelio lo mejor que se había visto hasta el momento y con casi el 50% de las películas a concurso vistas, en la encuesta que coordina diariamente Screen International estableciendo la puntuación media entre diversos críticos internacionales, la película de Lelio se halla a la cabeza, seguida de “Spoor”, de Agnieszka Holland.
Lelio conoce ya los laureles berlineses. Hace cuatro años peleó por el Oso con “Gloria” y se llevó, además del galardón a mejor actriz (Paulina García), el Premio de la Asociación de cines de arte y ensayo y el Premio del jurado ecuménico. Sin duda, el director chileno, con esta su quinta película, está afianzado ya como una de las miradas más lúcidas y personales de la cinematografía chilena contemporánea.
En “Una mujer fantástica”, Marina (interpretada por Daniela Vega) es una mujer transexual, enamorada de Orlando (Francisco Reyes), un hombre mucho mayor que ella, y con un pasado familiar burgués. Una noche, después de celebrar los dos solos el cumpleaños de Marina, Orlando muere inesperadamente. La familia de éste no le reconocerá a Marina el derecho siquiera de asistir al velatorio. La película es, al fin, la reivindicación serena, dolorosa y vitalista de esta mujer por su dignidad y su derecho a la tristeza de la pérdida.
La compleja producción ha sido a cuatro bandas, liderada por la productora chilena de los hermanos Larraín, Fábula (“Neruda”y “Jackie”, ambas de Pablo Larraín), y reuniendo a la estadounidense Participant Media (que ya había colaborado con Fábula en “No” y “Neruda”), la alemana Komplizen (“Toni Erdmann” de Maren Ade), la española Setembro Cine (“Neruda”), y también por Chile, Muchas Gracias.
Juan de Dios Larraín lo tiene muy claro a la hora de evaluar las alianzas internacionales: “La ventaja de una coproducción como ésta es que la película creció a todo nivel, por todos los aportes que implica, tanto artísticos como financieros, teniendo por resultado mayor calidad y un valor de producción. Ese valor de producción tiene impacto en la valorización del proyecto, en su salida internacional, y en la posibilidad de contar con tus socios cuando se necesitan”.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la complejidad en la arquitectura de la producción “implica una mayor dificultad en el sentido de hacer que las coproducciones sean orgánicas, en términos del talento y gastos que conlleva la propia coproducción. Todo ello requiere tiempo y organización. “ 'Una mujer fantástica' no se habría podido hacer sin este grupo de productoras. Ha sido una gran experiencia”, añade el productor chileno.
Fernanda del Nido, desde la española Setembro Cine lo suscribe: “¿Dificultades? Todas. En la parte que me tocó, destacaría lo complejo y difícil que es tener apoyo y financiación para coproducciones internacionales desde España. Las cosas tienen que cambiar. A mi me tocó el trabajo de acompañar a mis colegas, el peso recaía sobre ellos. La mejor parte fue el privilegio de ver el proceso de trabajo de Sebastián Lelio, fue muy emocionante y me siento afortunada”.
Daniela Vega se estrena en su primer papel protagónico y además de Reyes, la acompañan Luis Gnecco, Aline Kuppenheim, Nicolás Saavedra y Amparo Noguera. La dirección de fotografía del film ha corrido a cargo de Benjamín Echazarreta (“Girasol”, de Dilia Pacheco Méndez) y la crucial partitura de Matthew Herbert (“Vida y color”, de Santiago Tabernero).
Lelio se encuentra metido ya en pleno rodaje en Londres de su primer film de habla inglesa, “Disobedience”, protagonizado por Rachel Weisz, Rachel McAdams y Alessandro Nivola. Basada en la novela de Naomi Alderman del mismo título, promete otra historia alrededor de un carácter femenino fuerte y sus relaciones sentimentales (lo que constituiría una trilogía con “Georgia” y “Una mujer fantástica”).
Con guion del director y Rebecca Lenkiewicz (“Ida”), en “Disobedence” una mujer regresa a su comunidad judía ortodoxa tras la muerte de su padre, causando en ella profundas turbulencias al reavivar un antiguo amor con una amiga, que ahora está casada con su primo. La película está representada internacional por la compañía estadounidense FilmNation, que tiene en su oferta filmes como “Julieta”, de Pedro Almodóvar o “La llegada”, de Denis Villeneuve. Weisz ejerce también de productora junto a Element Pictures, Braven Films y Film 4.