El Festival de San Sebastián, junto a Filmoteca Vasca y Elías Querejeta Zine Eskola lanzaron una petición de apoyo a los trabajadores de Cinemateca Brasileira en su denuncia del abandono de la institución por parte del gobierno federal brasileño, a la que invitan a adherirse desde la plataforma Change.
El director de la Mostra de Venecia, Alberto Barbera, el director artístico de Locarno, Giona A. Nazzaro, el director artístico del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, Karel Och, el director artístico del Festival de Zurich, Christian Jungen, el director del Festival de Sevilla, José Luis Cienfuegos, el director del Festival Internacional de Cine de Gijón, Alejandro Díaz Castaño, el director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, Manuel H. Martín, y el CEO del Festival de Cine de Vilnius, Algirdas Ramaška han firmado el comunicado de apoyo, según informaron las tres instituciones vascas.
“El incendio del pasado 29 de julio en las instalaciones de Cinemateca Brasileña en Vila Leopoldina (São Paulo) ha vuelto a poner de manifiesto el grave peligro que corre el patrimonio cinematográfico y cultural que custodia la institución, uno de los más importantes de Latinoamérica. Así lo vienen denunciando sus trabajadoras y trabajadores desde hace más de un año, después de asistir al cierre de la institución y perder sus empleos tras meses de impagos y sin indemnización alguna”, explican los impulsores de esta petición.
En los últimos meses, las principales instituciones y asociaciones profesionales internacionales vinculadas con la preservación y estudio del patrimonio cinematográfico (FIAF, CLAIM, AMIA, CCAAA) se han sumado a la denuncia, exigiendo la reapertura de Cinemateca Brasileña, la readmisión de la plantilla y la reanudación de sus actividades para preservar sus colecciones.
“Esta declaración subraya el firme compromiso de los festivales de cine internacionales con la preservación y difusión del patrimonio cinematográfico internacional y con las instituciones y el personal especializado que lo hacen posible. El peligro que corre el patrimonio cinematográfico brasileño no es un problema local, sino una amenaza a la cultura cinematográfica en su conjunto: solo desde la colaboración y la solidaridad internacional entre festivales, filmotecas e instituciones académicas se podrá seguir construyendo el presente y el futuro del cine”, concluye la petición.