El Festival Internacional de Cine de Rotterdam (IFFR) comienza este 26 de enero su 51° edición, a realizarse en forma online y con seis obras con participación latinoamericana en las competencias oficiales.
La selección oficial está integrada por 14 largometrajes que compiten por el prestigioso Tiger Award, valorado en 40.000 euros, y dos premios especiales del jurado. Uno de los títulos seleccionados es el chileno "Proyecto fantasma" de Roberto Doveris, una comedia indie producida por la empresa del director, Niño Niña Films, en coproducción con Agencia Rekia. El segundo trabajo del realizador de "Las plantas" es una película de bajo presupuesto rodada en plena pandemia que se adentra en un mundo de artistas treintañeros para contar la historia de un joven actor que atraviesa un período difícil en el que se entremezclan problemas económicos, vocacionales, emocionales y la presencia de un fantasma. El filme, que transcurre en gran parte en la comuna chilena de Ñuñoa, participó recientemente en el WIP Iberoamericano de SANFIC.
También en esta sección compite el documental mexicano "Malintzin 17", dirigido por Mara y Eugenio Polgovsky, y producido por Tecolote Films. El filme, que participó en el WIP Docs y Progress del IFFR, fue filmado desde la ventana del cineasta Eugenio Polgovsky y entrelaza su mirada con la de su hija mientras son testigos del nacimiento de una paloma inca. Mara, hermana de Eugenio, encontró el material luego de la muerte repentina de su hermano a los 40 años, y lo editó, logrando un documental filosófico sobre la inevitable adaptación de la naturaleza a la infraestructura humana.
El tercer título de nuestra región en la competencia oficial es el nuevo trabajo de la paraguaya Paz Encina, "EAMI", coproducido entre las paraguayas El Silencio Cine y Sabaté Films, la argentina Gamán Cine, las mexicanas Piano, Splendor Omnia y Barraca Producciones; y empresas de Alemania, Países Bajos y EEUU. El filme de la directora de "Hamaca paraguaya" y "Ejercicios de memoria" transcurre en el Chaco paraguayo y está contado desde el punto de vista de un dios-pájaro-mujer. La película, mezcla de documental y ficción, narra la historia del pueblo ayoreo totobiegosode, y la de todos los desplazados, al adentrarse en la memoria de un pueblo que tuvo que abandonar su hogar debido a la imparable deforestación. "EAMI", para los ayoreos, significa tanto "bosque" como "mundo".
También hay participación de nuestra región en la competencia para cortometrajes, la Ammodo Tiger Short Competition. Entre los 16 títulos elegidos se encuentran el brasilero "Cantos de um Livro Sagrado" de Cesar Gananian y Cassiana Der Haroutiounian, el chileno "El nombre de las cosas" de Diego Escobar y la coproducción entre Brasil y Alemania "Urban Solutions" de Arne Hector, Luciana Mazeto, Vinícius Lopes y Minze Tummescheit.
Completan la presencia latinoamericana tres largometrajes en la sección Harbour, todos dirigidos por mujeres y estrenados en el Festival de Cannes. "Clara sola", ópera prima de Nathalie Álvarez, es una producción de la costarricense Pacífica Grey, junto a empresas de Suecia, Bélgica, EEUU y Alemania, que muestra el despertar sexual y místico de una mujer. La brasileña "Medusa", segundo largometraje de Anita Rocha da Silveira, es un filme de terror producido por Bananeira Filmes que, inspirado en el mito de Medusa, aborda temáticas como el autocontrol y la tentación. Ambos comenzaron su recorrido por festivales en la Quincena de los Realizadores. La producción de la mexicana Pimienta Films "Noche de fuego", primer largometraje de ficción de la reconocida directora salvadoreña-mexicana Tatiana Huezo, se estrenó en la competencia Un Certain Regard. El filme retrata el vínculo de amistad entre tres niñas que habitan un entorno hostil y violento