El pasado 16 de junio, Día del cine nacional en Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó el decreto que reglamenta la cuota de pantalla para el cine brasileño establecida en la Ley 14.814/2024. En el acto también se anunció una inversión de 1,6 billones de reales (unos 289 millones de dólares) para el audiovisual brasileño, la mayor inyección pública destinada al sector en la historia de Brasil.
Este decreto, cuya elaboración incluyó reuniones con diferentes agentes del sector, obliga a las empresas exhibidoras a programar un mínimo de largometrajes brasileños que oscila entre el 7,5 y el 16% - lo que supone entre 3 y 24 películas - en función del número de salas de cada complejo.
La inversión de 1,6 billones de reales para la producción de películas y series brasileñas incluye 200 millones de reales (unos 36 millones de dólares) destinados al fondo de coproducción internacional, cuya convocatoria recibió 476 proyectos de 47 países.
En el acto se anunció también la ampliación y modernización de los Estúdios Rio, que prevé la construcción de ocho nuevos estudios y la modernización de otros ocho, y la reanudación del apoyo del Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) con el lanzamiento de una línea de crédito BNDES FSA Audiovisual dotada con 400 millones de reales (unos 72 millones de dólares) para financiar proyectos de infraestructura, innovación y accesibilidad, y producción y comercialización.
Desde el cambio de gobierno en 2023, el Ministerio de Cultura ha invertido 6,1 millones de reales (1,1 millones de dólares) en más de 100 proyectos a través de convocatorias públicas, mientras que el Fondo del Sector Audiovisual (FSA) ha impulsado 364 películas y series de 323 productoras brasileñas. En este tiempo se ha financiado la construcción de 122 salas de cine y la modernización de otras 52 en todas las regiones del país, y se han otorgado créditos para proyectos de infraestructura, construcción de estudios, empresas de alquiler de equipos, innovación y desarrollo tecnológico.