CategoríasDesde Gramado, por Cynthia García Calvo Un estruendoso aplauso que se repitió varias veces hasta el final de los créditos coronó la proyección de “Medianeras”, película del argentino Gustavo Taretto que abrió la Competencia de Largometrajes Extranjeros del Festival de Cinema de Gramado. La calurosa recepción no sólo la transformó en una favorita de cara a los premios sino que también potenció su carrera comercial en Brasil, donde Imovision la estrenará en poco menos de un mes siguiendo su interés por lanzar producciones de la cinematografía latinoamericana que despierta más admiración en el país.
“Elegimos el film que emociona”, sintetiza de forma enfática el francés radicado en Brasil Jean Thomas Bernardini cuando se le consulta por los parámetros de selección de los títulos que conforman el selecto catálogo de Imovision, la distribuidora que trajo al gigante del sur los primeros films iraníes, dio a conocer el Dogma danés, es responsable del grueso de estrenos franceses y ahora sigue con particular atención al cine argentino a tal punto que se plantea coproducir un film de esa nacionalidad.
“Aquí el cine argentino es considerado un ejemplo de cine independiente a ser seguido por los directores brasileños. Tal vez es un poco exagerado lo que digo porque cada uno tiene su talento, pero los argentinos consiguen hacer películas con poco dinero que dialogan de una forma eficiente con el público”, sostiene Bernardini.
Su percepción fue reafirmada en Gramado, donde “Medianeras-Buenos Aires na era do amor virtual” –tal su marketinero título brasileño- recibió una respuesta unánime por parte de los espectadores, quienes celebraron esta historia que habla sobre soledad urbana en la era de la comunicación, siguiendo las vidas paralelas de un hombre y una mujer que se buscan en una urbe donde no se encuentran, que ofrece una sarcástica visión de la capital argentina que puede ser aplicable a cualquier ciudad cosmopolita.
“La reacción fue muy buena y nos entusiasma. Eso es muy importante. Hay películas que me gustaron mucho que a la hora de la presentación no fueron bien vistas por la crítica o no consiguieron aceptación del público. Y no se puede luchar contra eso porque la primera impresión es la que predomina porque hay poco tiempo para hacer funcionar el boca a boca. Si en la primera semana la película no funciona, queda afuera. Es la regla del juego, tenemos que convivir con eso a pesar de sufrir con eso. Cuando el primer fin de semana es bueno ya abre otras perspectivas. Creo que vamos a reforzar un poco el marketing del film y tener un lanzamiento mayor de lo que pensaba para la primera etapa”, detalla sobre el estreno de la película ya programado para el 2 de septiembre en Río de Janeiro, São Paulo, Porto Alegre, Brasilia y Belo Horizonte.
Alrededor de una decena de films latinoamericanos son los que anualmente se estrenan en Brasil, sin que pueda establecerse una generalización en cuanto a su carrera comercial: “Cada caso es un caso. No se considera un film uruguayo diferente de un colombiano. Colombia no hace películas muy grandes pero ‘María llena eres de gracia’ fue un suceso aquí. Creo que el cine latinoamericano tiene una mirada favorable”.
Bernardini opina que actualmente existe una voluntad del cine brasileño de acercarse al resto de América Latina. “Brasil estuvo mucho tiempo aislado. Creo que a partir del momento en que Brasil se aproxime a su esencia, que es la latina, su cine va a mejorar. Se apartó y ahora no sé si tiene una conciencia efectiva pero en el fondo, en lo íntimo, está regresando a su esencia que es el cine latino. No tiene sentido huir de eso”, precisa, indicando que el “cine brasileño por tener dinero se basó mucho en el cine norteamericano”, el cual impone un presupuesto mayor “en detrimento de alguien que tiene pocos recursos y tiene que utilizar al máximo el guión, la dirección de actores y la cámara”, que es en definitiva “la esencia del cine”.
Ahora, tras 24 años de trabajo como distribuidora, Imovision se aventura a iniciar un nuevo camino como coproductor apostando por el nuevo largometraje del argentino Daniel Burman, “La suerte en tus manos”, también conocido como “All In”, al cual se unirá si consigue ser beneficiado con el fondo de fomento para coproducciones entre Brasil y Argentina que se lanzó este año.
La apuesta es también una nueva forma de reforzar la distribución: “Hace tiempo que buscamos dar más fuerza al cine. La ventaja de una coproducción es que la película latina que se aproxima mucho al gusto brasileño es considerada brasileña también, con las ventajas de una película brasileña. Una coproducción con Brasil tiene derecho a la cuota de pantalla, entonces es un plus hasta para entrar a las salas con más facilidad, especialmente a los multiplex. Nosotros distribuimos los films de Burman y lo considero uno de los mejores directores de la actualidad, un nombre que se vende muy bien afuera porque es un campeón de festivales”.
