Las ciudades bolivianas de La Paz y El Alto reciben hasta el 7 de julio la segunda edición del Festival de Cine Radical, un certamen que apuesta por el cine independiente.
El evento abre con la segunda película del director peruano Juan Manuel Molero, “Videofilia (y otros síndromes virales)”, ganadora del Tiger Award en la última edición del Festival de Rotterdam.
En la sección competitiva Bolivia Radical participan, entre otros títulos, la ópera prima de Sergio Pinedo, “Procrastinación”; el último trabajo de Alejandro Pereyra, “Mirar”; y las ficciones de vampiros “Muerta pero soñando”, de Jac Avila, y “Olalla”, cuarto largo de la norteamericana afincada en el país andino Amy Hesketh.
En la muestra Latinoamérica Radical se exhibe la brasileña “Con los puños cerrados” de Luiz Pretti, Pedro Diogenes y Ricardo Pretti; la argentina “Mauro” de Hernán Rosselli; la mexicana “Alexfilm” de Pablo Chavarría; o las ecuatorianas “Más allá del mall” de Miguel Alvear, “Black Mamma” de Alvear y Patricio Andrade y “El destructor invisible” de Nixon Chalamacá.
La sección Mundo Radical, el homenaje al cineasta boliviano Reynaldo Yujra y un programa de cortometrajes peruanos, completan la programación de este certamen que apuesta por el cine que arriesga “en sus modos de producción, en su contenido, forma, y en su exhibición y formas de ver”.
Como evento previo a su inicio, el Festival de Cine Radical realizó la semana pasada, en el marco del VII BoliviaLab, un laboratorio a cargo del argentino José Celestino Campusano, donde ofreció la charla “Producción, distribución y exhibición de cine comunitario” tras exhibir su film realizado en 2013, “Fantasmas de la ruta”.