Jóvenes de las favelas cuentan su realidad en “Cinco x favela-Agora por nós mesmos”

Festivales - Brasil

Desde Gramado, por Cynthia García Calvo. En 1961, Carlos Diegues realiza junto a Joaquim Pedro de Andrade, Leon Hirszman, Marcos Farias y Miguel Borges el film “Cinco vezes favela”, la mirada de cinco jóvenes de clase media sobre la vida en la favela, que dio como resultado uno de los trabajos que se señalan como fundacionales del Cinema Novo. En 2009, el realizador comienza a producir una suerte de secuela de aquella película, pero pasando el testigo a los propios jóvenes que habitan en las favelas, quienes tras ser capacitados por las figuras más relevantes del cine brasileño, ruedan “Cinco x favela-Agora por nós mesmos” con el objetivo de mostrar su visión sobre su realidad.

Precedida por su estreno en grande en el Festival de Cannes, la cinta se exhibió en sesión especial en el Festival de Cinema de Gramado, antes de llegar a las salas comerciales brasileñas el próximo 27 de agosto. Esta producción de Luz Mágica Produções, productora de Diegues y Renata de Almeida Magalhães, es el resultado de una apuesta por abrir el juego en el cine brasileño y dar voz -e imagen- a un sector marginado.

La premisa era preparar a habitantes de la favela para realizar un film donde pudiesen contar sus historias. La convocatoria lanzada atrajo a 603 jóvenes, quienes se inscribieron para ser formados en el área de su preferencia. Fueron 229 los elegidos para asistir a las clases impartidas por profesionales de la talla de Nelson Pereira Dos Santos, Ruy Guerra, Walter Salles, Fernando Meirelles o Daniel Filho. De allí, salieron los grupos que realizaron los cortos, cuyos directores fueron minuciosamente seleccionados por Diegues.

“Cinco x favela-Agora por nós mesmos” cuenta cinco historias independientes unas de otras, cada una de ellas escritas de forma colectiva por jóvenes que participaron de las clases de guión realizadas en CUFA (en Cidade de Deus), Nós do Morro (en Vidigal), Observatório de Favelas (en Complexo da Maré), AfroReggae (en Parada de Lucas) y Cidadela/Cinemaneiro (con sede en Lapa, que reúne a moradores de varias comunidades de la Linha Amarela).

El resultado de esta iniciativa es un filme episódico, con buenas dosis de humor, donde los jóvenes buscan romper con el prejuicio que existe sobre la vida en la favela, intrínsicamente ligada a la violencia.

“Buscamos resaltar que allí existe la solidaridad, que existen seres humanos que se ayudan. La vida en comunidad es muy diversa, es una cultura efervescente, y eso no era muy enfatizado en las películas o novelas. Era enseñado de forma superficial”, explicó a LatAm Cinema, Manaíra Carneiro, directora del capítulo que abre la película.

Sobre su premisa, detalla: “Queríamos, además de retratar la diversidad cultural, la solidaridad y la humanidad, mostrar que las cosas pueden mejorar, por eso tiene ese positivismo. En mi episodio, quisimos mostrar a un chico con buena autoestima porque es un proyecto de un ideal que se quiere. El demostrar que se puede conseguir, que se es capaz. A partir de la realidad buscamos proyectar el deseo de lo que uno querría que sea”.

Si bien cada obra tiene una historia particular, en cada una de ellas se enfatiza la importancia de la familia y el valor de la amistad. “Cuando se vive en los límites de la pobreza, los amigos y la familia son fundamentales. Por eso pienso que algunas personas se pierden cuando no tienen apoyo familiar o no tienen en quien apoyarse”, dice Carneiro.

La joven realizadora espera que este retrato pueda ayudar a cambiar la imagen que se tiene sobre la favela: “Creo que la mentalidad de la sociedad se envuelve de preconceptos porque no conoce el lugar, a la gente que vive allá y no sabe cómo es. Tal vez ahora conozcan un poco y quiebren el preconcepto”.

Los episodios que conforman la película, coproducida por Globo Filmes, son: “Fonte de Renda”, de Manaíra Carneiro y Wagner Novais; “Arroz com Feijao”, de Rodrigo Felha y Cacau Amaral; “Concerto para Violino”, de Luciano Vidigal; “Deixa Voar”, de Cadu Barcellos; y “Acende a Luz”, de Luciana Bezerra.