La cineasta Denisse Arancibia finalizó en diciembre pasado el rodaje de su primera película en solitario, “Las Malcogidas”, un proyecto largamente gestado que desarrolló su filmación en locaciones de La Paz.
La película, escrita y protagonizada por Arancibia, es una ácida comedia musical que aborda la historia de una mujer treintañera con sobrepeso que busca tener su primer orgasmo. En simultáneo, se esfuerza por bajar de peso para complacer a su abuela y ganar dinero para ayudar a su hermano en la operación de cambio de sexo.
“Las Malcogidas” es una película feminista y reivindicativa. “Soy una mujer con sobrepeso y discriminada por ello, por lo que siento la necesidad y deber como cineasta de reinventar la figura de la mujer desnuda en la pantalla, del concepto de la mujer hermosa en el cine. Quiero y debo hablar de la vida de mujeres, gordas, feas, aburridas, infelices, enamoradas, e insatisfechas. Estoy cansada de que la figura de la mujer tenga que ser perfecta para ser sexualizada y amada”, ha señalado Arancibia sobre su debut, quien considera que Bolivia necesita cine hecho y pensado por mujeres y comedias inteligentes que den qué pensar.
Junto a la directora y guionista, completan el elenco los bolivianos Bernardo Arancibia, Fernando Barbosa y Ariel Vargas y la argentina afincada en Bolivia Marta Monzón.
Producida por la boliviana Naira Cine en coproducción con la argentina Lagarto Cine y con Cinearte Bolivia como productora asociada, “Las Malcogidas” cuenta con un presupuesto aproximado de 500 mil dólares y el apoyo del Programa Ibermedia e Hivos.
Durante la etapa de desarrollo, que se alargó durante cinco años, el proyecto participó en el Foro de Coproducción del Festival de Cine de San Sebastián y en el Bolivia Lab, donde recibió el premio de asesoría de guión por parte del español José Ángel Esteban.
En declaraciones a LatAm cinema de la productora Victoria Guerrero, la larga etapa de desarrollo ha traído consecuencias tanto positivas como negativas. “Han sido cinco años de intentos fallidos, cambios y mucha informalidad por parte de los coproductores. Es difícil la coproducción tomando en cuenta que Bolivia no tiene un fondo de contraparte ni un Instituto de Cine, solo cuenta con el apoyo de Ibermedia. Sin embargo, los cinco años también han hecho que el resultado en el rodaje sea óptimo, ha funcionado como un reloj, hemos armado un equipo pequeño pero muy profesional”, afirma.
En la actualidad el proyecto está postulando a diversos fondos para la finalización de la película, ya que -según afirma Guerrero- la postproducción de sonido es fundamental. Su estreno se prevé para 2017.