La Mostra de Venecia paulatinamente comienza a dar más espacio al cine latinoamericano, que años anteriores pareció ser relegado frente a cinematografías de otras latitudes. Tras una edición en que el premio mayor recayó en la venezolana “Desde allá” y el de mejor dirección en el argentino Pablo Trapero, el festival de cine más antiguo del mundo cuenta con una destacada representación del cine de la región en su 73ª edición, a celebrarse del 31 de agosto al 10 de septiembre.
En la competencia internacional de largometrajes, Venezia 73, cuatro largometrajes de producción latinoamericana se disputan el León de Oro: la argentina “El ciudadano ilustre” de Mariano Cohn y Gastón Duprat; la mexicana “La región salvaje” de Amat Escalante, y las chilenas “Jackie” de Pablo Larraín (coproducción estadounidense) y “El cristo ciego” de Christopher Murray.
La amplia selección de Orizzonti, el apartado que busca dar cuenta de las nuevas tendencias del cine mundial, incluye el cortometraje “La voz perdida”, del paraguayo Marcelo Martinessi, coproducción entre Paraguay, Venezuela y Cuba; y el largometraje argentino “Kékszakállú” de Gastón Solnicki. Por su parte, la sección Cinema nel giardino exhibirá la argentina “Inseparables”, de Marcos Carnevale, remake de la francesa “Amigos intocables”.
La Biennale College Cinema, taller de desarrollo de proyectos y producciones con presupuestos bajos, cuenta con el largo argentino “Una hermana” de Sofía Brockenshire y el venezolano “La soledad” de Jorge Thielen Armand.
Finalmente, en la sección paralela Venice Days se verá la colombiana “Pariente” de Iván D. Gaona.