Lima 2016: Joel Calero reflexiona sobre relaciones de pareja e ideología en “La última tarde”

Festivales - Perú

Como un drama sentimental político define Joel Calero a “La última tarde”, película peruana que tiene su estreno mundial en esta 20ª edición del Festival de Cine de Lima como parte de la competencia de ficción. El director de “Cielo oscuro” vuelve con una historia que sigue el reencuentro de una ex pareja que supo integrar las filas de un grupo de izquierda radical.

Laura (Katerina D´Onofrio) y Ramón (Lucho Cáceres) se ven después de muchos años para firmar su divorcio. Un trámite necesario para Laura y una oportunidad para Ramón de encontrar respuestas a las preguntas que se formuló durante años. Una obligatoria espera llevará a la ex pareja a recorrer las calles de Lima, mientras contraponen miradas sobre la realidad social y política de Perú, y recapitulan esa vieja historia de amor permeada por la militancia, que terminó abruptamente con la huida de Laura.

“Sus conflictos de pareja son indistinguibles del componente político. Es natural que sea así porque en esos años, en los 70 y en los 80, la gente que era militante subordinaba las relaciones afectivas a los proyectos políticos. Es natural que en mi película estén imbricados ambos elementos”, cuenta Calero en charla con LatAm cinema.

A la manera de “Antes del atardecer”, una referencia concreta al igual que “Sin testigos” de Nikita Mikhalkov, la película se sostiene en el diálogo entre sus protagonistas. “Fue un riesgo y un reto pensar que ellos tenían que sostener toda la película. Desde mi primera película encontré que me venía bien reescribir el guión con los actores. No para cambiar estructura sino para re dialogarlo. Hicimos un trabajo de un mes y medio que logró darle fluidez al diálogo y al momento de rodarlo ya lo tenían internalizado. También para los actores fue un proceso de construcción de ideología”, cuenta el director.

Precisamente, entender a sus personajes fue otro de los desafíos de la película. “Lucho Cáceres tuvo tremendos reparos para hacer la película por su personaje. Hasta que leyó el libro ‘Los rendidos”, de un escritor cuyos padres fueron senderistas muertos. Eso le ayudó a construir su acercamiento al personaje y ver más allá del rótulo de terrorista. Y reconocer que, si bien incurrieron en asesinatos, tienen otros componentes de vida. Eso fue decisivo para él. Para ella fue un libro argentino, ‘Mujeres guerrilleras’, que fue muy inspirador. Me parece que las guerrillas argentinas, hechas por gente de clase media que no hacía la revolución porque no tenía para comer sino porque quería darle forma cabal a lo que creían, es lo que le sucede a ella porque pertenece a un estrato social alto en Perú”, detalla.

Las proyecciones en el festival sorprendieron a Calero por la respuesta del público, que se enfrentó a un tema siempre espinoso pero desde una propuesta diferente. “Para mi sorpresa, encontré una respuesta más risueña de lo que me hubiera imaginado. La película tiene un humor por lo bajo. Eso me lo agradecieron. Tiene una cuota de ligereza que hace que la película discurra mejor. Creo que  la gente ve a una pareja que fueron subversivos, no ven a subversivos que fueron una pareja”, dice el director.

“La última tarde” -que recientemente fue adquirida por el agente de ventas Habanero- iniciará en breve su camino internacional. En paralelo, Calero desarrolla dos proyectos que le presentan nuevos desafíos. Siempre interesado en ahondar en las relaciones de pareja, el realizador se ha impuesto andar caminos desconocidos. Buscando ampliar los temas que habitualmente aborda, actualmente desarrolla el proyecto “La piel más temida”, que fue seleccionado para la beca Carolina, y trata sobre una mujer que busca reencontrarse con su padre, su país y su identidad.

Por otro lado, Calero se plantea realizar una producción de carácter comercial, “Solteros inmaduros”. “Ese es un fenómeno reciente en Perú que está siendo muy exitoso en términos económicos, pero creo que en términos artísticos todavía estamos muy por debajo de lo que se puede observar en otras cinematografías, como ‘Ocho apellidos vascos’ o ‘Relatos salvajes’. Son película que pueden tener sus detractores pero que tienen consistencia, calidad. Me interesa hurgar ese camino”.