Locarno mira a Latinoamérica y pone su foco en Chile

Festivales - Europa

La marca del leopardo se extiende por toda la ciudad; el Festival de Cine de Locarno comenzó su 66° edición volviendo a apostar por el cine de autor y los nuevos talentos de la cinematografía internacional, sin olvidar su mirada retrospectiva sobre el séptimo arte. Pasado, presente y futuro se funden en un certamen que una vez más observa con atención las tendencias del cine latinoamericano.

Por tercer año consecutivo, en el marco del área de industria se organiza Carte Blanche, la sección que exhibe una selección de películas en posproducción de un país invitado, a fin de ejercer como puente entre los profesionales de la industria y los talentos emergentes de un país de Asia, África, Latinoamérica o el sudeste europeo. También por tercera ocasión, un país latinoamericano es el foco de atención del segmento.

Después de Colombia y México, Chile toma la posta para mostrar un extracto de su creciente producción, que le ha hecho ganar protagonismo en recientes festivales y premios internacionales. Para esta carta blanca han sido seleccionadas: “Raúl”, de Matías Venables Brito, producción de Valentina Barros; “R. Lorena”, de Isidora Marras, producción de Josefina Undurraga y Gregorio González; “Surire”, dirigida y producida por Bettina Perut e Iván Osnovikoff; “El hijo pródigo”, de Carlos Araya Díaz, producción de Pablo Sáez, Carlos Araya Díaz y Francia Aranda; “El vals de los inútiles”, de Edison Cájas, producción de Catalina Donoso; “Matar a un hombre”, de Alejandro Fernández, producción de Eduardo Villalobos Pino, y “Volantín cortao”, de Aníbal Jofré y Diego Ayala, producción de Soledad Trejo Troncoso.

Las películas serán proyectadas para los profesionales que participan de Industry Days, que tiene lugar del 10 al 12 de agosto, compitiendo por un premio monetario de 10.000 francos suizos (10.600 dólares).

Dentro de la programación del festival, que este año alcanza los 250 títulos representativos de más de 40 países, el cine latinoamericano también marca presencia. Al Pardo d’oro del Concorso Internazionale aspiran la segunda película de los peruanos Diego y Daniel Vega, “El mudo”, y el film más reciente del brasileño Júlio Bressane, “Educação sentimental”.

En el Concorso Cineasti del presente, la competencia para descubrir talentos, aparece la mexicana “Los insólitos peces gato”, opera prima de Claudia Sainte-Luce; en tanto que en la competencia internacional de cortometrajes y mediometrajes lo hacen los argentinos “La quietud” de Inés Barrionuevo y “Los pálidos” de Martín Kalina, y el brasileño “Tremor” de Ricardo Alves Jr. Fuera de concurso se verán en otras secciones el mediometraje argentino-brasileño “Lo que el fuego me trajo” de Adrián Villar Rojas, y el corto chileno “Los Andes” de Joaquín Cociña y Cristóbal León.

Finalmente, en la Piazza Grande, que puede considerarse el corazón del festival con una pantalla al aire libre y una capacidad para 8.000 personas, se exhibirá la chilena “Gloria”, de Sebastián Lelio, premiada este año en la Berlinale con el Oso de Plata a la mejor actriz para Paulina García.

Contando –por primera vez- con la dirección artística de Carlo Chatrian, Locarno busca tomarle el pulso al cine contemporáneo con sello de autor. Algunos de los cineastas reconocidos que pasarán por las pantallas del festival hasta el 17 de agosto son Hong Sangsoo, Corneliu Porumboiu, Claire Simon, Albert Serra y Raya Martin; en tanto que se reconocerá y repasará la carrera de personalidades como Werner Herzog, Anna Karina, Christopher Lee, Faye Dunaway, Jacqueline Bisset, Otar Iosseliani, Victoria Abril, la productora Margaret Ménégoz, Sergio Castellitto y el especialista en efectos especiales Douglas Trumbull.

Desde Locarno, por Cynthia García Calvo.