“Este cine que hacemos es diverso, tiene espíritu libre e identidad propia, no requiere de etiquetas y nos hace reflexionar. Se conforma de un enorme abanico de visiones, sensaciones y representaciones articuladas… y otras tantas dislocadas. Lo más lindo es que se hace a mano, con amor y entre muchos”. Con esta introducción, el Premio iberoamericano de cine Fénix celebró el pasado 7 de noviembre su quinta edición.
El emblemático Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la capital mexicana fue el escenario ideal para recibir estos premios organizados por la asociación Cinema23 para celebrar y destacar el trabajo de los profesionales de la industria del cine hecho en Iberoamérica, con el objetivo de dar visibilidad internacional, fortalecer vínculos entre las cinematografías de la región y cautivar a un público más amplio.
Las producciones nominadas de este año se eligieron entre 66 ficciones y 27 documentales propuestos por un Comité Técnico conformado por directores, guionistas, actores, fotógrafos, diseñadores de arte, sonidistas, editores y músicos. Estas obras fueron seleccionadas tras un primer corte realizado de las 787 películas presentadas.
Alrededor de 300 críticos, académicos, programadores, directores de festivales y gestores culturales de América Latina, España y Portugal, así como otros profesionales del resto del mundo con un interés por el cine de la región miembros de Cinema23, participaron en el Comité de preselección de las películas elegibles.
“Pájaros de verano” de Cristina Gallego y Ciro Guerra fue reconocido como mejor largometraje de ficción, además de recibir el premio a la mejor actuación femenina (Carmiña Martínez) y a la música original (Leonardo Heiblum).
“Zama”, el filme de Lucrecia Martel fue el otro gran ganador de la noche, obteniendo cuatro premios: Fotografía de ficción (Rui Poças), Diseño de arte (Renata Pinheiro), Sonido (Guido Berenblum y Emmanuel Croset) y Edición (Miguel Schverdfinger y Karen Harley).
Marcelo Martinessi se quedó con el premio a la Dirección por “Las herederas”, mientras que Lorenzo Ferro (“El Ángel”) fue reconocido como Mejor actor masculino.
El resto de palmarés se completo con los premios al Guion (Laura Mora y Alonso Torres por “Matar a Jesús”); Vestuario (Mercè Paloma por “La librería”); Largometraje documental (“Muchos hijos, un mono y un castillo”); Fotografía documental (Juan Sarmiento G. por “Central Airport THF”); Serie (“La casa de papel” -segunda temporada-, Vancouver Media, Netflix); y Ensamble actoral de serie (“Aquí en la tierra” -primera temporada-).
Por otro lado, este año, el productor, guionista y director brasileño Luiz Carlos Barreto recibió el Premio Fénix a la Labor Cinematográfica; el Premio Fénix al Trabajo Crítico este vez fue para Luciano Monteagudo, crítico argentino y director artístico durante décadas de la Sala Lugones del Teatro San Martín de Buenos Aires; y el Premio Fénix de los Exhibidores, que otorgan los principales exhibidores de Iberoamérica y que coordina Cinépolis, incluyó por segunda ocasión el voto del público para elegir, de entre cinco películas de la región, a “Perfectos desconocidos” de Álex de la Iglesia, como la merecedora de este reconocimiento.
Además, el pasado 5 de noviembre, Marcelo Martinessi fue nombrado ganador del Premio Netflix Ópera Prima por el largometraje “Las herederas”.