MIFF 2014: el desafío de la distribución del cine latinoamericano en Norteamérica continúa

Festivales - EEUU

El encuentro de profesionales de Estados Unidos y Canadá que se especializan en la distribución de películas latinoamericanas en Norteamérica ha sido uno de los destaques del ACE Workshop, que sucede hasta 15 de marzo en el marco del 31 Miami International Film Festival (MIFF).

El panel de este viernes 14 de marzo contó con la participación de Roya Vakili, gerente de marketing de Fox Networks, Paul Hudson, de la distribuidora y agencia de ventas Outsider Pictures, de Jon Gerrans, de la distribuidora Strand Releasing, y de Luc Déry, productor de micro_scope y vicepresidente de adquisiciones de Asia Film y Malofilm Distribution -el único representante de Canadá. La mediación estuvo a cargo de Josh Braun, presidente de la empresa de producción y ventas Submarine Entertainment.

Para los todos participantes, el cine de América Latina -sobre todo en español- vive actualmente en momento de crecimiento en Norteamérica y de declive en Europa, tanto en términos de financiación a la producción como de interés en términos de público. Sin embargo, todavía son muchas las dificultades de lanzamiento para los títulos latinoamericanos en la región -incluso en Estados Unidos, que cuenta con una población hispánica de 53 millones de personas.

Según Roya Vakili, aunque los grandes estudios como Fox hayan empezado a producir títulos locales en América Latina con el objetivo de estrenarlos en sus países y también en Norteamérica, “es casi imposible diseñar un proyecto para ambos mercados”. “Siendo así, la estrategia suele ser pensar las películas para que se estrenen en su lugar de origen y, cuando posible, trabajarlas también en el mercado norteamericano”, afirmó.

Paul Hudson, de Outsider, garantiza que “todo, al final, tiene que ver con el guión”, que debe presentar una historia de calidad para que la misión en ese caso sea, en primer lugar, trabajar y ofrecer un buen contenido, “no importa de que origen o idioma sea”. “Me la paso viajando de festival en festival para conocer realizadores, guionistas y estar al tanto de las mejores películas. Lo importante es desarrollar una audiencia para un cine de calidad”.

Uno de los distribuidores independientes más establecidos en Estados Unidos, Jon Gerrans, de Strand, cree que el mercado de cine extranjero en Norteamérica trata de igual manera películas de todos los idiomas. “Sin embargo, desde hace unos años, al español le va mejor”, pondera.

Las razones para eso, según los panelistas, puede tener que ver con un aumento de poder adquisitivo de la comunidad hispánica en Estados Unidos, con la mayor cantidad de películas que produce actualmente América Latina (y, consecuentemente, el aumento de la calidad de la producción) y con la creciente disposición de la televisión en comprar títulos en la región. Sin embargo, es innegable que la existencia en los días de hoy de una mayor variedad de ventanas (VOD, plataformas en línea y móviles) es la gran responsable por el impulso latinoamericano. “Todos están desesperados por obtener contenido para tantas pantallas”, resume Vakili, de Fox.

La exhibición tradicional en salas de cine es un desafío todavía más alto al que nadie tiene una respuesta hasta el momento. En Canadá, según Luc Déry, la reciente fusión de tres de las más grandes empresas del sector ha creado un control del mercado, que termina confinando a las películas latinoamericanas todavía más al cajón del llamado “art house”.

Finalmente, es consenso entre los profesionales la visión de que el futuro y las posibilidades de no encasillarse únicamente en la sección de títulos artísticos del cine hecho en Latinoamérica está en las manos de las emisoras de televisión. Son ellas las que eligen las películas y las distribuyen en diferentes ventanas que él público -cada vez más alejado de las salas de cine- consume.

Desde Miami, por Camila Moraes Z.