Incubadora MiradasAfro, el espacio formativo del certamen tinerfeño MiradasDoc abrió la convocatoria para un taller online impartido por la cineasta afrocaribeña Johanné Gómez Terrero y la productora y directora mozambiqueña Lara Sousa. Dirigido a cineastas de habla española y francesa provenientes de la región del Caribe y del África, el taller tendrá lugar entre el 18 y el 29 de julio.
“Con este espacio buscamos estimular la presencia de narrativas negras africanas y del Gran Caribe en el cine documental. Para ello se trabajará en el proceso de escritura y construcción del horizonte de sentido de los proyectos, continuando con asesorías de producción para la revisión del dossier, presupuesto, plan de financiación, mercados y fondos internacionales. Generamos también un espacio de reflexión para repensar el cine fuera de los cánones, escapando de lo ‘universal’ e invocando lo multiversal”, explica la organización.
En total se seleccionarán cuatro proyectos africanos y cuatro caribeños que aborden temas de la afro-diáspora. Martinica y Guadalupe, Dominica, Marie-Galante, Saint-Barthélémy y San Martín, Guayana Francesa, Cuba, Puerto Rico, Rep. Dominicana, Colombia, Venezuela, Panamá y Belice son los países de la región incluidos en la convocatoria que finaliza el 4 de julio.
Otra actividad online es el Lab de Financiación e Internacionalización de DocMontevideo. Weiskopf y Nicolás van Hemelryck (realizadores y productores de “Alis”) junto a Marcela Santibañez (productora ejecutiva de “El Agente Topo”) serán los tutores de este espacio que tendrá lugar el 21 y 22 de julio y en el que se analizará la financiación e internacionalización de documentales a través de estas dos películas. El costo de la inscripción en el laboratorio es de 65 dólares (30 dólares para los acreditados a DocMontevideo) y el registro se debe realizar a través de este enlace.
En el caso de “Alis”, la película significó el primer paso de la productora colombiana Casatarántula hacia la coproducción internacional y abrió un nuevo camino de financiación y relacionamiento, mientras que la chilena "El Agente Topo", de Maite Alberdi, resulta especialmente interesante porque implicó una compleja arquitectura financiera con coproductores en cinco países. Además, su nominación al Oscar impulsó las carreras de su directora y productora en el mercado norteamericano.