Mostra de São Paulo 2011: “O levante”, la búsqueda de la integración entre el cine argentino y brasileño

Festivales - Brasil

Desde São Paulo, por Cynthia García Calvo Raphael Aguinaga, poeta devenido en director de cine, tenía unos ahorros y un guión. Pero en lugar de buscar viabilizar su proyecto en su país, Brasil, decidió viajar a la Argentina convencido de que esa historia estaba más conectada con una cinematografía que le despierta admiración, donde la parte financiera está relegada a un segundo plano privilegiando la obra artística. Así dio origen a “O levante” –“La sublevación” en español-, una película que forma parte de la programación de la 35° Mostra Internacional de Cinema de São Paulo, que representa también una forma de concretar esa integración cinematográfica entre la Argentina y Brasil que ahora las instituciones promueven.

“Me encanta el cine argentino y pensé que esta historia encajaba mejor en el cine argentino que en el brasileño”, sintetiza Aguinaga al ser consultado por la razón que le llevó a realizar su primer largometraje fuera de su país. Pero no es sólo el contenido sino la forma en que los argentinos entienden el cine lo que le llevó a rodar en la tierra de “los hermanos”: “Allá hay una pasión muy grande por el cine. El tema presupuesto siempre queda en segundo plano, nunca es el factor decisivo. Lo más importante es la calidad artística, la propuesta de la producción. Argentina tiene ese espíritu de Che Guevara, aguerrido, de que sí se puede. Está más abierto al tipo de proyecto que yo quería hacer”.

Contando con dinero propio, se dio a la búsqueda de la contraparte argentina para la productora brasileña Querosone Filmes. Siendo admirador de películas como “Whisky” y “El custodio”, procuró a sus productoras, Rizoma y Zarlek, para hacerles una oferta que los argentinos escucharon con cierta desconfianza y que hoy es una anécdota que le gusta recordar: “Nosotros creíamos que lo que buscábamos hacer estaba en la línea de los trabajos de estas productoras, de un trabajo independiente de muy buena calidad, entonces los llamamos. Me presenté y les dije que iba a Buenos Aires. Estaban un poco desconfiados. Nos citamos en un café. Primero vino Hernán Musaluppi (de Rizoma) para ver si era verdad lo que decíamos o se trataba de dos locos. Ya teníamos el guión desarrollado y plata para hacer la inversión. Entonces ahí Hernán empezó a creer en el proyecto y llamó por teléfono a Luis Sartor (de Zarlek) y le dijo: ‘Podés venir que parece que son serios”.

La reunión fue en febrero y en agosto comenzó a rodarse “O levante”, la historia de un grupo de ancianos abandonados a su suerte en una vieja casona convertida en asilo, mientras el mundo se revoluciona ante la llegada de un Jesucristo clonado, al que piensan que pueden ayudar.

Para el director, el film es una suerte de elogio a la tercera edad: “Siempre se ve a la tercera edad como algo negativo. Yo quería presentar otra mirada, mostrar que el alma no envejece nunca y que no son las condiciones físicas lo que dice quién sos. Quería dar una perspectiva de que podía ser una aventura y que se pueden hacer contribuciones grandes sin importar la edad”.

El film se rodó enteramente en Buenos Aires con un elenco encabezado por los locales Marilú Marini (“Mentiras piadosas”), Arturo Goetz (“El asaltante”) y Luis Margani (“Mundo grúa”), contando con un equipo técnico también totalmente argentino. En Brasil quedó la instancia de posproducción, y la concreción de una coproducción con una génesis distinta que propone una nueva aproximación entre las cinematografías más poderosas de Sudamérica.

Analiza Aguinaga: “Creo que lo que diferencia a esta película es que es una mirada que viene de afuera, entonces intenté capturar el espíritu de las películas argentinas pero poner un poco de la cultura brasileña, de la alegría y la euforia. Empezamos con un tango de 1931, ‘Madreselva’, que habla de algo muy triste, muy pesado, y terminamos con música muy alegre. Creo que este puede ser un camino para hacer películas coproducidas entre Brasil y Argentina. Si descubrimos un lenguaje donde mostramos algo de cada uno y se logra una complementación, puede ser un camino”.

Tras la exhibición en São Paulo, poco después de pasar por el Festival do Rio, la película busca ahora su participación en alguno de los cinco grandes festivales del mundo. El realizador se muestra confiado: “Creemos que la película tiene fuerza para entrar. Por una cuestión de estrategia no la vamos a mostrar más hasta tener la respuesta de estos festivales”.