Entre el 20 y el 28 de enero, la Mostra de Cinema de Tiradentes celebra su vigésima edición, en la que se exhiben de forma gratuita más de un centenar de filmes de producción nacional.
Aurora, la sección más esperada del certamen por su labor de difusión de trabajos inéditos de cineastas emergentes, celebra su décima edición y exhibe siete largometrajes de tres Estados de Brasil: “Baronesa” de Juliana Antunes (MG), “Corpo delito” de Pedro Rocha (CE), “Eu não sou daqui” de Luiz Felipe Fernandes y Alexandre Baxter (MG), “Histórias que nosso cinema (não) contava” de Fernanda Pessoa (SP), “Sem raiz” de Renan Rovida (SP), “Subybaya” de Leo Pyrata (MG) y “Um filme de cinema” de Thiago B. Mendonça (SP). Los siete filmes optan al Trofeo Barroco que otorgará el Jurado de la Crítica, integrado por cinco profesionales brasileños.
Por su parte, la Sección Horizonte exhibe filmes con cierta circulación nacional e internacional dirigidos por realizadores reconocidos. Allí se verá “Era o Hotel Cambridge” de Eliane Caffé, “Mulher do pai” de Cristiane Oliveira, “Elon não acredita na morte” de Riardo Alves Jr., “Entre os Homens de Bem” de Caio Cavechini y Carlos Juliano Barros y “A cidade onde envelheço” de Marília Rocha, filme encargado de cerrar el certamen.
En el área profesional, el 20º Seminario do Cinema Brasileiro reúne a más de medio centenar de agentes de la industria para reflexionar en torno a la programación de películas, políticas y estéticas en el audiovisual brasileño. En paralelo se desarrollarán 10 talleres de formación, encuentros con cineastas, exposiciones, lanzamientos de libros, espectáculos e intervenciones artísticas dirigidas a diversos públicos. El certamen rinde sendos homenajes a la actriz Helena Ignez y a la polifacética Leandra Leal, cuyo debut como directora, “Divinas Divas”, fue el encargado de inaugurar el festival.
Según informaciones del festival, unas 647 mil personas asistieron a la Mostra en sus 19 ediciones. Se trata de un certamen gratuito que ha exhibido casi 2500 películas y organizado 200 talleres, convirtiéndose en un fijo de la agenda cinematográfica no solo de esta localidad de apenas 7000 personas de Minas Gerais, sino también del panorama brasileño.