Nuevos talentos regionales compiten con sus primeros trabajos en el Festival de Cine de Miami

Festivales - EEUU

Los periplos de una mujer con un hechizo que le vendió una santera para recuperar a su sugar daddy en República Dominicana; la toma física y simbólica que un grupo de albañiles en México hacen de la casa que construían para su patrón o la travesía de un hijo para rescatar a su madre de un sanatorio en Colombia, son algunas de las historias de la región, óperas primas y cortometrajes, que marcan los primeros pasos de los realizadores latinoamericanos y dicen presente en la 37 edición del Festival de Cine de Miami.

La amplia presencia del cine de la región en la cita cinematográfica del sur de Florida no solo pone los ojos sobre cineastas consagrados, también sobre aquellos que están empezando con su recorrido cinematográfico. El Premio Jordan Ressler, una categoría especializada para las mejores óperas primas, tiene a 16 películas contendientes para el premio de 10 mil dólares, de las cuales siete son producciones latinoamericanas y una de Estados Unidos (“El último balsero”), pero realizada por los cubanos Carlos Betancourt y Óscar Ortega.

En esta categoría, hay dos de los filmes que llegan con mucho más rodaje y reconocimiento internacional. Una “Mano de obra”, del mexicano David Zonana, filme que previo a su participación en Miami, ya se hizo con los galardones a mejor director en el Festival de Cine de Zurich y el premio Ingmar Bergman a la mejor ópera prima internacional en el Festival de Cine de Gotemburgo. Además, estuvo en Toronto, compitió por la Concha de Oro en San Sebastián el año pasado, además de estar presente en el FICMorelia y La Habana, entre otros. “Al ser una ópera prima uno siempre busca que tenga exposición y que le llegue al público de la mejor forma”, afirma Zonana.

Otra fuerte contendiente en esta categoría, tras haber ganado la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en la pasada edición de Cannes y el galardón de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de la Semana Crítica -una sección paralela del prestigioso festival francés-, es el filme “Nuestras madres”, del guatemalteco César Díaz. “El hecho de que la película pueda emocionar a un público que no tiene nada que ver con Guatemala o con América Latina me hace reflexionar sobre la universalidad del cine y de cómo la relación madre e hijo es absolutamente transversal”, explica Díaz a LatAm cinema.

La lista de títulos en esta categoría es completada por “90 minutos” (Honduras); “Las buenas intenciones” (Argentina); “Lina de Lima” (Chile/Argentina/Perú); “Una madre” (Colombia/Argentina) y “Ella es Cristina” (Chile). El cortometraje no es una categoría menor, ya que este año HBO vuelve a premiar a las producciones de corta duración con una dotación de 10 mil dólares. De los cinco cortos en competencia, son dos latinoamericanos: “A la deriva” (República Dominicana), de Paula Cury Melo y “La deuda” (México/Estados Unidos), de Jeff Prahl.

Mientras que del Premio al Cortometraje del Festival de Miami, participan “Agua ‘e Panty” (República Dominicana), de Astrid Durán; “Alberto”, de Raúl Prado, “El artesano”, de Adrián Cárdenas, (ambos por Cuba); además de “A la deriva” y “La deuda”, que también se anotan a esta categoría de competencia.