“Placer y martirio”, Campusano indaga en la clase alta porteña

Estrenos - Argentina

José Celestino Campusano abandona el suburbano bonaerense, las calles de tierra, las melenas desprolijas y los personajes marginales, para hacer retrato de la burguesía porteña en el melodrama “Placer y martirio”, que este jueves 2 de julio estrenó en dos salas de Buenos Aires la distribuidora Cine Tren.

A priori, “Placer y martirio” se presenta como un film rupturista dentro de la cinematografía de Campusano. El escenario es el contrapunto de sus filmes previos, la historia tiene como protagonista a una mujer y el refinamiento de la puesta en escena da cuenta del acceso a recursos mayores. Sin embargo, la película parte de lo que su director define como sus “principios esenciales”, que es narrar una historia fuertemente anclada en la realidad.

Esta es la historia de Delfina -interpreta por Natacha Méndez-, una mujer de 45 años con marido, hija adolescente, una empresa y mucha insatisfacción. Se divierte con strippers junto a sus amigas, se somete al dolor físico para verse bien y soluciona todo con pastillas. Un día conoce a Kamil, un misterioso empresario que se convierte en una obsesión.

“Placer y martirio” es una película sobre vidas artificiales, sobre personas que viven detrás de una máscara. Es la mirada de Campusano sobre la clase alta porteña, respondiendo a su manifiesto interés por explorar los diferentes sectores sociales del país.

Producida por su compañía Cinebruto, cuenta con el apoyo del INCAA y el Cluster Audiovisual de la Provincia de Buenos Aires. La película compitió en la más reciente edición de BAFICI, obteniendo el premio de mejor dirección en la competencia argentina.