EGEDA y Casa de América celebraron el pasado viernes 23 de septiembre en Madrid una nueva sesión de Encuentros Informativos Audiovisuales Iberoamericanos, con Colombia como país protagonista. Recién llegados del Festival de San Sebastián, Claudia Triana de Vargas, directora de Proimágenes Colombia, y los productores Jorge Botero y Diego Ramírez, comentaron los pasos que el país latinoamericano está dando para fortalecer cada vez más su industria cinematográfica.
Cuando todo el mundo mira hacia Colombia y su proceso de paz, y “El abrazo de la serpiente” de Ciro Guerra ha pisado los Oscar y triunfado en los Platino, el país tira de coproducción para poder sacar adelante la mayoría de las películas. Han sido 36 los largometrajes colombianos que han visto la luz en 2015, una cifra en aumento con respecto a cosechas anteriores y en consonancia con el número de complejos cinematográficos que inundan Colombia (935 pantallas, todas digitalizadas, para 48 millones de habitantes).
Sin embargo, el mayor reto de la industria cinematográfica de Colombia es llegar al espectador. Al igual que sucede en otros países americanos, el poder de Hollywood es inmenso y hacerse hueco en la cartelera resulta una tarea bien difícil: las películas colombianas llevaron a poco más de 3,4 millones de espectadores nacionales a las salas en 2015, con “Alias Maria” y “Anna” como las películas más vistas. “El cine colombiano es visto como un subgénero por los propios colombianos” comentó Jorge Botero, productor de “La playa D.C.” de Juan Andrés Arango o “Gente de bien” de Franco Lolli. Botero aseguró que el cine colombiano dejó hacer mucho tiempo de hablar exclusivamente de narcotraficantes y denunció la impaciencia de los distribuidores, “creo que necesitamos del boca a boca y eso requiere más tiempo en cartelera que dos semanas”. Puso como ejemplo “El abrazo de la serpiente”, que logró 110.000 espectadores y un relanzamiento tras llegar a la nominación al Oscar que le otorgó otros 300.000 espectadores.
Por su parte, Diego Ramírez, productor nacido en Cali, recordó la experiencia de coproducción con España en “Ciudad Delirio”, dirigida por Chus Gutiérrez. “Coproducir con España es algo orgánico” comentó, mientras aseguró que está gestionando actualmente tres proyectos de largometraje en coproducción y otros tantos de televisión. Ramírez, encargado de cintas como “Perro come perro” o “Todos tus muertos”, ambas de Carlos Moreno, habló de la necesidad de promocionar las películas a través de iniciativas como los Premios Macondo, otorgados por la Academia de Cine Colombiana, creada hace siete años. Además, lejos de la imagen de corrupción que se tiene de Colombia y de otros países iberoamericanos, el productor quiso señalar que “nuestro sistema cinematográfico no está corrupto, todo se hace por encima de la mesa”.
La directora de Proimágenes Colombia destacó, a su vez, el diálogo permanente entre la industria y el gobierno para establecer mecanismos de financiación del cine y habló de las dos líneas que mantiene el fondo, creado en 1998. Actualmente, el gobierno está intentando involucrar a varios ministerios para impulsar el cine.
“España es el país con el que más coproduce Colombia” señaló Claudia Triana, que también habló de la importancia de iniciativas como Ibermedia y de los acuerdos bilaterales que Colombia mantiene con Francia y Canadá.
Al igual que sucede en España, la involucración de las televisiones en el cine es cada vez mayor y más relevante, sobre todo en términos de promoción. No existe ninguna obligatoriedad legal para invertir en cine, pero gracias a un incentivo tributario, cadenas como RCN y Caracol Televisión están participando como inversores y como máquinas de promoción del cine colombiano. Además, la televisión pública tiene dos convocatorias para series y documentales y está apostando por proyectos de animación.